El Complejo Industrial de Repsol en Puertollano se ha consolidado como uno de los referentes del sector energético en cuanto a presencia de liderazgo femenino. El número de mujeres que ocupan puestos de responsabilidad en diferentes áreas, comenzando por la propia dirección, se ha incrementado de manera notable y actualmente más del 34% de los líderes son mujeres que dirigen equipos en puestos muy técnicos y con un alto nivel de exigencia. En marzo de 2021, la cifra era del 27%.
Áreas como Medioambiente y Seguridad, Fiabilidad, Electricidad, Diferenciación, Producción, Personas y Organización, etc. están lideradas por mujeres y en algunos casos, ocupando la máxima responsabilidad: directoras, subdirectoras, jefas de especialidad, de operación, de planta… son habituales en un sector históricamente masculino, según informa la compañía.
“Nuestro Comité de Dirección, el máximo órgano de responsabilidad de un complejo industrial, es paritario: lo conformamos tres mujeres y tres hombres y la dirección la ostenta, desde 2018, Rosa Juárez, siendo además la primera mujer en asumir este puesto en un complejo petroquímico en España”, explica Ana Belén Cifuentes, subdirectora de Seguridad, Calidad y Medioambiente del Complejo Industrial de Repsol en Puertollano. Estos datos, dice, “avalan el hecho de que Repsol es una empresa comprometida con la igualdad de oportunidades, que apuesta por los equipos diversos y por aprovechar el talento femenino”.
Dácil Suárez, subdirectora de Personas y Organización en Puertollano subraya que “existe igualdad de oportunidades en Repsol, es algo que tenemos muy interiorizado como organización y que está reflejado en nuestro Plan Estratégico 2021-2025 con compromisos de incrementar el ingreso de mujeres tanto en puestos técnicos como en el ámbito de la gestión”.
Ambas son un claro ejemplo de progresión profesional en puestos que nunca antes habían ocupado mujeres. “Fui una de las primeras mujeres en ocupar el puesto de jefa de Fábrica en Puertollano, trabajando a turnos y en jornadas de 12 horas cuando era necesario”, asegura Cifuentes. También fue la primera mujer en ser jefe del área de Movimientos y Entregas y ahora asume la dirección de áreas que son vitales para el funcionamiento diario del Complejo Industrial.
“Desde mi posición – explica – me toca cambiar la imagen masculinizada de líder que la gente tiene en su cabeza, cambiar las reglas del juego y contribuir a dar visibilidad a las mujeres”. Para ella un reto importante es “tener como aliados en ese reconocimiento a hombres y mujeres por igual, porque debemos tener muy claro que los trabajos, los puestos, no tienen género”. Nunca, dice, “se me ha exigido más por ser mujer” pero tampoco ha dado menos de sí misma, subraya.
Dácil Suárez, es de la opinión de que hay que aprovechar de manera positiva la diversidad entre hombres y mujeres. Asegura que el rasgo diferenciador entre ambos géneros “es algo natural e inherente a la diversidad de género”. “Eso debemos verlo como una oportunidad positiva para aportar valor porque mejoras mucho el resultado del equipo”, asegura.
A su juicio, el hecho de poder asumir funciones de liderazgo supone un plus en la formación del profesional. “Vives en primera persona las dificultades, el día a día, pero a la vez eres parte integrante de la solución -indica-. Cuando asumes una posición de dirección creces mucho profesionalmente porque te aporta una visión más global del negocio y te enriqueces con la aportación de tus compañeros de equipo”.
Un sector en transformación
Actualmente la industria energética está asistiendo a una transformación que ofrece oportunidades para cambiar el sector en muchos aspectos. Conseguir la igualdad de género es una de ellas, por eso el objetivo de Repsol es captar todo el talento disponible en el mercado.
Desde hace años el porcentaje de contratación de mujeres y hombres en el Complejo Industrial de Repsol en Puertollano es del 50-50, accediendo a los mismos puestos. Por ejemplo, el 49% de las mujeres trabajan a turnos como operadoras de área, analistas de laboratorio, panelistas y jefas de turno.
Laura Bello, gerente de Fiabilidad, Marta Galán, gerente de Procesos y Diferenciación del área Química y María Larrad, técnico de Paradas son testigos de esos avances. “Afortunadamente – asegura Bello – Repsol ofrece oportunidades en función del desempeño y las competencias de cada persona, y no en función del género. Las relaciones con mis compañeros son de equidad, las distinciones son las derivadas de la experiencia, el puesto, pero no del género”, añade.
Marta Galán explica: “Nunca me he sentido cuestionada en mi carrera profesional en Repsol por ser mujer. Desde un primer momento, con esfuerzo y trabajo, he conseguido ganarme la confianza de mis equipos, compañeros y jefes sintiéndome siempre respetada y valorada”.
En esa misma línea se muestra María Larrad, la única mujer en el equipo de Paradas del Complejo Industrial de Puertollano. “Desde que entré a trabajar en Paradas, me he sentido con las mismas oportunidades que el resto de mis compañeros, no me he sentido cuestionada en ningún momento. Creo que he tenido mucha suerte de entrar en este departamento”. “Espero que muchas mujeres puedan vivir esta experiencia”, puntualiza.
Todas entienden el liderazgo sin sesgo de género. No se ejerce mejor desde una visión masculina o femenina. Para Ana Belén Cifuentes, en la sociedad persisten aún ciertos sesgos inconscientes “comentarios o prejuicios que están tan interiorizados que salen solos”. “Nuestro papel es cambiarlo con nuestro liderazgo, y con naturalidad, asumiendo que los tiempos han cambiado”, añade.
Dácil Suárez asegura que para un líder “no hay mayor responsabilidad que representar la carrera de las personas, potenciar y reconocer su talento. A partir de ahí, el esfuerzo y el trabajo es inherente a la carrera profesional, de la misma manera que afecta a los hombres”.
Laura Bello considera que el liderazgo debe entenderse siempre desde la perspectiva de la igualdad: “todos somos importantes, somos como los engranajes de un mecano, todas las piezas deben de encajar y funcionar perfectamente para que éste se mueva”.
Marta Galán asevera que el reto más importante al que se enfrenta cualquier persona en un puesto de liderazgo es ser capaz de inspirar y motivar a su equipo para conseguir los mejores resultados. “Visión, anticipación y flexibilidad también son retos importantes que debes tener muy presentes en tu liderazgo”, declara. Para María Larrad, el principal reto de cualquier líder es la educación. “Decir las cosas con firmeza y sobre todo ganarse el respeto y la confianza de sus colaboradores, es lo que marca la diferencia”.