Desde “Apedal”, asociación de ciclistas de Ciudad Real, ante la noticia aparecida en este medio queremos denunciar este hecho tan lamentable que pone en peligro no solo la seguridad de los y las ciclistas que vamos a esa parque forestal para practicar deporte o simplemente pasear en bicicleta, sino también la de ciudadanos que pueden dar con una de esas trampas que pueden llegar a ser mortales.
Esta práctica de poner diversos tipos de trampas (alambres a la altura de la cabeza o pecho, ramas en el suelo, tachuelas, y un sinfín de “inventos”, para que el mundo ciclista no pueda ejercer su derecho a disfrutar de la Naturaleza es del todo deleznable, injustificable y por supuesto denunciable ya que hemos visto y leído noticias de estos “artefactos” en zonas de monte, con o sin caza.
Este tipo de prácticas no solo se las puede calificar de incívicas sino incluso de violentas, pues el objetivo no es solo disuadir del paso a ciclistas sino de herirlos y en el peor de los casos, causarles daños a veces irreparables.
Exigimos de las administraciones competentes más vigilancia en estos parajes con los recursos humanos y técnicos que sean necesarios.
No queremos que se ponga solución después de que haya ocurrido una desgracia, sino prevenirla y desde luego, si se localiza a quien o quienes hacen estas barbaridades, que se les ponga a disposición de la Justicia.
También exigimos que este tipo de actos sean llevados a la Fiscalía por quien corresponda.
Las sanciones deberían contemplarse no solo económicamente sino también pedagógicamente, es decir, con algún tipo de cursillo de reinserción e incluso con trabajo para la comunidad.
Esto no tiene solución ya que esta gentuza lo tiene muy claro sea caza, juerguistas, perturbados etc. Poner solución es muy difícil.
Y es que las trampas a ciclistas merecen no solo el mayor de los reproches, sino también el mayor de los castigos por las consecuencias que pueden tener para las víctimas…….
Las trampas no merecen reproche alguno, Charles.
A quienes hay que castigar y duro es a quienes las colocan.
Déjate de reproches, tibio, que eres muy tibio.