Ignacio Ruiz. Responsable Turismo del Consejo Político del PP-CLM.- La pandemia llegó hace unos meses para golpear, de manera indiscriminada, a la sociedad mundial tanto en lo social, como en lo económico.
Las circunstancias nos han obligado a cambiar nuestro modo de actuar, de relacionarnos con nuestro entorno y variar nuestra forma de vida. Somos una sociedad flexible que se adapta a lo que nos toque, tenemos capacidad, aptitud y actitud para afrontar las dificultades y encontrar soluciones.
El ánimo de los castellanomanchegos ha tenido que suplir su deseo de viajar, de conocer otras culturas, otros lugares y a otras personas, y lo hemos hecho apostando por la economía nacional, por el conocimiento del territorio regional y Castilla-La Mancha es un destino de primer orden para atraer visitantes de diferentes gustos, nacionalidades y preferencias.
El sector turístico se reactiva, no como un sucedáneo de lo que era, sino como un sector fundamental. Ha demostrado la importancia y transversalidad de su actividad tanto para la economía macro, como para la economía cotidiana, la del día a día de muchos trabajadores de sectores que, parecía, no tenían relación con el sector turístico. Su cierre ha provocado problemas a sociedades desarrolladas y no tan desarrolladas.
Hemos sido testigos del elevado número de medidas, restricciones y prohibiciones que nos han limitado la vida y los derechos, mientras que en regiones limítrofes han sabido gestionar la pandemia enarbolando la bandera de la Libertad y, como no, de la responsabilidad con resultados más satisfactorios en lo sanitario y en lo económico.
La desaparición de los ingresos por la actividad turística ha repercutido en el volumen de negocio de los productores del sector primario, de los proveedores, del sector servicios.
El turismo celebra hoy la aprobación de los Estatutos de la Organización Mundial del Turismo en el año 1979. Como único organismo supranacional que tiene su sede en España no podemos permitir que se plantee la posibilidad de su deslocalización a otro lugar del mundo.
La repercusión del Día Internacional del Turismo, cuyo lema de este 2021 es “Turismo para un crecimiento inclusivo” se dirige a un turismo cada día más sostenible y accesible, y nos debe hacer reflexionar sobre cuáles son nuestras posiciones a la hora de generar oportunidades de desarrollo.
No debemos centrarnos continuamente en las estadísticas y los datos macroeconómicos, sino en reconocer que detrás de esos datos, detrás de los números, lo que cuentan son las personas. Aquellas que se preocupan de disponer todo lo necesario para que los turistas encuentren un alojamiento adecuado. Aquellas que se preparan para convertirse en escaparate de un destino turístico y lo explican e interpretan para que el turista comprenda en sus visitas cómo es y cómo era la forma de vida de un lugar, de un territorio, de una sociedad.
Qué importante es que el turismo sea cada vez más inclusivo en el que hemos de apostar por conseguir, cada día más, que sea accesible para todos, no sólo en lo referido a reducir las barreras físicas y/o psíquicas para poder visitar nuestro territorio, sino también accesible en lo económico y en lo social.
Que todos los colectivos puedan tener oportunidad de generar acciones de desarrollo en su entorno más cercano o más lejano. Contribuir al desarrollo a través de la actividad turística es una oportunidad otorgada para la creación de oportunidades de arraigo al territorio, mayor calidad de vida, complemento económico para que las personas sigan viviendo en sus poblaciones de origen y no tengan que emigrar.
En esta pandemia, el único que lo ha tenido claro ha sido Paco Núñez, todas las reivindicaciones presentadas por el PP-CLM en las Cortes, redactadas de la mano del sector turístico que necesitaba apoyos tácitos de la administración regional, han sido rechazadas por un gobierno alejado de la realidad y de las necesidades de los vecinos castellanomanchegos.
El turismo, cada día más, apuesta por ser más experiencial, pero no por ello hemos de teatralizar nuestra forma de vida. La sociedad crece, evoluciona, se dinamiza y no debe quedarse anclado en lo que una vez fuimos. Pero eso no es óbice para apostar por nuestras tradiciones, por mantener en el recuerdo y promover que nuestros jóvenes conozcan el origen de nuestros pueblos, las celebraciones ancestrales y aquellos elementos que nos han hecho ser como somos.
Nuestro rico patrimonio tanto tangible como intangible merece ser conocido y reconocido como uno de los más interesantes y numerosos de la geografía española y para eso hemos de apostar por el mantenimiento, cuidado y protección de la memoria de nuestra tierra.
Cada pueblo, cada barrio, cada individuo guarda dentro de sí muchos recuerdos que merecen ser compartidos como un elemento más de nuestra riqueza amplia y plural. Nuestras celebraciones de interés turístico merecen ser puestas en valor para que los castellanomanchegos sientan el orgullo de pertenecer a nuestra tierra.
Somos un territorio símbolo de tierra de paso, pero que acoge a todo el que la visita como el mejor de nuestros visitantes. Con nuestra campechanía, con la calidad de nuestros destinos turísticos, ser inclusivos, será mucho más fácil. Conseguir desarrollo a través del turismo nos ayudará a presentar la importancia que nuestros paisajes, nuestros monumentos y nuestros vecinos atesoran y quieren compartir.
El turismo camina hacia un desarrollo inclusivo y accesible, y Castilla-La Mancha es vector de inclusión y acogida para los turistas que quieren tener experiencias enriquecedoras y, a su vez, comprometidas con una tierra abierta y unas gentes que son su mayor patrimonio.
Feliz Día Internacional del Turismo, en un año en el que hemos de apostar por una reactivación más cercana a las personas, tanto en los destinos turísticos como en el desarrollo de nuevas oportunidades de disfrute de nuestra tierra para los que nos van a visitar.