Jesús Millán Muñoz.- ¿A semejanza de la Real Asociación de España de Cronistas Oficiales, se podría crear una Asociación de Cronistas de CLM que esté inserta en dicha entidad?
Si entramos en la pestañas de la RAECO nos encontramos con una sección de cronistas de La Mancha, donde están insertos unas dos docenas de personas y de municipios.
Uno de los problemas de ser articulista o columnista de opinión literario, es que hay que tocar-rozar cientos de temas, y, no en todos, dispones de los conocimientos suficientes, ni de los matices y ponderaciones y perfiles de cada realidad. Por lo cual, es fácil, caer en errores, por exceso o por defecto, o por falta o sobra de conceptos o conocimientos o datos o análisis.
Por errores en la estructuración de las ideas y de los datos. Indicando esto, hay que expresar, que desde hace muchos meses, deseaba rozar este tema, para dar la importancia a este oficio o profesión o vocación de cronista y de cronista oficial, que hasta dónde conocemos ya viene de la Edad Media, y se ha ido atravesando y rodando los siglos, con todos sus avatares.
Indicando las limitaciones de mis conocimientos en dicha temática, si podría señalar, que parece que lo ideal, es crear Asociaciones de Cronistas Provinciales, y, éstas se inserten, en Cronistas Oficiales de la Región, en este caso de Castilla la Mancha, y, a su vez, estas se incrusten en la Real Asociación de Cronistas Oficiales de España. (Cierto es que también habría que pensar, que megaciudades, con barrios o distritos de cien mil habitantes, quizás, también merecerían cronistas oficiales de ese barrio o distrito…).
Si entre otros fines, los cronistas oficiales nos narran, fijan en papel acontecimientos específicos de dicho municipio, es diríamos, la primera piedra, para futuras historiografías, para fijar hechos y acontecimientos –perdonen, que no me acostumbre a la palabra-concepto-término-vocablo-neologismo que es evento-, de dicha entidad vecinal y comunal y social y política.
Dicen que el pretendiente para casarse con Isabel la Católica, falleció en Villarrubia de los Ojos, con lo cual, de ser cierto, debería haber sido fijada, no solo en la memoria colectiva del pueblo y comarca, sino en papel, y de esta modo, quedar en las noticias de la historia como realidad posible o potencial…
Somos historia, no solo somos presente. Acontecimientos del presente, pueden incidir en el futuro, de formas misteriosas y enigmáticas. Sigamos con el ejemplo, si ese posible o el potencial candidato para el casamiento con Isabel, reina de Castilla, se hubiese casado con la reina, qué evolución hubiese tenido España, hubiese existido guerra civil, entre las dos hermanastras, hubiese terminado la Reconquista, se habría llegado a América, al menos por parte de España. Siempre se habla y hablaba de historia, que los futuribles, que eso es ficción histórica o historia ficción. Pero modestamente, yo siempre he pensado, que “siempre desde el presente se toman decisiones, previendo futuros posibles, sin intuir cual será el más adecuado”.
Levanto una lanza de palabras, para sugerir y aconsejar a todos los ayuntamientos, los novecientos y pico existentes en nuestra región, que en todos y cada uno nombren “un regidor de las palabras”, un cronista oficial. No sé, si tendrán deber y derecho de una modesta remuneración, para papel y lápiz y tinta. No sé si cada vez tienen que pagarles con una decena de botellas de vino o media docena de quesos o una ristra de diez kilos de chorizo de la zona.
No sé, no me gusta dármela de nada, cómo es el procedimiento de elección, ni de aprobación, ni como las crónicas que realizan, cómo se guardan y conservan para el futuro, en las doseles de libros, de los libros oficiales de los ayuntamientos. Pero pienso, que esta pequeña medida, sería importante, para el desarrollo de nuestros pueblos y comarcas.
Un cuadro grande de pintura, está formada por muchas, cientos de pinceladas, de docenas de colores, de distinto tono, de distintas líneas y manchas que configuran formas abstractas y reales y figurativas, desde los distintos estilos. Pienso y opino, modestamente, que los cronistas, pueden dejar un tapiz de algo de lo que somos y fuimos. Y, esos trozos de papel con frases, pueden completar informaciones y noticias y otros tipos de documentos.
Dirán algunos que ya con tanto sistema de información, no es necesario, la figura del cronista oficial. Pienso que esto no es cierto. El cronista oficial deja plasmado hechos y datos y noticias que piensa pueden ser importantes, para el presente, y, recordarlas en el futuro. No sabemos qué quedará de los datos en bits de información electrónica, cuánto quedará para el futuro. Se habla del desierto documental de este siglo, para dentro de dos o tres siglos. Se piensa que se perderá mucha información, porque un libro se puede quemar, pero una biblioteca de millones de bits de información, se puede borrar, más fácilmente de lo que creemos.
Y. como se puede pensar, el cronista oficial, puede llevar una crónica doble, una la oficial, que quede en los estómagos-bodegas-vientres de los archivos municipales, y, otra, personal e individual, que quede en los archivos de los documentos de ese escritor, y, que puede reflejar otros detalles, otras realidades, otros acontecimientos, otras interpretaciones. Y, así, entre ambos formen una naranja y un pomelo y un limón mas completo y más gustoso y más colorido…
