El Grupo Literario Guadiana honra la memoria del autor de El Quijote con una corona de laurel a los pies de su escultura.
Ayer, día del libro, bajo la influencia de Miguel de Cervantes un puñado de miembros del Grupo Literario Guadiana cumplieron un año más con la tradición de depositar una corona de laurel a los pies del monumento a Miguel de Cervantes, obra del escultor Felipe García Coronado (Ciudad Real, 1902-1937).
Fieles a su cita, rindieron homenaje al autor de El Quijote y, tras colocar la corona, símbolo de fama, valor y grandeza, leyeron uno de los pasajes de la universal novela. Posteriormente, algunos de los presentes leyeron versos de libre creación.
Desde hace más de tres décadas, el Grupo Literario Guadiana honra cada 23 de abril la memoria de Cervantes, ante la escultura que preside la plaza que lleva su nombre.