Martín Ruiz.- La magia no existe en el transporte. Ni en 2030, ni en 2040, ni en 2050 tendremos trenes Hyperloop a 1.000 km por hora ni coches voladores para todos. El negocio de la aviación va a sufrir –ya está sufriendo- una fuerte crisis. Los modos de transporte colectivos que van a mantenerse serán los trenes eléctricos, sobre todo.
También quedarán camiones y autobuses (menos que ahora) eléctricos o de hidrógeno. Pero la tecnología para estos últimos tardará décadas en desarrollarse, mientras que el ferrocarril lleva funcionando siglo y medio y su avanzada tecnología es conocida y fiable.
La gente querrá viajar en tren en lugar del coche o el avión, si se le ofrecen alternativas en ferrocarril razonables y reales, a precios competitivos, pues a los vehículos de combustión les quedan muy pocos años: Varios países ya han fijado fechas concretas para dejar de matricular vehículos nuevos que se muevan con gasolina, diésel u otros combustibles fósiles. Por primera vez, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha propuesto este jueves, en boca de su secretario General Antonio Guterres, una fecha común: los países desarrollados deben dejar de producir vehículos de combustión en 2035. La alcaldesa de Paris, Ana Hidalgo, va más deprisa, anuncia que en 10 años dejarán de fabricarse coches de combustión.
CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO FERROCARRIL CONVENCIONAL PARA TODOS
Las emisiones de CO2 continúan en aumento. El transporte por avión, barco y carretera es uno de los principales responsables. La Unión Europea impone que en 2030 al menos el 30% del transporte de viajeros y mercancías que hoy se mueven por carretera pasen al ferrocarril. En 2050 el 50% de viajeros y mercancías, como mínimo, deberá moverse por tren. No va a quedar más remedio que extender una inmensa red de ferrocarril por todo el territorio si queremos cumplir con los requisitos de la transición ecológica, ineludible si aspiramos a que el planeta “solo” se recaliente un par de grados.
Mallar el territorio de redes ferroviarias convencionales es una necesidad vital frente al cambio climático. La eficiencia de los trenes convencionales (que pueden circular a 160 ó 200 km/hora) está demostrada, tanto para el transporte de viajeros como el de mercancías. La alta velocidad es hasta siete veces más costosa y con emisiones de CO2 que son 3,5 veces superiores a la del tren convencional.
Ampliar la red de ferrocarril, desarrollar una red densa y un servicio adaptado permitiría enlazar con otros modos de transporte, fomentando la intermodalidad. Frente al reto titánico de la transición energética, la extensión del ferrocarril permitirá desarrollar el empleo y contribuir a la reindustrialización de países y regiones.
LAS VENTAJAS INNEGABLES DEL FERROCARRIL
El tren mejora la salud pública: disminuye la contaminación, los accidentes de tráfico y el consumo energético. El tren puede contribuir al retorno de los servicios públicos a las zonas rurales y promover una ordenación territorial más equilibrada.
El tren reduce considerablemente el consumo de energía por viajero y km recorrido: 4 veces inferior al consumo de energía en el transporte por carretera; el consumo de energía final dedicada al transporte (tren, carretera, avión) es un 42% del total, siendo la carretera responsable de más del 93% del consumo de esa energía final . En España nos gastamos en petróleo, carbón y gas más de 25.000 millones de euros cada año; la mayoría de esos millones se van de nuestro país a los países productores de petróleo. Esos combustibles se usan, sobre todo, para el transporte por carretera. Pero nuestro país tiene horas de sol para convertirse en una potencia electrosolar; el 80% de operaciones ferroviarias de nuestro país son eléctricas. Invertir en ferrocarril eléctrico convencional y en fotovoltaica puede ahorrarnos varias decenas de miles de millones de euros al año.
El tren favorece los desplazamientos de las personas mayores y de movilidad reducida. La comparación del número de accidentes por pasajero y km reducido es 6 veces inferior en ferrocarril respecto a la carretera
Por su escaso uso del espacio, el tren convencional limita la artificialización del suelo, debida a la construcción de nuevas carreteras que animan a la dispersión de la vivienda. La carretera empuja a la gente a elegir el coche privado como modo de transporte dominante. Por contra, el tren es un modo de transporte estructurante, integrador, cohesionador del territorio.
EL TREN, ESPINA DORSAL DE LA MOVILIDAD COTIDIANA
Así que el tren debe convertirse en la espina dorsal de la movilidad cotidiana. Y a partir de esa espina dorsal articular el conjunto de los otros modos de transporte alternativos al coche. El tren ofrece innumerables ventajas totalmente en fase con la imprescindible transición ecológica.
Ahora es urgente actuar, tanto por el calentamiento global como por el futuro del ferrocarril. Es necesario poner en marcha un sistema que fije objetivos claros de transferencia modal, despliegue una estrategia para alcanzarlos y garantice una financiación suficiente, asegurando al mismo tiempo la co-construcción entre todos los actores implicados (operadores ferroviarios y ADIF, el gobierno central, el gobierno regional, ayuntamientos y usuarios).
EN TODO EL PLANETA SE AMPLIAN Y REFUERZAN LOS SISTEMAS FERROVIARIOS
España está en el vagón de cola del transporte ferroviario de mercancías en Europa. Solo el 4% del volumen total del material que cada año se mueve en el país lo hace por tren. Esta cifra relega a España al antepenúltimo puesto de Europa, únicamente por delante de Grecia e Irlanda. Media de la Unión Europea: los trenes mueven el 18% del transporte interior de mercancías.
