La escritora puertollanense María Dueñas ha regresado a los escenarios de Tánger que inspiraron ‘El tiempo entre costuras’ y también la segunda parte de esta historia, ‘Sira’, congelando la continuación de la saga a través de una nueva novela en los próximos años, al «no tenerlo claro».
«No lo sé y no lo tengo claro (si habrá una tercera parte), solo sé que tiene que apetecerme mucho. Y también que le podemos decir adiós a Sira y tampoco pasa nada», ha señalado la autora durante un recorrido por las calles de Tánger, de las que ha tomado gran parte de escenarios para sus obras.
A día de hoy, las cifras de ambas novelas ya se sitúan en términos de ‘bestseller’. ‘El tiempo entre costuras’, 20 años después de su publicación, cuenta con 10 millones de lectores en todo el mundo, mientras que ‘Sira’, que vio la luz hace seis meses, ya lleva once ediciones –la primera tirada en español fueron 500.000 ejemplares–.
La última edición de ‘El tiempo entre costuras’ ha sido en árabe, para alcanzar la traducción a 35 lenguas. No obstante, Dueñas continúa con otros proyectos paralelos y ha adelantado algunos de ellos, incluida la escritura de un guion que «cruza España con América».
«El guion es para Univision y Televisa, un proyecto muy apetecible que será actual, no histórico», ha apuntado. También ha estrenado la serie de audio ‘Jodidísimas’, un proyecto que iba a ser una novela pero que quedó aparcado con la escritura de ‘Sira’.
En cuanto a novela, de momento no hay nuevas noticias. «No estoy escribiendo nada nuevo porque estoy de promoción, pero no se me olvida lo que hago: escribir novelas». Sí se mueven las adaptaciones audiovisuales de sus obras, ya que ha desvelado que se está trabajando en el desarrollo de guion para ‘Las hijas del capitán’ y «hay interés» en ‘Sira’.
«La culpa de que haya vuelto a escribir sobre Sira es la ciudad de Tánger, no la protagonista», ha desvelado Dueñas, quien marca su cambio de ‘chip’ para recuperar sus personajes en la visita al cementerio anglicano de Tánger. «Yo misma me puse un veto después de publicar ‘El tiempo entre costuras'», ha reconocido.
«Me decía a mí misma que la historia de Sira ya estaba contada, pero a la vez veía que me dejaba muchas novelas sin escribir. Así que después de una visita prepandémica al cementerio inglés, me llevé un pequeño libro con las personas que estaban ahí y vi todas esas historias pasar por delante. Y me dije que nadie me impedía volver a Sira, salvo yo misma, era autocensura», ha relatado.
GLAMOUR Y CHURROS
En Tánger, la autora ha encontrado un ambiente que ha definido con humor como de «glamour y churros», pasando por el ostentoso Palacio de Sidi Hosni puesto en pie por la aristócrata Bárbara Hutton –«una de las que intentaba poner a la ciudad en el panorama internacional– hasta llegar a los ‘olvidados’, en algunos casos emigrantes españoles.
«En paralelo a toda esa extravagancia, uno se podía encontrar a mujeres andaluzas que huían de embarazos no deseados, de difíciles asuntos familiares o de la pobreza más absoluta», ha recordado la escritora, quien no obstante también ha puesto en valor que la ciudad africana ha sido un lugar donde «la vida ha fluido siempre».
Dueñas, además, ha afirmado que, cuando escribió ‘El tiempo entre costuras’, quería «hacer un homenaje a las mujeres que calladamente» se dedicaron a la costura. También esta obra supuso el rescate de la «memoria sentimental» de su familia –su abuelo estuvo trabajando en Tetuán varios años–.