Los autores, los creadores, son aquellos que parecen construir una realidad, intensa y humana, más allá de la nuestra, más allá de las simples imágenes y las simples palabras. Pero crear no es idear desde la nada, sin generar vida, sin recrear permanentemente.
De la recreación, cuando la acompaña la genialidad, surge la novedad, el talento, la influencia. Y buscando ejemplos de todo esto, encontramos pocas figuras que puedan parangonarse con la de Narciso “Chicho” Ibáñez Serrador.
José Antonio Valencia Camacho, concejal de Cultura y Director del VIII Festival Internacional de Cine de Calzada de Calatrava, sabe sobradamente que la preparación del festival es “algo que lleva mucho tiempo y a muchas personas involucradas”, y que «son muchas las teclas que hay que tocar para que un evento como este se desarrolle de la mejor manera posible», por lo que agradece el esfuerzo realizado por todas ellas y especialmente destaca la labor del Director de Contenidos del Festival y presidente de la Asociación Cultural de Cine ‘Pedro Almodóvar Caballero’, Blas López Cañabate y la del Director Técnico del Festival, Hernán Valdés Parra, “son un claro ejemplo de esfuerzo y trabajo bien hecho”, explica el concejal.
Un festival que se verá reforzado con el buen hacer de Mari Pepa Ciudad Molero, quien se encargará de la Dirección Educativa y de Formación y que velará por las secciones que favorezcan al desarrollo infantil en todas sus vertientes; y también se contará con el apoyo de Ramón Fernández Espinosa, como Director Financiero del Festival.
Valencia Camacho, asegura que, en esta edición, habrá importantes novedades que, a lo largo de las próximas fechas se irán desvelando y un abanico amplio de actividades que hará que “esta nueva edición del Festival Internacional de Cine de Calzada de Calatrava, vuelva a ser un gran éxito, como ya lo fue la anterior, a pesar de la pandemia”, destacando que una de esas novedades es el aumento de días de proyección, con lo que “se alarga de manera sustancial la duración del festival” y otra novedad será la exposición sobre “Chicho” Ibáñez Serrador.
Historias para no dormir
Precisamente sobre esa exposición habló el propio Alejandro Ibáñez Nauta, hijo de “Chicho” Ibáñez Serrador y también realizador, durante la presentación del festival, en la que detalló que “es una exposición para la nostalgia, para recordar lo que ha sido mi padre en la historia de la televisión, el arte y cultura en España y para que la gente joven conozca los orígenes del entretenimiento en España”, también resaltó que la muestra conecta con el regreso en septiembre de ‘Historias para no dormir’, con el estreno del remake de la icónica serie.
El formato icónico de terror Historias para no dormir, de Chicho Ibáñez Serrador, vuelve a la televisión 50 años después de la mano de Amazon Prime Video y RTVE con la reinvención de cuatro historias originales de su creador. Los episodios autoconclusivos, de unos 50 minutos cada uno, estarán dirigidos por Rodrigo Cortés (que rodará ‘La Broma’), Paco Plaza (‘Freddy’), Paula Ortiz (‘El Asfalto’) y Rodrigo Sorogoyen (‘El Doble’).
También cabe decir que el 54º Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, que se celebrará entre los días 7 y 17 del próximo octubre, acogerá el debut del remake de esta ficción, que vuelve con una combinación de lo mejor del género de suspense con el poder y talento del cine moderno.
Historias para no olvidar
Por su parte Valencia, informó sobre el contenido de la exposición de este año, “que será un claro homenaje a Chico Ibáñez Serrador”, quien, según el concejal de Cultura, “cambió la cultura del ocio y el entretenimiento en nuestro país”. Con el título de ‘Historias para no olvidar’, el festival calzadeño homenajea al maestro del terror y la televisión con una exposición que descubre su lado más desconocido, como su primera obra o guiones originales con anotaciones de su puño y letra.
En esta breve exhibición de la interminable obra del presentador de ‘Historias para no dormir’, se podrá disfrutar de objetos curiosos sobre su vida, como el original de su primera obra, ‘Obsesión’, que estaba desaparecida. También hay guiones originales con acotaciones de su puño y letra, figurines de su película ‘La Residencia’, ‘merchandising’ del ‘Un, Dos, Tres’, así como algunos figurines del vestuario del programa.
La muestra acerca, además, algunos de los premios que recibió como la Ninfa de Oro del Festival de Televisión de Montecarlo por ‘Historias para no dormir’ en 1967, la Rosa de Oro de Montreux por ‘Historias de frivolidad’ en 1968 y el Goya de Honor en 2019, así como la digitalizada de ‘El hombre que vendió su risa’, obra con la que se presentó en RTVE en 1963 y se puede considerar la llave que le abrió las puertas de la televisión en España.
La exposición, que descubre a un Narciso Ibáñez desconocido para el público está organizada por el VIII Festival Internacional de Cine de Calzada de Calatrava y contará con el asesoramiento de Alejandro Ibáñez, hijo de “Chicho” y el comisariado de Carlos Urrutia.
Narciso “Chicho” Ibáñez Serrador
Nacido en Uruguay de padres actores, el que parecía destinado a ser una figura más de la escena se afincó en España y llegó mucho más lejos: todos aquellos ámbitos en los que colaboró, se transformaron a su paso.
Fue dramaturgo esporádico en los escenarios, pero siempre destacado (Aprobado en inocencia, El águila y la niebla…), aunque en realidad no dejó de escribir ni un solo día ni una sola noche: para televisión, para cine, para revistas… Leyó más que nadie, realizó más que nadie, y siempre transmitía la sensación de que aún quedaba mucho más por hacer, de que tenía todavía mucho más que aportarnos.
Trajo la fantasía más elevada (Poe, Bradbury,Twilight Zone) a la televisión con sus Historias para no dormir, impulsando de paso a toda una generación de jóvenes escritores de género en nuestro país (Buiza, Garci, Tébar, Plans) que encontraron en él el apoyo para darse a conocer.
Indagó en el terror en la gran pantalla, y de manera ecléctica nos aportó algunas de las obras maestras del cine en español, como La residencia y ¿Quién puede matar a un niño? Y supo mostrarnos que la pequeña pantalla era el lugar ideal para la experimentación y la diversión, cogidas de la mano, y para la formación del mismo espectador.
Programas pioneros como “Waku Waku” o “Hablemos de sexo” se concibieron para divertir e informar a pequeños y adultos. “El semáforo” exploró con humor las posibilidades del show en vivo de nuevos talentos.
Y “Un, Dos, Tres” fue la ópera omnia en la que todo podía caber y cabía (concurso, comedia, musical, interacción), una cita ineludible para toda España, que veía en aquel mítico programa depositados el suspense, la diversión y la esperanza.
Son solo algunos de los casos más señeros de toda una existencia entregada al espectador, a la invención al servicio de la sociedad y de su mejora, al vuelo de la imaginación creativa y de la autoría en su mejor expresión.