Las personas que generalizan se equivocan siempre, y esto lo digo con pesar, porque estoy usando una generalización. Levantan enormes certidumbres con tanta paja de falacias de confirmación (sesgo cognitivo inductivo, la vulgar memoria selectiva) que no llegan a soportar siquiera el soplo destructor de un lobito bueno. La navaja de Occam se mella también a menudo, porque subestima la ignorancia y la torpeza de los hombres. Estos prefieren siempre las verdades más claras y generales, y dejan que se les vuelen los cisnes negros (2008, pandemia, Putin…).
No estoy hablando de cebras en vez de caballos, sino de trípedos, cuadrúpedos y quintúpedos de mil especies diferentes. Si, como dijo Borges, el más notorio atributo de lo real es la complejidad, nunca se acierta lo suficiente a causa de minucias particulares, sorpresas, enredos de Ariadna, detalles tortuosos, apéndices y frondosas notas a pie de página. Y así un Nadal siempre peligroso puede derrotar a un algoritmo calculado para ganar siempre.
Es cierto que algunas partes de lo general parecen homólogas y fractales, en todo semejantes a sí mismas; que, incluso si se pega un salto de un kilómetro para arriba, se distingue un orden o urbanismo regulador, una red de ríos y caminos que ata la tierra. Pero eso es también una generalización. En política es lo mismo. Maquiavelo, Hobbes y Kissinger generalizan un mal menor para que no sobrevenga un mal mayúsculo e incontrolable, por ejemplo una guerra nuclear en Ucrania, pero lo único que con eso consiguen es hacer triunfar al monstruoso demonio Leviatán en el patio trasero de casa, donde se entretiene jugando al genocidio. Para el poder, según el florentino, «es más seguro ser temido que ser amado», matar a cien para no tener que matar a diez mil, pero en realidad lo que quieren es no terminar con un asta de bandera en el culo, cual Gadafi. Las cuentas nunca les llegan a salir a los autócratas, como a Stalin los planes quinquenales o las estadísticas, o son tan creíbles como las mentiras de Putin. El futuro imprevisible siempre los desborda, porque nadie puede controlar las consecuencias de las causas incontrolables.
Esas enormes certidumbres engañosas siempre están construidas de la misma manera bipolar: un eje claro discierne binariamente entre el chocolate blanco y las cosas espesas. O esto o lo otro. Y no le dan más vueltas, porque en ese caso tendrían que gobernar y no limitarse a mandar; pero las aguas revueltas y turbias siempre terminan por dejarlos en evidencia. Por eso siempre son mejores los gobiernos difíciles, de coalición, donde todos se vigilan entre sí, como afirmaba nuestro periodista del XIX, Félix Mejía.
Todo esto tiene que ver con la manipulación comunicativa tan descomunal que se ha ejercido y ejerce desde que se constituyó la sociología como ciencia aplicada, esto es, propaganda, a principios del XX. No en vano uno de los temas más socorridos de la literatura moderna es la desaparición de la realidad, algo que ya padeció nuestro pobre Alonso Quijano. Solo hay que recordar las claras tinieblas de época nazi, de franquista, de comunista y de consumista (con las mismas letras estas ambas y casi igual maldad).
Unos pocos que han conservado algo en su pelada cabeza lo cuentan muy bien, como David Saavedra en sus Memorias de un ex nazi. Veinte años en la extrema derecha española (2021), escritas por un hombre que, entre sus extraños pasatiempos, hacía una lista de los judíos de Pontevedra, algo que incluso me alarma a mí, que tengo algo de sangre judaica, no precisamente sefardí, sino askenazí, como me ha referido un análisis genético. Para los fanáticos solo hay un adentro y un afuera, y desde luego ningún «contorno» como los que dibujamos aquí. Para darse cuenta de las dimensiones olímpicas del engaño que nos es inferido o infuso con la espuma de estas burbujas que parecen algo y no son nada y pensar con un mínimo de limpieza hace falta todo un examen de conciencia (me refiero de la propia, no la que tomamos de afuera) y un auténtico striptease de trapos, sesgos y harapos ideológicos mamados desde la infancia por televisión, radio, enseñanza, socialización, publicidad, roles, convivencia y lectura. ¿Por qué tienen que ser catalanes los catalanes? ¿Por qué son paletos y vulgares todos los americanos? ¿Por qué siempre hay que escoger una mentira?
