Francisco Martín-Carnerero ya reposa en un nicho familiar del cementerio de Manzanares, después de casi 82 años. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha hecho entrega a su hija María de sus restos identificados genéticamente. Es el primer identificado de los 33 cuerpos que fueron exhumados en dos fosas comunes el pasado mes de mayo en el cementerio de Manzanares.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha hecho entrega este sábado de los restos identificados de Francisco Martín-Carnerero, que han sido recibidos por su hija María que, a sus 91 años, ha vivido ese momento «con una intensa mezcla de emociones» en las que se alternaban «la alegría y la tristeza».
«Parece un sueño», ha manifestado María en más de una ocasión cuando en la casa familiar se le ha hecho entrega de la urna con los restos de su padre, además de una pequeña caja de madera que contenía unos botones que aparecieron asociados a su cuerpo durante la exhumación que llevó a cabo en el cementerio de Manzanares el pasado mes de mayo, según ha informado la asociación en nota de prens.a
María ha recordado «con dolor» cómo se llevaron de casa a su padre, «lo terrible» que fue su asesinato y «la dura vida» de su familia a partir de ese momento.
Después de abrazar la urna visiblemente emocionada, su familia la ha acompañado hasta el cementerio de Manzanares donde Francisco ha sido enterrado por fin en un nicho familiar.
En el acto también han estado presentes miembros del Colectivo Memoria Histórica de Manzanares. Ellos realizaron la investigación previa y promovieron la exhumación de las dos fosas que se llevó a cabo el pasado mes de mayo. Hoy han estado presentes y han depositado unas flores con los colores de la república. Para José Luis de Gracia, bisnieto de Francisco y uno de los promotores de la exhumación, «ha sido un emotivo acto de reparación, solemne y cercano y es algo que tenía que haber ocurrido hace mucho tiempo».
Varios voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica se han desplazado desde Galicia, El Bierzo y Madrid para participar en el acto.
Francisco Martín-Carnerero Alcarazo, vecino de Manzanares y miembro de la Policía Municipal desde febrero de 1936, fue movilizado con el Ejército de la República en mayo de 1938. Afiliado a la UGT, fue detenido el 6 de abril de 1939, unos días después del final de la Guerra Civil, y condenado a pena de muerte por adhesión a la rebelión en el juicio sumarísimo 2828 que se celebró el 18 de junio de ese mismo año. Fue asesinado el 25 de octubre de 1940 cuando tenía 36 años y enterrado en una fosa común en el cementerio municipal de Manzanares.