Llevaba varios días intentando darle una vuelta de tuerca a mi relación con lo que estaba pasando. Pero hasta la fecha, seguía atrapada en esa forma de comportarme, indiferente y cruel. Sé que tenía motivos para continuar oculta dentro de mi coraza, protegiéndome del dolor que produce haber pasado por esas humillaciones. Le llaman bullying, o eso he oído en las noticias, donde cuentan historias de gente como yo. Pero claro, esas cosas pasan en otros reinos.
Nadie debería ser punto de mira de burlas, pero era lo que había. Mientras tanto, en mitad del pasillo que lleva a mi clase, se sucedían las fotos y videos, que posteriormente serían la excusa perfecta para chismes y risotadas. Al más estilo Hollywood, se generaban las tomas enriquecidas con empujones y cachetadas, para darle fuerza al argumento. La mayoría hacen como que no te ven o que no es su tema, pero se equivocan, cualquiera puede llegar a esta alfombra roja, en la cual eres ser el mejor, y consagrarte con una estatuilla en color oro, recubierta de rencor.
Los más débiles somos los actores principales, con poco caché y buen tirón en las redes. Ideales para alzarnos con los galardones ganadores. Si eres capaz de devolver alguna de las acometidas, tendrán miles de likes ganadores que correrán como la pólvora. Correr da puntos y esconderse genera intriga, superando la cantidad de whasapp reenviados.
Todo listo para comenzar: 3, 2, 1…luces, ¡acción!
Un buen alegato contra esta lacra…
Relato sencillo y sentido.
El «bullying» es una problemática social y mundial.
Los niños absorben del entorno y replican lo que ven en el colegio…..