Jesús Millán Muñoz.- Quizás, uno de los negocios más difíciles en la vida-existencia, sea amarse-quererse-autoestimarse de forma correcta, en verdad y bondad, a sí mismo.
Quizás, existan multitud de resortes, en la existencia actual humana, quizás, en las de todos los siglos, por los cuales se sitúan filtros-mallas-redes de todo tipo, para que las personas no estén contentas consigo mismas, que sean capaces de cambiar-modificar-evolucionar lo que deba hacerse, con prudencia y racionalidad y moralidad, y, no se deba cambiar, lo que es inevitable –por ejemplo la edad de cada persona-.
En esta serie de artículos que estoy redactando citando a distintos y distintas columnistas de nuestro suelo con árboles, hoy le ha tocado el turno a Marta Nebot Sánchez, que el día 05 de junio del 2021 en El Público, redactó un artículo titulado Kate Winslet tiene mi edad.
Quizás, debamos hacernos muchas preguntas-cuestiones de diverso tipo, entre otras ¿si se está utilizando el culto al cuerpo, la hipertrofia del valor de la estética-belleza, especialmente, de un tipo, y, no de una amplitud de posibilidades, para controlar a los seres humanos? ¿Mientras los seres humanos, se matan-hinchan-emborrachan de multitud de ejercicios físicos, no negamos que la salud física es necesaria, y multitud de dietas de adelgazamiento, no negamos que la relación de masa corporal, debe ser correcta, pero, si en exceso se nos está llevando a una situación de servidumbre-esclavitud hacia la concepción-culto-adoración del cuerpo…? ¿Y, si este ejercicio, no solo existen multitud de industrias y negocios, que obtienen muchos beneficios, sino que también se tiene-dispone-ata, de una gran parte de la sociedad-pueblo, entretenido-preocupado-infravalorizado-marginado-silenciado-complejificado con esta cuestión…? ¿Olvidando que el ser humano no es solo cuerpo, sino también mente-psique, y, posiblemente también alma-espíritu?
Hay que preguntarse, cierto es que no todo el mundo piensa-siente igual, ni en la misma proporción, que el culto al cuerpo está llevando, está condicionando, la vida a parte de la sociedad, limitando sus posibilidades de desarrollo, de profesión, de evolución social e incluso laboral y afectiva, a las personas, que no tienen unos cánones estéticos, incluso, una edad determinada. Nos pasamos la vida, vistiendo como los jóvenes, peinándonos como jóvenes, aparentando ser jóvenes, en edad y con una determinada figura y proporciones y peso…
Toda en la realidad humana tiene muchas perspectivas-dimensiones-factores-variables-realidades-ópticas-conexiones-puentes, por lo cual, en la realidad humana y social, las ciencias sociales, que apenas, como ciencias tienen dos siglos, todavía están en la edad de la infancia, por lo cual, no nos pueden, en general, ofrecer, suficientes datos empíricos, suficientes conexiones causales demostrables y demostradas de la multitud de factores-variables y funciones-interrelaciones que afectan al ser humano.
Dicho de otro modo, podemos vislumbrar-intuir-percibir algunos factores de causas y realidades, pero no comprender-entender todavía la profundidad-esencialidad de dichos fenómenos y aspectos teóricos y prácticos. Que el exceso culto a la belleza, con un determinada figura-rostro-cara-imagen, determinada cantidad de masa corporal, ni más, ni menos, y, situada en unos puntos más que en otros de la geografía de la biología humana, y, otros elementos, puede llevar a que personas, que tienen cien valores positivos, no se les tenga en cuenta, y, les afecte, a la hora de su desarrollo personal, en multitud de ámbitos –no tener la figura-peso-edad “ideal”-. Y, a personas, que disponen-tienen errores graves, de otro tipo, morales y psicológicos, se minimicen, porque, disponen de un cuerpo según las medidas del momento actual.
Podríamos indicar, en este modesto artículo, multitud de datos, encuestas, análisis, consideraciones desde un punto de vista y otro. Pero, hemos pensado construir esta escultura de palabras, con sentido común, prudencia, racionalidad, pruebas y datos y argumentos, diríamos, de simple intuición. No abrumar con datos-noticias-argumentos-causas estadísticos, sino con la percepción normal de ser conscientes, que quizás, en este tema, sin darnos cuenta, nos estamos dirigiendo a un punto, que ya traspasa todos los límites de la moralidad racional correcta.
Por fin, la humanidad, está consiguiendo que los cojos o sordos o ciegos o paralíticos, personas con discapacidad, en cualquier temática, seamos conscientes, que esas personas tienen la misma dignidad que el resto de los seres humanos, los mismos derechos humanos, que puedan realizar una vida normal en todos los sentidos, con los dolores y las alegrías, que el resto de seres humanos. Ahora que estamos consiguiendo que la humanidad, acepte por fin, que alguien que tenga una discapacidad, puede ser-estar en esa realidad-circunstancia-condición, pero posiblemente, en otras funciones humanas, es superior a la media de la población…
Ahora, decíamos, que estamos a punto de conseguir, que la discapacidad se perciba, no solo como un problema, sino incluso, como una potencialidad positiva, y, que esas personas, al final, todos tenemos alguna discapacidad, en mayor o menor grado, más visible o menos, que esas personas tengan todos los derechos… Ahora, que por fin la humanidad está consiguiendo esta meta social, que se ha tardado docenas de miles de años, ahora, silenciamos-marginamos-ninguneamos-infravaloramos a personas, por no tener la edad de ser ya jóvenes, o por no tener el cuerpo físico, que alguien ha reglamentado. Después, de tantos siglos, en la calle se dice, que tal y tal marca, no hace ropa para ellos o ellas, porque tienen unos kilos de mas… ¡¿Hemos perdido una mínima racionalidad moral…!?