Y vamos redescubriendo las miserias de nuestros antepasados: somos nosotros los que somos paletos y vulgares, somos lo que queda de la emigración forzosa de nuestros padres, del trasiego del campo tradicional sanchesco a la delirante ciudad que vacía las aldeas; somos el rencor de lo que se perdió en la guerra de Cuba, en la Guerra civil y en tantas otras, siempre perdidas, y se ganó con los humillantes acuerdos de las bases americanas, etcétera. Y todas esas cosas que no se hablan porque serían redundantes, grabadas a fuego en nuestros prejuicios. De manera que, como quería Edgar Allan Poe, para ir a donde nunca se ha estado hay que negarlo todo sin ser negacionista, renunciar a la seguridad de las mentiras, y quedarse a solas con esa cosa tan poca que es el yo.
Contornos
Ángel Romera
http://diariodelendriago.blogspot.com.es/
No me he enterao de ná salvo esto de «No en vano uno de los temas más socorridos de la literatura moderna es la desaparición de la realidad, algo que ya padeció nuestro pobre Alonso Quijano.» Pues, da que pensar sí, porque me da a mí que la posmodernidad va de eso y algo más, de rechazar la realidad cuando no me gusta o no se ajusta a mis esquemas. Todo muy propio de los totalitarios de todo lugar y época.
En fin, que no parece muy feliz el articulista. Tampoco este mundo es para estarlo mucho, pero ninguno lo ha sido, c´est la vie.
Se ha hecho un Millás, Romera.
Desde la inteligencia y la humildad. Se agradece porque, en estos días, de lo que hay excedente es de presuntos expertos en geopolítica y geoestrategia. Pero también sobran los que escriben desde el desconocimiento de las más elementales nociones de Historia Contemporánea. Hace un rato leía un artículo de no recuerdo quién en La Tribuna de C.Real . En él se dice que el imperialismo de Putin viene inspirado de la URSS. Como si el imperialismo ruso, incluso el paneslavismo, no hundiera sus raíces en la Rusia zarista. La expansión rusa se desarrolló a los largo de 450 años. Su inicio data de 1542 y termina en 1991.
Ivan III, Basilio III, Ivan IV … hasta los Romanov que llegaron al poder y la expansión del zarismo fue una constante.
Salud para parir artículos honestos y de calidad, Romera.
Hoy, ayer y siempre: No a la guerra.
Bravo maestro, has puesto sobre la mesa el talón de Aquiles de los populistas con cerebro de ameba, sean del sesgo que sean:” el más notorio atributo de lo real es la complejidad”. Esa frase es la Piedra Roseta que ayuda a definir todo este carajal en el que nos encontramos desde que existen las redes sociales y todos somos un emisor de ruidos ideológicos o repetidor de señales confusas.
El mensaje que triunfa en estos movimientos tan peligrosos, tan alejados de la socialdemocracia bendita, que tanta gloria ha dado a Europa, es simple cual mecanismo de un chupete. Lo que me lleva también a otro mensaje esencial que has escrito: para los fanáticos solo hay un adentro y un afuera, y desde luego ningún «contorno». Es decir, quitarle cualquier sesgo humano al enemigo para que no haya problema en eliminarlo físicamente. Aunque sea tu vecino que vota a Ciudadanos…
Cuando los progresistas recibimos el insulto diario de la extrema derecha, va siempre en ese sentido. El objetivo es deshumanizar. Uno de sus objetivos más radicales, también. Ahora se vuelcan con Ucrania tanto como reniegan de los mismos desheredados que vienen de África. Mismos seres humanos, diferente color o religión. Razón suficiente para quitar el contorno y demonizar. Y en el tema Ucraniano lo hacen refiriéndose a un Putin Comunista y no conservador y zarista para atacar a la izquierda española, de jajá. Pero es que, encima, les cuela el mensaje entre su clientela analfabeta funcional.
