Jesús Millán Muñoz.- En mi ignorancia sobre vinos y cientos de otros temas, pero que como articulista me veo obligado a tratar, me he preguntado desde siempre sobre colecciones de vino de alto nivel.
Me ha llamado la atención, que en el Puerto Libre de Ginebra, y, parece ser en otros puertos similares, se guardan y se conservan y se custodian, miles de obras de arte plástico, monedas, oro, medallas, y, botellas de vino.
En síntesis el Puerto Libre de Ginebra, y, otros similares en el mundo, es un puerto, que pueden conservarse miles de objetos y mercancías, y, con un precio de alquiler, dichas obras, están en ese lugar-morada-bodega, y, mientras no salga de dicho puerto hacia el exterior, no tiene que pagar impuestos.
Pero también, pueden comprarse y venderse in situ, en dicho lugar, en dicho Puerto Franco, cambiar de ciudadano y de propietario, y, realizar la transacción económica, y, seguir permaneciendo en dicho puerto. Que en este caso el nuevo comprador de dicha pintura o dichas medallas de otro o dichas botellas de vino de alto nivel, pues se verá obligado a pagar un alquiler, y, puede estar allí, durante meses y años y lustros y décadas. (¿Quizás en Ciudad Real, existe un tipo de Puerto, que no entiendo las matizaciones, podría irse adaptando a esta idea o sugerencia o posibilidad…?).
Es una invención-técnica-descubrimiento de un alto nivel intelectual y creativo. Nos puede parecer bien o mal o regular, a usted o a mí o a muchos o a pocos. Pero no cabe duda, de quién se le ocurriese esa idea, persona o grupo de trabajo o colectivo, de alguna manera modificó el concepto de transacción económica entre países y Estados, y, entre particulares. No es este modesto artículo el lugar para analizar los problemas de hacienda y Hacienda, de impuestos, de justicia y equidad en ese sentido. Solo estoy señalando esta realidad, para explicar, la temática que me interesa…
He indicado que soy un lego e inculto e ignorante en el terreno de los vinos. Cuándo era más joven, recuerdo, que entre ciertos estratos sociales, estaba bien, saber y hablar de puros, y, se pasaban minutos y docenas de minutos dialogando, de los mejores puros, las temperaturas y humedad que deberían tener, los artilugios técnicos, conservarlos para su auténtico aroma en pequeños frigoríficos. Por opciones de la realidad y de los cambios sociales y biomédicos. Ya, ya nadie habla con orgullo de esos temas, porque la sociedad se ha convencido que el tabaco aumenta determinadas patologías, etc. Tampoco entro en este tema.
Pero ahora, determinados estratos sociales, dialogan-hablan-juegan al tenis con las palabras, indicando que vinos y marcas y bodegas y años son los mejores. Yo, que he nacido y he existido en la mar del viñedo del mundo, la Mancha, apenas sé nada o casi nada de vino, apenas entiendo de ese líquido blanco o rosado o rojo, con multitud de sabores de aromas y afrutados. Es más, nadie se ofenda, solo tomo un dedo de vino, medido horizontalmente, de un vino regular de precio, pero más bien bajo, con el resto líquido denominado gaseosa. Soy del pueblo y empoblecido y apueblado. Cualquier persona sabe más de vino que este modesto coleccionista de palabras y de ideas.
Pero, incluso un ser inculto como yo, me he hecho muchas veces, la misma pregunta, ya que la mancha de la Mancha, está en una crisis permanente. Nadie se rasgue y corte sus zapatos. La realidad es que llevamos generaciones, con demasiado desempleo, con demasiada migración.
Ya, que esta es nuestra situación, siempre me he preguntado, ¿porqué algunas bodegas o todas, realizan algunos cientos de botellas, con los diseños pertinentes, con los sabores, que sus enólogos les indiquen, que se puedan convertir en botellas de alta colección?, ¿que algunas de ellas, terminen en los puertos francos del mundo, conservándose durante años o décadas, pasando de unas manos a otras…?
¿Me digo a mi mismo, alguien que no entiende de nada de este mundo, porque además de producir vino a granel, que dicen se exporta a todo el mundo, además de producir vino, diríamos económico, para los paladares como personas como yo, además de producir vinos de alto nivel, para sabores y lenguas y bocas de alto nivel de captación de sinfonías de pianos de sabores?. ¿Porqué además, de las anteriores categorías, vinos que hipotética y potencialmente, puedan terminar en ser colecciones que se duerman en esos lugares-vientres-bodegas de particulares, que jamás abren sus corchos, o, que están adornando la mente de sus propietarios, esperando abrirse que se les nombre ministro o que su hija mayor se case…?, ¿o, en esos puertos francos…?
En toda esta Piel de Toro, las bodegas se han renovado, y ya, se puede dormir en ellas, es diríamos rutas de descanso para el corazón, otras, además tienen restauradores de alimentos para el estómago, algunas han realizado arquitecturas del diseño, creándose rutas de enoturismo y ecoturismo, otras, han creado museos y fundaciones artísticas y culturales. Me digo a mi mismo, aquí en la cuna del vino mundial, en el mar del viñedo mundial, en el lugar de la Feria Internacional del Vino más importante del mundo, FENAVIN, según expresan los entendidos, hasta su Majestad, Rey de España, ha arribado a este lugar, de la meseta sin límite horizontal del Centro de Celtiberia…
Me digo a mi mismo, todas esas iniciativas, anteriores, y otras, que se pueden crear, invitar a grandes gastrónomos mundiales, a que preparen platos y el vino en una medida pequeña de consumo, siempre cuidando la salud, puedan crear nuevas recetas. Me digo a mi mismo, todas esas fórmulas y otras, podrían aplicarse a todo este rectángulo que forman y conforman la Mancha –aunque existen iniciativas, pero aún faltas algunas más-. ¡Paz y bien y moderación en el consumo de vino y alcohol…!