Jesús Millán Muñoz.- Según las cifras oficiales, se produjeron 3.941 suicidios en España en el 2020, 11 personas al día, según la OMS, setecientas mil el año pasado. En el grupo entre 15 y 29 años es la cuarta causa de muertes en el mundo.
Hay temas enormemente complejos-difíciles de tratar, en la vida real, en la vida cotidiana, en la literatura, en una columna periodística, pero que es necesario tratar, pero la función-finalidad, entre otros, de un articulista, es cuestionar e indagar en una multitud de temas. Sabiendo, debiendo saber, que el escritor y el lector-a, que no es especialista-experto en esa materia, pero, quizás, no solo sirva para reflexionar sobre algunos aspectos, quizás, para tomar conciencia, en este caso, tener los ojos-mente más abiertos, quizás para buscar una pequeña puertecita a la esperanza, para dejar esa mala-nefasta-negativa-perniciosa respuesta-solución sin vuelta, para el año que viene –y, mientras tanto encontrar ayuda y terapia médica-.
En esta serie sobre columnistas que estoy realizando en nuestros vientos-tierras-suelos-mares-aguas-bosques-mesetas, hoy le ha tocado la bola a Sebastián Cuevas Navarro (Arjona, 1929, Córdoba, 1991), para recordar a esta persona-personaje de carne y aire, que redactó un artículo con el nombre Iznájar, una tierra de suicidas publicado en El Pais, el 14 de abril de 1983.
Nos comenta este escritor y poeta y articulista que existe una cierta propensión en esta comarca, a realizar esta realidad, estamos hablando de 1983, por tanto, diríamos de esa situación hasta ese momento, desconozco si este juicio-enunciado-concepto es cierto, y, desconozco si en dicha comarca, de ser verdad esa realidad, si ha continuado, especialmente, en estos casi cuarenta años, que el mundo ha pasado como una peonza por distintas situaciones, y, este terruño casi pentagonal, otros dirían cuadrado, contando con Portugal, también.
Cita a Castilla del Pino, como uno de los grandes especialistas y expertos en el tema de la época, que hasta donde sé-conozco, parece ser que este toro también le embistió muy cerca de su alma-corazón-familia. Por lo cual, estamos intentando analizar una temática, enormemente compleja, con multitud de ramificaciones, y, y yo como lego-seglar-no entendido-no especialista en este tema, solo puedo aconsejar, que en caso de duda, dicha persona que sufra dicha tentación-preligro-tendencia, o los familiares cercanos, o los vecinos, inviten-aconsejen-urjan, a que dicha persona vaya al Sistema de Salud de su localidad, que consulten, con psicólogos y psiquiatras y médicos de familias, incluso, con sacerdotes del pueblo, que tanto experiencia tienen en tantos campos de la realidad, que pueden ayudar y aconsejar a que vayan a los especialistas.
En la taxonomía-clasificación de los suicidios, se producen muchas causas, desde la famosa depresión, flagelo que nos atraviesa este siglo, quizás, también otros, por problemas psicológicos graves, por problemas de personalidad o de enfermedad psiquiátrica, por cuestiones económicas graves, por diversas situaciones afectivas y sentimentales, por mobbing en centros de trabajo o de enseñanza, se está añadiendo últimamente, otra causa, por problemas familiares graves en la familia, ocultados o no…
Tengamos en cuenta, que las cifras del año pasado en nuestra sociedad aumentaron, quizás, la crisis económica, crisis biológica o epidemia, crisis cultural, crisis religiosa-espiritual, crisis moral, crisis política, y, todas esas crisis como sinfonía macabra se hibridan entre ellas, y, si a eso se añade las situaciones personales y familiares de una persona, pues puede complicar el panorama… Llevar a las personas a la tentación, intento, búsqueda, planificación de esta triste-macabra-cruel-negativa-traumática realidad…
Pienso, que en un modesto artículo de ochocientas-mil palabras, poco puedo indicar, pero algo sí, pienso que habría que replantearse las razones de la esperanza, en un siglo, que jamás la humanidad ha evolucionado en todo o en casi todo, hacia grados de bienestar, como jamás ha existido –tu bisabuelo o bisabuela no se habría creído el nivel de existencia, que tú, tú estás llevando, el nivel de derechos que tienes a nivel social, individual, personal, a y en todos los ámbitos, incluso aunque estés en una situación grave negativa-. Este factor o variable, no lo valoramos lo suficiente, no lo enseñamos-aprendemos-aprehendemos-captamos…
Otro, es que la vida-existencia, trae días con sol y luz, pero también días, con tormentas y volcanes. Tenemos que autoprepararnos, todas las personas, para soportar los buenos días con arco iris, como esos días de enormes borrascas negativas internas o externas. Esa preparación para soportar las alegrías y las felicidades, pero también las tristezas y angustias y penas y desalientos y sufrimientos, graves y leves. Somos animales, y todos los animales, especies e individuos, soportan horas alegres y horas tristes, somos animales racionales, todos los de nuestras especies que hemos sido, lo que somos ahora, todos los individuos-personas soportamos días de flores y días de coronas de luto, sean de un tipo o sean de otro.
Estimo, nadie se rasgue los calcetines, ni las corbatas, ni los pantalones, pienso que no tenemos, en general, colectivos e individuos, una ética teórica, correcta, a y en todos los sentidos, no llevamos, una vida moral práctica correcta, en todos los sentidos. Por tanto cometemos, muchos errores éticos y morales, que nos van llevando a decisiones teóricas y prácticas erróneas. Caemos en hedonismos, epicureismos, materialismos, relativismos morales, escepticismos morales, etc. Posiciones teóricas que ahora no puedo explicar-explicitar, pero que puede usted consultar en el vientre-estomago de Internet.
Hemos olvidado, que desde luego tenemos-somos psique-mente, también cuerpo-carne, también existimos en una sociedad y cultura y somos naturaleza y en la Naturaleza. Pero también somos, durante milenios, así lo hemos creído, somos animales racionales con alma-espíritu. Es decir, tenemos una dimensión espiritual, una dimensión religiosa-espiritual. Y, y ésta en gran medida demasiados individuos y colectivos, la han olvidado. Con Dios se combate mejor, a tantos enemigos-adversarios del ser humano, entre otros el suicidio.
El Buen Dios puede ser una enorme ayuda en casos de crisis, al final, decía Semprún, escritor español, ministro de Cultura con FP, (Felipe González como diría, Umbral), expreso, parafraseándolo, que en el campo de concentración de la segunda guerra mundial en Centroeuropa donde estuvo, se dio cuenta, que los comunistas y los católicos eran capaces mejor de superar, dicha realidad, soportar ese sufrimiento, y por tanto, sobrevivir mejor. La razón que él aportaba, es que estos dos sistemas ideológicos, siempre esperan que el futuro sea mejor. (Si alguna de estas frases ayudase para que alguien no cometiese este error, que fuese al especialista a consultar-tratarse-curarse, habrían servido tantos años de esfuerzo intelectual como escritor, que hasta ahora, los resultados han sido bastantes lívidos…). Paz y bien.