La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad de Castilla-La Mancha (CERMI CLM) reclaman conjuntamente al Gobierno regional que incluya en los próximos Presupuestos Generales mejoras laborales para los auxiliares técnicos educativos (ATE) y técnicos especialistas en la interpretación de lengua de signos (TEILSE).
Ambas organizaciones recalcan el carácter esencial de estos dos colectivos que desarrollan su labor en centros educativos y que sin embargo padecen una situación precaria con una contratación a tiempo parcial y discontinua, lo que repercute negativamente en la atención al alumnado con discapacidad de la región.
El presidente del Sector de Administración General de la Comunidad Autónoma de CSIF Castilla-La Mancha, Joaquín Sánchez, ha subrayado que “el Ejecutivo regional tiene una enorme deuda pendiente con estos profesionales, que año tras año son despedidos en verano y además tienen jornadas reducidas a pesar de que son los trabajadores que más tiempo pasan con alumnos con necesidades educativas especiales. Se sienten ‘temporeros’ de la educación, algo que es totalmente injusto”.
La jornada laboral se ATEs y TEILSEs no supera las 6 horas diarias, además de que se les suspende el contrato en julio y agosto, por lo que no cobran los meses de verano. De esta forma, deben acudir a la Seguridad Social para completar su salario durante estos dos meses, lo que al cabo de seis años provoca que se hayan agotado las prestaciones que perciben por desempleo. Por esta razón no pueden optar a la jubilación parcial que recoge la normativa, pues con la contratación precaria actual no cumplen con los requisitos que marca la Ley de la Seguridad Social.
En Castilla-La Mancha hay un total de 587 ATEs y TEILSEs en esta situación con contratos a tiempo parcial (203 en Toledo, 133 en Ciudad Real, 90 en Albacete, 89 en Guadalajara y 72 en Cuenca).
A ello se suma que la estructura de estos puestos de trabajo presenta una plantilla mayoritariamente compuesta por mujeres, cerca del 90%, lo que “supone una discriminación indirecta, una diferencia de trato en perjuicio de las mujeres con menores retribuciones y cotizaciones de cara a la jubilación”, añade Sánchez.
Miguel Domínguez, auxiliar técnico educativo en el CEIP San Isidro de Daimiel (Ciudad Real), ha puesto de relieve los problemas diarios a los que se enfrenta, resaltando que “cumplimos una función esencial, trabajamos para que los alumnos y alumnas alcancen el mayor grado autonomía en todas sus dimensiones: académicas, de autonomía, conductual, salud y emocional”.
Para lograrlo, los ATE y TEILSE trabajan “codo con codo” con tutores, especialistas, orientadores, logopedas, fisioterapeutas y también con sus familias dentro de una labor que “no es sólo asistencial, sino que tiene un componente educativo específico y concreto y muy importante a la vez, que se complementa con el de los profesores para ayudar a que estos niños alcancen las máximas cotas dentro de sus potencialidades y para garantizar una integración e inclusión efectiva dentro de los centros y con toda la comunidad educativa”, explica Domínguez.
Por todo ello, las jornadas actuales son totalmente insuficientes: “Necesitamos disponer de tiempo para coordinarnos con el Equipo de Orientación y Apoyo, con los tutores y con el resto de profesores y especialistas, así como con las familias”.
Domínguez también pone el foco en la formación, ya que estos profesionales educativos trabajan con niños y niñas con discapacidad intelectual, física y sensorial, trastorno del espectro autista, conductas disruptivas… “realidades muy diferentes que requieren de unos conocimientos muy amplios, la Administración no puede dejarnos al margen y debe apostar por formarnos”.
Por su parte, la presidenta de CERMI CLM, Cristina Gómez, ha manifestado que estos profesionales son “un vehículo de conexión con el centro, las familias necesitamos esa comunicación con el centro, algo que es esencial cuando hablamos con alumnos con discapacidad”, además de que “no podemos tener una escuela inclusiva sin este tipo de profesionales, es imposible. Estamos hablando de un enriquecimiento mutuo entre toda la comunidad educativa, sin ellos no se puede hablar de inclusión real”.
Además, Gómez ha recordado que “cuando se suspende el contrato en verano estos profesionales muchas veces no vuelven a su puesto de trabajo, o se van a otro centro, y es fundamental porque hay alumnos a los que empezar de cero y comunicarse puede suponer meses”. Asimismo, la presidenta de CERMI CLM ha señalado que “la falta de profesionales es especialmente grave en Secundaria, se supone que los alumnos al ser mayores tienen más autonomía y se reduce el número de ATEs y TEILSEs”.
CSIF y CERMI CLM han registrado un escrito conjunto dirigido al presidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, exigiendo mejoras laborales para estos profesionales y que queden reflejadas en los Presupuestos Generales de la región.