Texto: César Muñoz Guerrero. Fotografía: Juan Ramón Lorente.- Han pasado cuatro años desde que Zocho presentara su EP Resaca de amor. Ahora ya tiene listo su primer álbum, El latido de una flor, que consta de diez temas a los que él llama pétalos. El estilo es continuista en cuanto al punto flamenco, pero le ha agregado el toque más atrevido, «no diría que rockero», de la guitarra eléctrica Fender. Le han influido, sobre todo, músicos españoles como Camarón de la Isla, Extremoduro, India Martínez o Antonio Orozco.
Pero lo más novedoso del disco, destaca el cantante, es que se trata de una edición limitada y exclusiva que «se puede respirar, escuchar y sentir». Con esto se refiere a la carpeta perfumada, que lo convierte en una obra hecha para el deleite de varios sentidos. Un comprador experimentado diría que parece un producto de cuando la música era algo serio y el oyente disfrutaba de todo el trabajo, desde el libreto con las letras y los créditos hasta cada segundo de escucha.
El repertorio luce la producción limpia que distingue a Zocho. «He calculado hasta el mínimo detalle. He buscado un sonido envolvente con las dobles voces, que son mías, y los violines», estos últimos a cargo de Gema Gómez-Pimpollo, colaboradora habitual de su proyecto.
Entre las canciones las hay más movidas, como El aire en ti, El árbol de las cigüeñas o Me va a faltar una vida, y más reposadas, como los dos primeros singles Negro como el tizón y Donde morirán las lágrimas. El tercero será El baño de las mujeres. Cristales de atardecer tiene unos ritmos propios del reggae. Y entre todas hay dos que le han ocupado más tiempo: Lapislázuli, por el trabajo que le ha supuesto, y Entre diez colores, que guardaba en los cuadernos desde hacía más de veinte años.
«He querido reflejar el sentimiento del amor a través de las canciones», dice Zocho. El optimismo se percibe desde los títulos hasta el material gráfico, pasando por la música. Son reflejos del tiempo excepcional que pasó su autor cuando lo estaba componiendo: «El momento que vivía era tan bueno que lo tenía que volcar en lo que escribía». Una declaración de intenciones que queda patente a lo largo de todo el disco.
El latido de una flor puede adquirirse en el email zochomusic@gmail.com.