Sin embargo, me deja un poco “raro” lo que dices de tener que escoger siempre una “mentira”. Creo que entre tanto mensaje manipulador y trumpista, siempre hay una verdad indiscutible. En este caso esa única verdad indiscutible son los ya casi 800.000 seres humanos que han salido por patas de Ucrania y que debemos ayudar como sea. Mi casa es refugio para el que lo necesite, como lo ha sido en varias ocasiones para los que vienen del Sur.
Y animo a todos los votantes de VOX que trolean en MCR a que, en vez de “generalizar”, pasen por Moncloa a por un arma, ahora que las reparten, y se vayan a Ucrania a librarnos del “Comunista” Putin. Nosotros ya si eso, echamos una mano desde aquí….no te jode.
Prefiero llevarte a Venezuela y Cuba allí como en Rusia y Bielorrusia pa dejarte allí y que no vuelvas. En un pequeño barco cabeis todos los extremistas idiotas como tú. Sencillo, breve, realista.
Si con eso dejo de ver tus gilipolleces lo firmo.
No a la guerra.
La Secretaría de Estado de Memoria Histórica ha financiado una investigación arqueológica sobre 268 fosas comunes de la Guerra Civil. ¿Resultado? el 67% de las fosas son de civiles nacionales asesinados en la retaguardia republicana. Solo 6 fosas de la retaguardia franquista.
El nuevo currículum de primaria de Sánchez y socios comunistas elimina los dictados, análisis sintáctico y las conjugaciones. Mientras aparece “el compromiso con el desarrollo sostenible y la convivencia igualitaria”. Quieren convertir a nuestros hijos en Irenes Monteros.
Como ha cambiado todo desde que la máxima prioridad de Pinocho fuera sacar a Franco del ataúd mientras las cámaras lo filmaban. Desde entonces todo han sido desgracias (la pandemia, el volcán, la guerra). Ojalá hubiera sido tan eficiente resolviéndolas como profanando.
Somos la voz del pueblo:
Nos vamos a un chaletazo
Bajaremos la luz:
Luz más cara de la historia
Cuidaremos de los más débiles:
Pagamos en B a las asistentas.
VOX es socio de Putin
No queremos que se manden armas a Ucrania
La lógica no lógica de la izquierda.
“La guerra nunca es el camino”. Déjate invadir.
Pero algunos se empeñan en someter a otros por la fuerza. Al no ser la guerra el camino, estamos condenados a la servidumbre. ¿Es eso?
Moralina de baratillo para cubrir la más cruda complicidad con el invasor.
La apuesta por las vías diplomáticas tiene que ser real y traducirse en hechos concretos. Contribuir a la escalada bélica puede llevarnos a un escenario impredecible y muy peligroso. La guerra nunca es el camino.
https://t.co/tdgZi1WqMJ
Si el invasor fuera EEUU otre galle cantaría
https://www.publico.es/tremending/2022/03/01/el-mundo-necesita-mas-chefs-jose-andres-y-menos-tiranos-aplausos-por-la-ayuda-del-cocinero-espanol-a-los-refugiados-ucranianos/
El gran José Andrés, casi nada. Sus armas son la humanidad y la comida. Desde ya candidato a Nobel de la Paz.
Pero obseso, si José Andrés no puede ver a los ultraderechistas JAJAJA. Buscas apoyo donde no lo hay. Llegaras a ser toooonto.
Bueno, el verdadero objetivo de Vladimir Putin es hacerse con el sur y el este de Ucrania. Después, pretende constituir un vasto corredor, un «continuum territorial», desde Crimea hasta el Dombás. Al parecer, Kiev solo es un señuelo……