Sin embargo, una “agujero” de medio billón de pesetas no se tapa de cualquier manera; su profundidad es tan grande que compromete al sistema financiero español y entonces no queda más remedio que tomar medidas, como intervenir la entidad. Sólo así puede entenderse que Barreda se niegue a que en las Cortes Regionales pueda esclarecerse lo sucedido por medio de una comisión de investigación. Aunque traten de evitar el enorme daño que a la credibilidad del Gobierno regional le supone bloquear esta comisión, y digan -tratando de engañar a todos- que se investigará más tarde, y una vez que el Banco de España termine su trabajo. Todo es falso; lo cierto es que el PSOE de Barreda no quiere que la verdad se sepa. El parlamento regional, de nuevo ha sido condenado (¿Cuantas veces van?) a ser una cámara ajena a la realidad de la Región, de nuevo ha sido puesto de rodillas y al servicio de los oscuros intereses del Gobierno de Barreda.
Si analizamos con detenimiento el argumento veremos su falacia. Para entenderlo basta enunciarlo de modo claro, sin eufemismos, por ejemplo así: Cuando el Banco de España nos diga lo que ha pasado, entonces investigaremos; y si por el camino la cosa mejora, menos explicaciones habrá que dar. Sin embargo, el Banco de España ya ha empezado a dar explicaciones y la cosa no mejora. Muy al contrario, cada día es un nuevo escándalo. Hace apenas cuatro días se conocía parte de su informe en el que, según el medio de comunicación que lo hace público, se afirma lo siguiente: la «deficiente» gobernanza de la entidad socavó «su solvencia y su viabilidad”.
Cada día que pasa, cada noticia que conocemos en relación con CCM presenta un panorama más sombrío y cuajado de irregularidades. Cada día que pasa, el Gobierno se hace más cómplice del desastre. Hoy ya sobreabundan los datos que exigen explicaciones. ¿Por qué entonces el gobierno de Barreda se niega a darlas? ¿Por qué la Consejera responsable reconoce fuera de las Cortes regionales errores que niega dentro? En mi opinión por la sencilla razón de que economía regional y CCM son lo mismo. El Gobierno de Barreda diseñó, y Moltó ejecutó lo diseñado; esta es la razón por la que se niegan datos y se falsea la realidad. Sino ¿Cómo es posible que, después de conocer los últimos indicadores socioeconómicos de Castilla-La Mancha, y tras 3.000 millones de Euros de supuesto agujero en la Caja, estemos como estamos? ¿Cómo es posible que medio billón de pesetas más tarde, Castilla-La Mancha sea la única región de España en deflación y con su principal Caja quebrada e intervenida? , ¿Para qué ha servido el ahorro de los cientos de miles de clientes de CCM? ¿Quiénes son los que han recibido ese dinero y ahora no lo devuelven? ¿En que se ha empleado? Mucho me temo que para financiar proyectos tan ruinosos y especulativos, como vacíos de valor añadido para la región.
En este punto, me llama mucho la atención una vieja “letanía” de Barreda, en la que se autoproclamaba el primer socialista en reconocer la crisis. Ya se sabe que Zapatero la negó, e incluso nos llamó antipatriotas a quienes veníamos avisando de ella. Pero Barreda, gran jugador de ventaja, pensó que era bueno reconocer lo que decía el PP, y con él toda España, para tener un gesto a la galería y ganar puntos electorales. Hoy sabemos que aquello, como casi todo en su gobierno es puro decorado. Si fue el primer socialista en reconocer la crisis, cómo puede hoy decir su vicepresidenta económica que nadie podía prever sus efectos hace dos años. Si de verdad previeron la situación que se nos venía, como era su obligación de gobernantes, ¿Qué hicieron para anticiparla? A lo que se ve NADA. O mejor dicho nada como siempre; dejarse arrastrar por los acontecimientos en busca de sus únicas dos recetas conocidas: Esperar a que otros nos saquen del problema, y en caso de que esto no se produzca, buscar un enemigo externo para responsabilizarle de su propio fracaso.
Desde hace más años de los que una economía aguanta, Castilla-La Mancha se ha convertido en una región donde la minoría gobernante y sus amigos (no tanto del alma, como de los bienes terrenales), dictan lo que es correcto y lo que no lo es. De este modo se ha producido una perversa simbiosis en la que unos, el Gobierno, se ocupan de fortalecer ese régimen y garantizar favores políticos, mientras los otros los reciben encantados y a la vez y a cambio, solo a cambio, apoyan al gobierno. Se intenta por todos los medios adormecer a la sociedad. CCM ha sido el buque insignia de una forma de entender la economía regional basada en la estridencia mediática de las declaraciones grandilocuentes, a mayor gloria de sus gobernantes y de la Castilla-La Mancha oficial, pero sin sustento ni beneficio para la región real. Resulta patético ver hoy como los que anteayer vendían sus enormes logros, hoy echan la culpa a la crisis internacional, a la subida o a la bajada del petróleo, esto da igual, o los bancos, esos mismos que ellos han dirigido. Resulta verdaderamente grotesco observar como habiendo un presidente socialista en España, como habiendo sido nombrado Gobernador del Banco de España un socialista como MAFO, quebrando por primera vez en la historia una tradición de neutralidad política.; como en Castilla-La Mancha el PSOE es hegemónico como partido en el gobierno, al punto de nombrar a otro socialista como Moltó presidente de CCM; aún algunos responsables políticos, como no socialistas buscan la culpa de todo lo ocurrido en CCM en el Partido Popular y en Mª Dolores Cospedal.
Como compendio de esta filosofía política escuche hace poco una frase que resumía este “zapateriano” modo de “gobernar”: “Contra el PP vivíamos mejor”. Y lo más curioso es que aun siendo una barbaridad en su enunciado, encierra una gran verdad. Cuando el Partido Popular gobernó en España, no hablábamos de crisis, sino de superávit en las cuentas públicas; no se hablaba de paro, sino de pleno empleo como meta al alcance de los dedos; la seguridad social como sistema gozaba una salud de hierro; la confianza en el sistema era absoluta, el consumo favorecía la creación de empresas, y éstas creaban empleo. Todos vivíamos mejor, incluso los dirigentes socialistas, pues cumplían su papel institucional de oposición, en lugar de actuar como hoy, es decir, como oposición a la oposición.
