El Colegio Salesiano de Puertollano está de enhorabuena nuevamente, ya que ha logrado posicionarse en la horquilla de 600-649 puntos del modelo europeo de excelencia EFQM, alcanzando el sello de certificación +600. Este hito coloca al centro de la ciudad minera como el segundo centro educativo no universitario de España en lograr esta hazaña, tan solo precedido por un centro educativo de la comunidad valenciana.
Durante los días 10 y 11 de mayo de este año, el colegio salesiano se enfrentaba a la evaluación para renovación del sello de excelencia, contando con la presencia de evaluadores de la entidad europea con sede en Bruselas. Además, el equipo de Calidad del colegio remarca que, en esta ocasión, han sido evaluados bajo el nuevo modelo del 2020, puesto que los parámetros evaluados por la entidad habían sido renovados con el modelo 2013.
“EFQM ha empezado a valorar entre sus parámetros de evaluación el impacto social que las organizaciones tienen en su entorno cercano, teniendo en cuenta que las instituciones reconocidas por EFQM sirven como punto de referencia en un entorno social cada vez más cambiante. Por ello, nuestro centro está de enhorabuena, pues es el reconocimiento externo a la calidad educativa que el colegio viene teniendo con los jóvenes de Puertollano desde hace casi setenta años” declara Antonio Gómez, coordinador del equipo de calidad del centro.
A su juicio, “es un resultado excelente, cosechado desde hace más de una década -declara Sergio Oter, el director general del centro- teniendo en cuenta que el primer sello de calidad +500 recayó sobre el centro en el año 2012. El sistema europeo reconoce hasta seis niveles de excelencia y con esta distinción hemos logrado dejar el cuarto nivel para posicionarnos en el segundo más alto». «Es el premio que llega tras años de pulir el modelo educativo de nuestra casa, que se debe sin duda al trabajo en equipo de todos los profesionales del centro y que nos obliga a no ‘dormirnos en los laureles’ y a seguir trabajando en pos de obtener la máxima calificación posible», subraya.
Una vez más, Salesianos Puertollano agradece a la ciudadanía que haya confiado la educación de miles de jóvenes a la institución salesiana, devolviéndoles una preocupación cada vez mayor por un sistema en el que prime la calidad educativa sin querer dejar a nadie atrás en el proceso de enseñanza-aprendizaje. «Es una cuestión no solo de educar con calidad, sino con el corazón, como bien indicaba el propósito del centro que nos viene del fundador de los Salesianos», concluye.