Una nueva sentencia, en este caso de la Sección Segunda de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, ha reconocido la incapacidad permanente absoluta para toda clase de trabajo, derivada de enfermedad común y con derecho a todas las prestaciones en cuantía del 100% de la base reguladora, para Yolanda García, una dependienta de perfumería de 47 años de edad, natural de Puertollano, afectada por endometriosis.
Se trata de la segunda sentencia que concede la incapacidad absoluta a una paciente de endometriosis de la provincia, tras la conocida recientemente del Juzgado de lo Social número 3 de Ciudad Real, en este caso a una esteticista de la ciudad minera.
En el caso de Yolanda, los magistrados del Tribunal Superior de Justicia han estimado el recurso formalizado por la demandante contra una sentencia del Juzgado de lo Social número 3 de Ciudad Real, que resolvía en primera instancia declarando una incapacidad permanente total solo como dependienta de comercio, y condenan al Instituto y a la Tesorería General de la Seguridad Social a reconocer la incapacidad permanente absoluta.
En su sentencia, de 17 de junio de 2021, el tribunal considera que la demandante «no preserva prácticamente posibilidades teóricas suficientes» para el desempeño de actividad retribuida de clase alguna, por cuenta propia o por cuenta ajena, «en los términos de exigencia, habitualidad y rendimiento adecuado que son exigibles en una actividad retribuida, por el cúmulo de repercusiones habituales que le aquejan».
Así, concluye que Yolanda se encuentra en una situación «absolutamente incapacitada» para el desempeño de cualquier actividad retribuida, «por liviana que la misma pueda ser».
En este sentido los magistrados subrayan la gravedad del cuadro lesivo de la demandante, que se concreta en endometriosis en grado 4, que ha requerido diversas intervenciones quirúrgicas y que está asociado a otras dolencias que le producen un gran dolor, además de trastornos depresivos y de ansiedad.
Contra la sentencia únicamente cabe recurso de casación para la unificación de doctrina.
Yolanda ha relatado a este digital la dureza física y psicológica de esta enfermedad, desconocida en el ámbito social, que le ha obligado incluso a empadronarse en Tomelloso para conseguir su derivación al Hospital General de Ciudad Real y de ahí, al Hospital La Paz de Madrid.
En este sentido confía en que la divulgación de estas sentencias contribuya a visibilizar la situación de miles de mujeres y a sensibilizar a la sociedad sobre sus limitaciones.