-En los sistemas ferroviarios UE más Noruega y Suiza, la participación del transporte ferroviario en el total del transporte está en torno al 10%.
-El delegado general de la Asociación Ferroviaria Francesa afirma que los beneficios del transporte de mercancías por ferrocarril son inmensos y constituyen por sí mismos una especie de plan de recuperación: “Estamos creando puestos de trabajo, incluidos trabajos industriales”
-El presidente de la SNCF (la RENFE francesa) ha declarado: «Vamos a decirle al gobierno francés: ¿Quieres ecologizar tu política, quieres ser más ecológico, quieres acelerar la transición ecológica? bueno, tenemos una idea: ayúdanos a convencer a los transportistas de que pongan más sus mercancías en trenes …” (Le Monde, 26-04-2020). El primer ministro Castex ha respondido suprimiendo el peaje que los trenes de mercancías pagaban cuando su recorrido coincidía con el de viajeros. El estado francés espera ver 20.000 vehículos pesados menos en las carreteras a finales de 2021, reduciendo así las emisiones de CO2 en 425.000 toneladas. Castex anuncia «la firme intención de reabrir y desarrollar (nuevas) vías ferroviarias» (AFP, 27-07-2020) y agrega: “Esta es una señal muy fuerte que está dando el gobierno y es un primer paso en lo que yo llamaría el plan de reconquista del ferrocarril. «
-La Confederación Suiza acaba de inaugurar el Túnel de Ceneri, la tercera y última gran obra a través de los Alpes, en un proyecto para transformar el tráfico ferroviario de norte a sur de Europa, en un eje férreo que une Rotterdam, en los Países Bajos, con Génova, en Italia.
En varios países europeos los coches y camiones pagan el uso que hacen de las autovías. Dentro de poco los coches de combustión pagarán un impuesto por el CO2 que emiten. Los gases que emiten el coche o el avión, contaminan hasta 20 veces más que un tren eléctrico alimentado con energía renovable. También está en estudio prohibir los viajes de avión que puedan realizarse en tren en menos de 5 horas. Mientras tanto en nuestro país, la estupidez de nuestros políticos llega al límite con la intención de ampliar aeropuertos (Madrid y Barcelona) en un contexto de emergencia climática.
TRANSPORTE DE MERCANCÍAS EN LOS TRENES DE VIAJEROS
Una solución que se está proponiendo en algunos países centroeuropeos es el de combinar en el mismo tren viajeros y mercancías de bajo volumen (paquetes con destino domiciliario).
En Japón, la Compañía de Ferrocarriles del Este (JR East ) ha puesto en marcha un servicio de transporte de marisco y verduras en tren que permite a los restaurantes de la metrópoli recibir productos frescos en un horario preciso. La iniciativa proviene del descenso del número de viajeros por ferrocarril debido a la epidemia de Covid-19. Pescado y mariscos capturados por la mañana se entregan en Tokio por la tarde. El tren –apenas contaminante y funcionando con electricidad “verde”- le gana la partida al transporte por avión, contaminante, insostenible, emisor de CO2.
Además de alimentos, se transportan suministros médicos y componentes electrónicos; también documentos. Un alto directivo de JR East declara: “Espero que el desarrollo del transporte de mercancías junto con el de pasajeros contribuya también a revitalizar las regiones».
¿Y QUÉ ESTÁ PASANDO EN ESPAÑA?
A pesar de estas innegables ventajas, en los últimos cincuenta años los sucesivos gobiernos de nuestro país han optado por invertir más en infraestructuras de carretera que en ferrocarril, tanto para el transporte de pasajeros como de mercancías. Sólo se ha potenciado las líneas de alta velocidad (con escándalos de mordidas y comisiones ilegítimas cobradas por políticos, yernos y amiguetes; con líneas que han costado el doble de lo presupuestado), olvidando las líneas regionales y cercanías. Consecuencias: cierre de estaciones, disminución de la oferta, encarecimiento de los viajes en tren, paralización de nuevas líneas férreas.
Si se suma el deterioro de los trenes, los retrasos, las ralentizaciones y las cancelaciones se han generado grandes disparidades entre los ciudadanos españoles: unos se benefician de un sistema ferroviario de lujo (pero muy caro); otros, sobre todo en zonas “periféricas” o rurales, se ven obligados a utilizar el coche para todos sus desplazamientos, contaminando y desgastando su propio vehículo. Como el AVE es deficitario, todas las líneas pierden dinero año tras año, los periféricos y rurales subvencionan con sus impuestos el desplazamiento en la alta velocidad. La España vaciada subvencionando el AVE.
Así lo reconoce la propia Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) que en un informe oficial del año 2020 ha pedido volver a pensar la inversión de 73.000 millones de euros que hay programada para la alta velocidad” el AVE… ha contribuido a aumentar las disparidades provinciales y, por lo tanto, no se observa un aumento de la cohesión social» en el conjunto de España. El domingo 24, se ha celebrado en Madrid una manifestación a favor de “un tren que vertebre el territorio y enfríe el planeta”. Falta nos hace.
En la siguiente entrega presentaremos la patética realidad del ferrocarril en Castilla La Mancha, donde gobiernos ineptos han creado una situación paradójica, con AVEs carísimos en las capitales de provincia, pero desconectadas entre ellas, y un desierto ferroviario en el resto del territorio.
Sabéis una cosa que podríamos hacer para no contaminar?
Vivir como en el siglo I. Así no habría contaminación.
Solucionao
Que va a ser eso de vivir en el siglo XXI!!
Bueno, para que el ferrocarril tenga un papel clave en este nuevo paradigma, es necesario que todos los operadores se digitalicen……