Esther Mora Meneses ha tomado posesión como concejala socialista en la sesión plenaria extraordinaria celebrada este jueves en Puertollano. La nueva edil estará al frente de la delegación de cultura, competencia que desde el inicio de la legislatura había estado en manos del actual alcalde, Adolfo Muñiz.
Su estreno ha estado marcado por la elegante y emocionada intervención de la la concejal del PP, Toni Berlanga, quien ha señalado que el PSOE está «de enhorabuena». «De todos los nuevos concejales siempre esperamos lo mejor, pero de ti estoy segura porque tengo la suerte de que seas mi amiga», ha dicho la concejala popular.
En este sentido ha bromeado apuntando que Mora «está un partido político equivocado». «Ya sabes que te intenté enganchar para el PP, pero sé que en en el partido que estés vas a dar lo mejor de ti, y puedo corroborar la gran persona que eres», ha concluido.
Esther Mora sustituye a Tomás Ballesteros en el grupo socialista, y tras prometer el cargo ante la Constitución, de manos del alcalde ha recibido la medalla con el escudo municipal y ha ocupado su sillón en el Salón de Plenos.
El perfil de la nueva concejala
Esther Mora Meneses nació en Puertollano en 1978. Ingeniera técnico agrícola por la Universidad de Castilla-La Mancha, máster superior en riesgos laborales, inició su trayectoria laboral en la empresa Sicilio y desde el 2008 forma parte de la plantilla de Iberdrola, una de las principales compañías energéticas.
Es la primera experiencia política de esta nieta de mineros e hija de un padre trabajador del complejo industrial de Repsol y de un ama de casa de una familia muy vinculada al socialismo. De hecho, Alfonso Olmo Meneses, fue teniente alcalde del Ayuntamiento de Puertollano en las primeras legislaturas democráticas.
La nueva concejala, madre de dos hijos, cursó estudios en el colegio de San José y en el Instituto Dámaso Alonso, de una etapa de la que guarda un intenso cariño por los mejores momentos de su infancia y adolescencia que vivió, así como de las muchas amistades que surgieron durante aquellos imborrables años. Ya entonces tenía claro que Puertollano era la ciudad en la que quería crecer.
