Podemos Castilla-La Mancha ha denunciado lo que podría ser «una trama de corrupción sistémica ligada a la destrucción del medioambiente de Castilla-La Mancha» al hilo del nuevo juicio abierto contra Manuel Borja (PP), alcalde de Membrilla (Ciudad Real) y vicepresidente de la Federación Española de Municipios y Provincias en Castilla-La Mancha, por su presunta permisión de vertidos ilegales de aguas contaminadas que afectaron al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.
Este juicio, señalan, se suma ahora al proceso abierto también contra otro alcalde del PP, César Urrea, por el incendio de la planta de reciclado de Chiloeches (Guadalajara) en el que se considera «uno de los mayores procesos judiciales de la historia de la región», con más de 120 testigos, y en el que se piden hasta 144 años de cárcel para las 21 personas investigadas, entre las que destaca «el exviceconsejero de Medioambiente, Sergio David González, que desempeñó sus funciones bajo el mandato de Emiliano García-Page.
Para José Luis García Gascón, coordinador autonómico de la formación morada en Castilla-La Mancha, estos procesos «son solamente la punta del iceberg» de lo que califica como «un entramado mucho más amplio y complejo que los casos puntuales que se puedan conocer».
Así, ha recordado otros casos como el de los dos veterinarios de la Junta de Comunidades que «fueron apartados de sus puestos» por el Ejecutivo de García-Page tras denunciar irregularidades en la cárnica Incarlopsa «que, casualmente, había donado 400.000 euros a la Fundación Impulsa, encargada de la publicidad institucional de la Junta» y que tuvieron que ser readmitidos por imperativo judicial.
«Se trata de una trama de corrupción sistémica ligada a la destrucción del medioambiente que permite presuntas irregularidades y favorece los intereses de quienes les ayudan a mantener el poder y el control de las diferentes administraciones», ha denunciado la formación en nota de prensa.
En este sentido, García Gascón cree que «la escuela de Bono y Cospedal está lastrando el futuro de esta Castilla-La Mancha cada día más contaminada y más despoblada», pero que «debates como el del bulo de las macrogranjas ayudan a visibilizar sus mentiras y a que se retraten».
Por ese motivo, ha pedido a la ciudadanía de la región «que no se conforme y que denuncie ante cualquier irregularidad».
«Tenemos una responsabilidad para con el futuro de nuestra tierra y nos corresponde denunciar y sobre todo articular una alternativa social y política a sus tramas y a su modelo de vertedero», ha concluido.
