Una docena de cruces de mayo, de las que ocho fueron inscritas en el concurso, se exponen estos días en las puertas de algunas viviendas y rincones del municipio de Corral de Calatrava. Cruces de mayo “elaboradas con mimo y esmero”, entre las cuales tres de ellas fueron distinguidas con un premio en metálico que concedió el Ayuntamiento de 150, 100 y 50 euros respectivamente, tras ser valoradas por el jurado compuesto por dos personas del ayuntamiento y ocho personas representantes de cada cruz participante en el concurso.
Las ganadoras fueron las cruces elaboradas por Julia Cañamero, Ángel García y Consuelo Hernández que respectivamente obtuvieron el primer, segundo y tercer premio de la quinta edición del concurso organizado por el consistorio.
La decisión del jurado fue tomada tras el recorrido en el que se cantaron los mayos a cada una de las cruces expuestas, en las que cada participante “ se ha volcado en su cruz, mostrando su esencia , dando vida a cada rincón de Corral” según ha destacado la concejal de cultura Rosa Suñé.
Cada uno de los monumentos engalanados con motivo del renacimiento de la primavera fue visitado por la rondalla de la agrupación musical de Corral en el día de las cruces, tras haber cantado previamente los tradicionales mayos a la Virgen de La Paz el pasado 30 de abril. Este martes 3 de mayo se ha hecho lo propio con cada una de las cruces adornadas en el pueblo.
La anécdota de la jornada estuvo protagonizada por la lluvia que hizo acto de presencia en el recorrido que “mayistas, participantes, jurado y acompañantes” realizaron entre las 19 y las 23 horas en medio de emociones, risas y desafiando la lluvia que tan necesaria y bienvenida es por estos lares.
Origen de la tradición
Los mayos que se cantan en Corral de Calatrava se conocen gracias a la tradición oral. Por un documento del año 1977 sabemos que Alfonso Nieto Castellanos y Antonio de Juan García, entrevistaron para pasar al papel estas estrofas a Santos Hidalgo y Francisco Muñoz “Tito”, recuperando así lo que estaba a punto de perderse.
En cuanto al origen de las cruces de Mayo, su tradición se hunde en la creencia religiosa de conmemorar el hallazgo por parte de Santa Elena, madre del emperador Constantino, de la verdadera Cruz de Jesucristo en su peregrinación a Jerusalén.