El feminismo vuelve a la calle el 8M para reclamar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y dividido en torno al colectivo trans

Alrededor de un millar de personas se ha manifestado en la tarde de este 8 de marzo en Ciudad Real, convocadas por la Asamblea de Mujeres Feministas de Ciudad Real, para reclamar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Dos años después de la última gran manifestación del Día Internacional de la Mujer, el movimiento feminista ha hecho resonar sus reivindicaciones por las calles de la capital.

La manifestación partía pocos minutos después de las ocho de la tarde desde el Parque de Gasset. La encabezaba con una pancarta el colectivo convocante, seguido de asociaciones feministas, sindicatos y partidos políticos. Tras recorrer la calle Alarcos, la marcha siguió por General Rey, Paloma y Calatrava, para finalizar el recorrido en la Plaza Mayor, donde los asistentes se congregaron alrededor de un escenario. Como en ediciones anteriores, no faltaron los carteles con frases reivindicativas ni los cánticos de protesta.

División en torno al colectivo trans
La movilización concluía con algo de polémica y división en torno al colectivo trans y la categoría sexo del ámbito jurídico. El Colectivo Espinas leyó un comunicado, entre el sonido de algunas sirenas para impedir que se escuchara a la portavoces, en el que rechazaban que se «invisibilice a las mujeres trans, a las racializadas, a las que no llegan a fin de mes, a las lesbianas, porque solo juntas podremos derrocar todo aquello que hace que estemos aquí gritando». «No vamos a permitir ningún tipo de censura ni ningún tipo de exclusión a nuestras compañeras trans, sino que reconoceremos su triple opresión y lucharemos codo con codo con ellas, recordando que la transfobia no es radical sino patriarcal».  En relación a la controversia, el manifiesto oficial de la asamblea convocante recogía: «no permitiremos que se nos borre: si la categoría sexo se elimina del ámbito jurídico, desaparecían en las leyes la protección específica de las mujeres; si desaparece de la estadística, se ignoran los datos que afectan a las mujeres; si el sexo es irrelevante en el deporte, se propicia el fraude y el juego sucio; si los espacios seguros de las mujeres (casas de acogida, baños, vestuarios, cárceles…) no se protegen en base al sexo, se pone en riesgo la seguridad conquistada de las mujeres». «Trans y lesbianas también son hermanas», coreaban gran parte de los asistentes.

«Los fascistas y los machistas se están frotando las manos viendo que las mujeres se desunen así», se ha afeado a quienes se desmarcaban de los postulados de la convocatoria oficial, reclamando protagonismo cuando los manifestantes se congregaban en la Plaza Mayor. «Hoy es el día de las mujeres y el día que haya que hablar de los trans y los homosexuales, se habla; os habéis cargado muchos años de lucha», se reprochaba desde el escenario.

Manifiesto oficial de la Asamblea de Mujeres Feministas de Ciudad Real

«Que nada nos limite. Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que la libertad sea nuestra propia sustancia». Esta frase de Simone de Beauvoir tiene una especial relevancia hoy. Estamos aquí de nuevo, 8 de marzo, en el Día Internacional de las Mujeres, una fecha para exigir la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, así como para denunciar las desigualdades que todavía padecemos en muchos ámbitos de la sociedad.

Queremos dejar claro que no permitiremos que se sigan vulnerando nuestros derechos, los derechos de las mujeres: exigimos igualdad y que cesen las violencias y discriminaciones que sufrimos en todos los ámbitos.

No permitiremos que se nos borre: si la categoría sexo se elimina del ámbito jurídico, desaparecían en las leyes la protección específica de las mujeres; si desaparece de la estadística, se ignoran los datos que afectan a las mujeres; si el sexo es irrelevante en el deporte, se propicia el fraude y el juego sucio; si los espacios seguros de las mujeres (casas de acogida, baños, vestuarios, cárceles…) no se protegen en base al sexo, se pone en riesgo la seguridad conquistada de las mujeres.

Seguiremos luchando para que nuestras voces se oigan en todos los espacios sociales y de participación.

Queda mucho por hacer. Hoy y todos los días son jornadas de lucha por derechos aún no conseguidos, y acabar con cada una de las formas de violencia contra las mujeres que perduran en las sociedades de todo el mundo.

Recordamos con dolor y rabia a las víctimas asesinadas, ya 14 en nuestro país en lo que llevamos de año y 78 el año pasado. La tarea será ardua, larga y a veces pensaremos que es utópica, pero las mujeres que dieron su vida por el feminismo, las que luchan hoy y las que nacerán mañana, no merecen que nos rindamos. Las generaciones venideras merecen un mundo en el que exista igualdad entre mujeres y hombres: una sociedad más justa, más libre… una sociedad mejor.

Son aún muchos los objetivos por alcanzar, los obstáculos que superar y los desafíos que tenemos por delante. Hoy, 8 de marzo, reivindicamos la necesidad de unir fuerzas y apelamos a la gran alianza de las mujeres y del movimiento feminista.

No dejamos de recordar a las mujeres, niñas y niños que sufren la violencia en zonas de conflicto por su condición de vulnerabilidad.

Por nosotras, por nuestras hijas, por nuestras nietas, por la que asesinaron, por todas gritamos: EL FUTURO SERÁ FEMINISTA O NO SERÁ. QUE VIVA LA LUCHA DE LAS MUJERES.

Manifiesto del Colectivo Espinas

Desde el Colectivo Espinas queremos recordaros que hoy estamos aquí para luchar contra cualquier tipo de subordinación y opresión patriarcal y de clase; que es el capitalismo el que nos hace volver a reunirnos por perpetuar nuestra condición y por perpetuar el patriarcado.

No van a vendernos su discurso, no vamos a permitir que mercantilicen esta lucha las mismas multinacionales que explotan a mujeres obreras que no llegan a fin de mes a la vez que el patriarcado les oprime en sus propias casas, cargando sobre sus hombros las tareas de cuidados.

Estamos aquí para impedir que se invisibilice a las mujeres trans, a las racializadas, a las que no llegan a fin de mes, a las lesbianas, porque solo juntas podremos derrocar todo aquello que hace que estemos aquí gritando. Desde el Colectivo Espinas NO vamos a permitir ningún tipo de censura ni ningún tipo de exclusión a nuestras compañeras trans, sino que reconoceremos su triple opresión y lucharemos codo con codo con ellas, recordando que la transfobia no es radical sino patriarcal.

Por otro lado, no permitiremos que el día de hoy adquiera matices de festividad. Es el día que representa la lucha que llevamos a cabo todos y cada uno de los días del año, cuyo origen no podemos olvidar si queremos recordar por qué estamos aquí.

Por último, queremos citar a Kollontái: “Cada distinción especial hacia las mujeres en el trabajo de una organización obrera es una forma de elevar la conciencia de las trabajadoras y acercarlas a las filas de aquellos que están luchando por un futuro mejor. El Día de la Mujer Trabajadora y el lento, meticuloso trabajo llevado para elevar la auto-conciencia de la mujer trabajadora están sirviendo a la causa, no de la división, sino de la unión de la clase trabajadora. Dejad que un sentimiento alegre de servir a la causa común de la clase trabajadora y de luchar simultáneamente por la emancipación femenina inspire a las trabajadoras a unirse a la celebración del Día de la Mujer.”

Recordad: ¡Obreras y estudiantes, unidas y adelante!