A las 18:30 del viernes 29 de octubre, en el Museo López Villaseñor de Ciudad Real, se inaugura la exposición “Teatro del privado horror” de Francisco Nieva, organizada por la Unión Internacional de la Marioneta (UNIMA) con motivo de su Congreso nacional. El comisario de la exposición es José Pedreira, ayudante de Nieva y heredero de su legado.
DIARIO FURIOSO
Lo que en esta exposición se muestra son las reproducciones ampliadas de un cuaderno con dibujos y manuscritos propios que Francisco Nieva donó a la RAE y con el que la docta casa hizo una edición facsímil, no venal, como regalo para los académicos en las navidades del 2015. “El cuaderno romántico” lo llamaba él.
Se trata de un libro de diarios de la época romántica, encuadernado en cuero negro, con una extraña incrustación plateada en su portada –donde se podía grabar el nombre del propietario–, y con una cerradura y su pequeña llave correspondiente. Un objeto de prestigio, con un alma antigua, y como dotado de un poder de sugestión capaz de incitar a un espíritu sensible a volcar en él toda suerte de inconfesables fantasías.
Fue realizado entre los años 78 y 80. Dos años en los que Nieva, además, pondría en escena algunas de sus más renombradas obras, en la mayoría de las cuales no solo se ocupó de la autoría o adaptación de los textos, sino también de la dirección, el vestuario y la escenografía: Delirio del amor hostil, Los baños de Argel, La señora Tártara, El rayo colgado… Finalizó también una primera versión de su Tirante el Blanco y dio varios libros a la imprenta.
Una frenética actividad de cara al público de la que, sin duda, necesitaba descansar de vez en cuando, y no encontró mejor refugio para ello que las páginas amarillentas y vacías de su cuaderno mágico, que desde algún lugar recóndito parecían susurrarle: “no te olvides de tu otro yo, el que sabe más de abismos que de aplausos y libera su espantosa carcajada ante el horror de la existencia.” Y él dejaba volar su mano como al dictado de un ente misterioso; y así, desde la primera a la última y sin plan preestablecido, se fueron poblando las hojas de seres imposibles, tremendos, furiosos, perversos y divertidos; simbiosis de carne –sea humana o animal– y muebles absurdos o arquitecturas delirantes. Como marionetas ajenas a su manipulador, armatostes con vida interior que traslucen costumbres monstruosas llevadas con mucha naturalidad.
A la contra de los preceptos del arte moderno, son dibujos decididamente literarios, de carácter irracionalista y poético, complementados con textos de la misma índole. No hay página que desmerezca y el resultado final viene a ser una mezcla de libro de artista y de grimorio profano y libertario. Comienza con una invocación al arte del pasado y a los artistas de su mismo pelo –de tormenta–. Artistas visionarios, exaltados y salvajes; artistas niños, vitalistas y sufrientes, transgresores e inclasificables como lo era él: Baudelaire, Grandville, Jarry, Leopardi… Y no desvelemos más, pues se explican por sí mismos. Que sea el espectador quien juzgue y diga en toda conciencia si no hay algunos que no tienen remedio.
Solo resta agradecer en su nombre a esta tropa de marionetistas la afectuosa acogida y el interés que muestran por su obra. Puedo asegurar que el maestro se sentiría muy honrado y feliz de reencontrarse con los suyos. – Jose Pedreira (Ayudante de Francisco Nieva)
En el acto inaugural se presentará también el texto «Las aventurillas menudillas de un hijillo de puta», escrito por Francisco Nieva para teatro de títeres. Se trata de una edición especial para el Congreso, de la colección de UNIMA “Fantoche (libros para la escena)”, que será regalada a los congresistas y puesta a la venta para publico general.
Fue por libre y jamás se ató a modas o confraternizó con el poder reinante. Una cita obligada….