El cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, ha fallecido este miércoles, a los 87 años de edad, como consecuencia de una insuficiencia cardiaca tras haber empeorado su estado de salud días después de haberse sometido a una intervención quirúrgica en los pulmones.
Así lo han confirmado fuentes oficiales del Arzobispado de Sevilla a Europa Press. El actual arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, había informado esta mañana a través de su perfil de Twitter del empeoramiento del estado de salud de Carlos Amigo Vallejo.
El cardenal arzobispo emérito de Sevilla fue intervenido quirúrgicamente en los pulmones el pasado lunes 25 de abril, en el Hospital Universitario de Guadalajara, como consecuencia de una dolencia que se sumó a la operación de cadera que se le realizó el 23 de febrero, tras la caída sufrida en la Misa que se celebró en la Catedral de la Almudena en conmemoración del XXV aniversario de la ordenación del cardenal Osoro.
El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, que se encontraba junto al cardenal desde primera hora de esta mañana, ha lamentado la triste noticia al tiempo que ha solicitado a los fieles de la Archidiócesis oraciones por el eterno descanso «de una figura clave para la Iglesia y la sociedad de su tiempo», según destaca la Conferencia Episcopal Española en un comunicado.
El cardenal Amigo (Medina de Rioseco, Valladolid) nació el 23 de agosto de 1934 y fue arzobispo de Sevilla durante 27 años. Inició sus estudios de Medicina en la Facultad de Valladolid, que pronto abandonó para ingresar en el noviciado de la Orden de Hermanos Menores franciscanos. Se ordenó sacerdote y, en Roma, cursó estudios de Filosofía.
Destinado a Madrid, compaginó los estudios de Psicología en la Universidad central con el profesorado en centros de educación especial. Impartió clases de Filosofía de la Ciencia y de Antropología. En 1970 fue nombrado Provincial de la Provincia Franciscana de Santiago.
El 17 de diciembre de 1973 fue designado arzobispo de Tánger y el 22 de mayo de 1982, de Sevilla, sede en la que estuvo al frente hasta noviembre de 2009, uno de los episcopados más longevos de la Iglesia en Sevilla. En 2003 fue nombrado cardenal. En dos ocasiones (1982 y 1993) recibió a el papa Juan Pablo II en Sevilla, la última vez con ocasión de la celebración del Congreso Internacional Eucarístico.
En cuanto al orbe cofrade, fray Carlos Amigo destacó por su apuesta por la igualdad en el seno de las hermandades y la participación activa de la mujer; en este sentido, en 1997 promulgó un decreto sobre las ‘nuevas normas diocesanas para hermandades y cofradías’.
Durante su Pontificado respaldó a muchas corporaciones, como la hermandad de los Dolores del Cerro del Águila o la de los Dolores de Torreblanca. Decretó, asimismo, hasta once coronaciones canónicas de Vírgenes de hermandades de penitencia de la Diócesis de Sevilla.
Hoy respiran aliviados individuos como Censor y Cía, o los de VOX. Se les ha muerto un enemigo que decía cosas así:
«A Amigo no le han gustado las palabras del líder de Vox, Santiago Abascal, en las que se refería al Papa Francisco como «ciudadano Bergoglio». Al respecto ha afirmado que «es el Papa, y si no es un desprecio, al menos no es oportuno. Suena feo».
Un mirlo blanco entre tanta urraca.
Que la tierra le sea leve.