Enrique falleció el pasado 28 de Enero, la explicación de los médicos fue: “ha sufrido una insuficiencia renal, un edema pulmonar y una parada, Esta muerto”. Estas fueron sus palabras hacia la familia, digo hacia la familia por que en la calle se escuchan todo tipo de comentarios y es vox populi todo lo que ocurrió a mi marido durante sus ultimas horas de vida.
En la calle me he enterado que tuvo dos paradas cardiorrespiratorias, en la calle me he enterado de que tenía un problema para ser sondado y le sondó el urólogo de guardia y podría seguir dando datos de cosas repito que le pasaron y que los facultativos médicos no dijeron a la familia.
Y suponiendo que no era justo y no había derecho a que estas cosas pasen así, me dirigí como cualquier ciudadano que va a atención al usuario dentro del hospital, a cambiar una cita a adelantar otra, pues allí estaba yo con todos ellos, yo que días antes había perdido a mi marido por una operación de peroné y con 34 años. Para pedir una explicación a la cual creía tenia derecho. Después de esperar mi turno, pase a dicho servicio y manifesté mi deseo de hablar con los facultativos que atendieron a mi marido para que me dieran una explicación detallada de lo que paso, para no tener que seguir escuchando en la calle los pormenores de sus últimas horas de vida. Mi petición quedo recogida en un papel, a las pocas horas el hospital se pone en contacto conmigo para darme una cita: el día 9 a las 11 de la mañana para hablar con el director de procesos del mismo. Yo manifesté mi inconformidad y mi deseo de hablar con los facultativos y no con ninguna otra persona. Pero me dijeron que dicho señor era el responsable del personal y por protocolo tendría que hablar primero con él.
El día 9, a las 11 de la mañana, acudí a la cita, donde el director de procesos del hospital me pregunta que que es lo que quiero y desde el principio le manifiesto mi deseo de hablar con los facultativos que atendieron a mi marido. A lo que este señor me contesta que eso no es posible, que no es un derecho que yo tenga. Ya que si los médicos se reunían conmigo, todos los días los médicos estarían de tertulia con los familiares de fallecidos (como si todos los días se muriera un paciente de 34 años de una operación de peroné y trataran a la familia como nos han tratado a nosotros). Pero me insistió que no era un derecho que yo tuviera. Según él podía hablar con algún facultativo en concreto, acatando las condiciones del hospital. Mi petición era hablar con el anestesista de guardia esa noche y la intensivista ya que fueron los últimos que tomaron las decisiones y realizaron las acciones oportunas hasta su muerte. Parecía que esta opción era viable (era una decisión personal de los médicos si ellos querían hablarían conmigo si no pues nada), y digo parecía por que a día de hoy el hospital no ha dicho si quieren o no hablar conmigo, silencio, más silencio aún por parte de los médicos a la familia. Insisto por parte de los médicos a la familia porque el pueblo entero rumorea lo que pasó o dejo de pasar sobre este incidente.
Me dirijo a los medios de comunicación para que se sepa que no tenemos derecho a conocer que paso realmente con Enrique esa noche, que los médicos no quieren hablar con la familia, porque no es un derecho que tengamos y porque es una decisión personal de los facultativos.
Y mientras, nosotros seguiremos enterándonos en la calle de lo que le pasó y como le paso, a eso sí hay derecho a que aspectos relacionados con la muerte de un paciente trasciendan desde el hospital y estén de boca en boca por todo el pueblo, a esto si hay derecho ¿verdad?. Dónde está la ética profesional, dónde empiezan y terminan los derechos de los familiares de una persona fallecida.
Ciertamente tenia la esperanza de poder hablar con dichos facultativos pero como ya me insistió el director de Procesos del hospital Santa Bárbara, esto señora NO ES UN DERECHO QUE USTED TENGA. A lo que yo le respondo:
Y suponiendo que no era justo y no había derecho a que estas cosas pasen así, me dirigí como cualquier ciudadano que va a atención al usuario dentro del hospital, a cambiar una cita a adelantar otra, pues allí estaba yo con todos ellos, yo que días antes había perdido a mi marido por una operación de peroné y con 34 años. Para pedir una explicación a la cual creía tenia derecho. Después de esperar mi turno, pase a dicho servicio y manifesté mi deseo de hablar con los facultativos que atendieron a mi marido para que me dieran una explicación detallada de lo que paso, para no tener que seguir escuchando en la calle los pormenores de sus últimas horas de vida. Mi petición quedo recogida en un papel, a las pocas horas el hospital se pone en contacto conmigo para darme una cita: el día 9 a las 11 de la mañana para hablar con el director de procesos del mismo. Yo manifesté mi inconformidad y mi deseo de hablar con los facultativos y no con ninguna otra persona. Pero me dijeron que dicho señor era el responsable del personal y por protocolo tendría que hablar primero con él.
El día 9, a las 11 de la mañana, acudí a la cita, donde el director de procesos del hospital me pregunta que que es lo que quiero y desde el principio le manifiesto mi deseo de hablar con los facultativos que atendieron a mi marido. A lo que este señor me contesta que eso no es posible, que no es un derecho que yo tenga. Ya que si los médicos se reunían conmigo, todos los días los médicos estarían de tertulia con los familiares de fallecidos (como si todos los días se muriera un paciente de 34 años de una operación de peroné y trataran a la familia como nos han tratado a nosotros). Pero me insistió que no era un derecho que yo tuviera. Según él podía hablar con algún facultativo en concreto, acatando las condiciones del hospital. Mi petición era hablar con el anestesista de guardia esa noche y la intensivista ya que fueron los últimos que tomaron las decisiones y realizaron las acciones oportunas hasta su muerte. Parecía que esta opción era viable (era una decisión personal de los médicos si ellos querían hablarían conmigo si no pues nada), y digo parecía por que a día de hoy el hospital no ha dicho si quieren o no hablar conmigo, silencio, más silencio aún por parte de los médicos a la familia. Insisto por parte de los médicos a la familia porque el pueblo entero rumorea lo que pasó o dejo de pasar sobre este incidente.
Me dirijo a los medios de comunicación para que se sepa que no tenemos derecho a conocer que paso realmente con Enrique esa noche, que los médicos no quieren hablar con la familia, porque no es un derecho que tengamos y porque es una decisión personal de los facultativos.
Y mientras, nosotros seguiremos enterándonos en la calle de lo que le pasó y como le paso, a eso sí hay derecho a que aspectos relacionados con la muerte de un paciente trasciendan desde el hospital y estén de boca en boca por todo el pueblo, a esto si hay derecho ¿verdad?. Dónde está la ética profesional, dónde empiezan y terminan los derechos de los familiares de una persona fallecida.
Ciertamente tenia la esperanza de poder hablar con dichos facultativos pero como ya me insistió el director de Procesos del hospital Santa Bárbara, esto señora NO ES UN DERECHO QUE USTED TENGA. A lo que yo le respondo:
NO SERA UN DERECHO QUE YO TENGA PERO ESTO NO ES JUSTO Y COMO ELLOS ACTUARON Y ESTÁN ACTUANDO ES UNA VERGÜENZA.