Rodrigo Acero Prieto se jubila tras medio siglo de entrega al Ayuntamiento de Almodóvar

Rodrigo Acero Prieto, quien ha ejercido como el funcionario del Ayuntamiento de Almodóvar del Campo durante más años de manera continuada, medio siglo en total, era objeto de reconocimiento fechas atrás con motivo de su jubilación.

“Ésta ha sido mi segunda casa desde hace 50 años” reconocía no sin emoción durante el acto que le brindaban compañeros y Corporación municipal, con el alcalde José Lozano al frente en el salón plenario, en presencia también de su esposa Manoli Viñas.

Rodrigo se remontó en su intervención al primer día en esta casa, diciendo de aquel 5 de agosto de 1971, un día después de cumplir los 16 años, que “empecé a dar mis primeros pasos como trabajador de este Ayuntamiento”, siendo “un crío” como bien apostilló.

Por entonces estaba estudiando Formación Profesional y pensaba que sería un par de meses en el departamento de Obras con el que ganarse un sueldo hasta retomar el nuevo curso, aunque ya se quedó definitivamente, aunque pasando por diferentes funciones.

Pero a su entonces jefe, el aparejador, “digo que le caí en gracia y me propuso de una forma insistente para continuar trabajando aquí” y ante ello aceptó, compatibilizando estudios, en régimen nocturno hasta su término, con el trabajo consistorial.

Así, “toda una vida menos la parte de mi niñez he estado dedicado al Ayuntamiento y tan satisfecho y orgulloso que me siento por ello”, coincidiendo en todo este periodo con tres alcaldes y cuantos se han sucedido en las once legislaturas constitucionales.

Ha tratado con casi un centenar y medio de concejales durante tantísimos años “y pierdo la cuenta si se trata de compañeros, pero a buen seguro que podría contarlos por centenas” y de todos, de los que ya no están y de los quedan, “guardo gratos recuerdos”.

De entre todos sí quiso hacer mención a un compañero que ya se había jubilado hace años y que semanas atrás fallecía, “una persona muy especial y que tuvo una gran influencia sobre mí, tanto a nivel profesional como personal”, Ignacio del Carpio. “Fue para mí un referente, un compañero, mi amigo y mi maestro”, apostilló.

Con todo y a modo de resumen “he de reconocer que mi paso por esta casa en líneas generales ha sido gratificante”, congratulándose de haber cumplido con las muchas funciones al servicio público que en cada momento ha tenido encomendadas.

Y se tomó por último la licencia de pedir a la Corporación municipal “que tratéis bien y cuidéis a los trabajadores de esta casa, porque si importante es vuestra labor de gobierno, oposición, dirección, gestión, toma de decisiones, etc., no es menos importante la labor de los trabajadores, porque ellos son el motor de este Ayuntamiento”.

Mari Carmen de Gregorio, en representación de la plantilla funcionarial y de personal laboral, dijo de Rodrigo ser ese compañero “con el que he compartido momentos bonitos, únicos”, o la tradicional cita anual con santa Rita, patrona de los trabajadores públicos.

Dándole “las gracias de corazón por todos los años que hemos compartido, siempre con una sonrisa a todos sus compañeros, tu conversación pausada, tus días buenos y no tan buenos, pero así es la convivencia en el trabajo” y le agradeció su empeño por sacar sonrisas “en esos momentos que no eran tan buenos”.

Por su parte, el alcalde le recalcó que “tu servicio ha sido constante y ajeno a los diferentes modelos de Estado por los que ha discurrido este país, desde la dictadura, hasta la democracia, pasando por la transición”. 

“La gestión de ayuntamientos pequeños se rige por criterios de cercanía a la vecindad, independientemente de sistemas, gobiernos o ideologías imperantes en el país en un momento concreto o en diferentes épocas. Y en eso, Rodrigo, insisto, has sido modélico”.

Lozano también recordó los diferentes destinos que dentro del Ayuntamiento tuvo Rodrigo, desde su llegada en 1975. “Cinco años más tarde, ascendiste a la condición de peón para el departamento de Obras, en una honrosa progresión con que, desde el compromiso que refiero, alcanzaste por último la plaza de delineante en Urbanismo”.

Y añadió que además de ocuparse de tallajes de los mozos de la quinta correspondiente para el servicio militar o de manejar “al dedillo” el catastro y el mapa del término municipal, de la administración del Cementerio Municipal, o de temas de Seguridad Social, puso en marcha el departamento de Personal.

El alcalde deseó a este “hombre modesto”, a Rodrigo Acero Prieto, quien en lo social está implicado en la Semana Santa, los Mayos, el coro de las misas de la Virgen, o el Carnaval de su pueblo, lo mejor en una nueva etapa personal en la que se estrenará como abuelo.

Por el grupo popular, la concejala de Personal, Lidia Paz, le trasladó la enhorabuena por la merecida jubilación que ya venía disfrutando hace meses y le daba las gracias por sus años al servicio de Almodóvar del Campo, sus ciudadanos y las concejalías pertinentes.

Por el grupo socialista, María José Fúnez, también valoró sus diversas labores en la Administración local y coincidió en reconocer su buen talante a la hora de ejercer la función pública y como buscador del consenso frente a la confrontación.

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