Julián Plaza Sánchez. Etnólogo.- Este año el día 31 de julio volvemos a celebrar la Pandorga. Se puede decir que la fiesta de la Pandorga forma parte de la cultura popular. Defender su integridad como fiesta popular, es una labor que corresponde tanto a las instituciones como al pueblo.
Con el paso del tiempo esta fiesta deja de ser organizada por el pueblo y son las instituciones las encargadas de su programación. Esto no quiere decir que el pueblo deje de participar, pero la convocatoria ha adquirido una base institucional. También deja de ser una fiesta de desarrollo local, para convertirse en una fiesta con proyección nacional e internacional. La fiesta se sobredimensiona con un programa de varios días, apartándose de ese germen popular que constituía la fiesta en sus orígenes y que se manifestaba solamente el día 31 de julio.
Pero ese germen popular se debe mantener por muy importante que sea la transformación social. Desde la celebración de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, reunida en París desde el 17 de octubre al 16 de noviembre de 1989, se considera que la cultura tradicional y popular forma parte del patrimonio universal de la humanidad y que es un poderoso medio de acercamiento entre los pueblos y grupos sociales existentes y de afirmación de su identidad cultural. En esta reunión decidieron que la salvaguardia del folklore debía ser objeto de una recomendación a los Estados Miembros.
El folklore estaría formando parte de la cultura tradicional y popular, ya que esta se define como el conjunto de creaciones que emanan de una comunidad cultural fundadas en la tradición. Las normas y valores se pueden transmitir oralmente, por imitación o de otras maneras. Se debe sensibilizar a la población respecto a la importancia de esta cultura como elemento de la identidad cultural. Para que se tome conciencia del valor de esta cultura y de la necesidad de conservarla, es esencial proceder a una amplia difusión de los elementos que constituyen ese patrimonio cultural. Es importante evitar toda deformación a fin de salvaguardar la integridad de las tradiciones.
Sobre la aportación popular a la fiesta de la Pandorga, podemos contemplar varios aspectos. Es a partir de 1980 cuando se introduce una figura, procedente de una elección y que va a ser muy representativa de la fiesta, estamos hablando del Pandorgo. Esta figura surge porque en un escrito antiguo, se hablaba de un mayordomo que se hacía cargo de la fiesta. A este le competía organizar la fiesta y la invitación al pueblo a la convidá: limoná y puñao.
Aunque en 1979 se realiza el primer concurso de limoná, es en la década de los 80 del pasado siglo, cuando se potencia y se fija el día 30 de julio para llevarlo a cabo. A partir de esta fecha, se conoce ese día como el Día de la Zurra. El día 31 se instituye el acto de la ofrenda de frutos de la tierra a la Virgen del Prado. Ese mismo día, ya por la noche, se canta y se bailan seguidillas y fandangos en los jardines del Prado, ataviados con trajes e instrumentos musicales típicos.
En la actualidad se han ido incorporando otras actividades para atraer a la juventud. Diferentes conciertos en distintos puntos de la ciudad, el toro de fuego. Pero el acto central para los jóvenes, es el concurso de zurra que se ha sobredimensionado. Es un momento en que lo tradicional y lo moderno se entremezcla consiguiendo presentar una fiesta diferente a la que se originó.
La fiesta de la Pandorga cuenta con un hecho de gran relevancia y que ha servido de hilo conductor durante la celebración de la fiesta. Estamos hablando de la canción: Mi pueblo cantará ¡Pandorga!, compuesta por el cantautor ciudadrealeño Javier Segovia. En una actuación musical del año 1973, que tuvo lugar en la plaza de toros de Ciudad Real, muchos jóvenes allí congregados corearon esta canción. Este clamor popular fue quizás el motivo principal para que, en 1996, se acordase designar esta canción como himno oficial de la Pandorga.
Aunque el verso original que escribió el cantautor Javier Segovia no fue: Mi pueblo cantará ¡Pandorga!, pero se ha convertido en el identificador del himno de la Pandorga. El músico Antonio García Calero nos cuenta que el verso original decía: Mi pueblo canta La Pandorga. Jesús Romero, presidente de la Asociación Cultural Amigos de Javier Segovia, explicó que el verso se modificó para buscar una mayor coherencia temporal con el hecho de que la fiesta pasó a celebrarse durante dos días.
El autor de la canción murió joven en un accidente de tráfico, pero un grupo de personas acordaron divulgar su obra poético-musical. Pensaron que era necesario dar más consistencia y continuidad a esa labor. En diciembre de 1994, formalizaron el Proyecto de divulgación de la obra poético-musical de Javier Segovia. Se editó una cinta de cassette con una muestra de tres canciones: ¡Oh sol!, Mientras llueve en el balcón y Padre. Para conseguir que el cantautor y su obra no caigan en el olvido, estas personas decidieron constituir la Asociación Cultural Amigos de Javier Segovia, el 26 de marzo de 2008. También se inauguró en 1998, el monumento a Javier Segovia realizado por Gema Céspedes Barroso y colocado en los jardines del Prado.
Pero no estaríamos hablando de Pandorga, sin la existencia de la Virgen del Prado. El carácter popular de la fiesta está íntimamente relacionado con la Patrona. El pueblo desea agradecer a su Virgen del Prado, el final de las labores de siega y recolección. Entramos en el campo de la devoción, pues para los cristianos la vida es un caminar hacia Dios. La Virgen los acompaña en todo momento y actúa como protectora. Es por este motivo por lo que el pueblo realiza ofrendas a su Patrona.
La Virgen del Prado actúa como protectora, no solamente de las personas sino también de los campos y productos sembrados en ellos. El pueblo en agradecimiento realiza una ofrenda. Esta tiene su origen en el vocablo latino offerenda, que referencia a aquello que se ofrecerá. Normalmente se hace para pedir algo que se anhela, en este caso que las cosechas sean buenas y poder sobrellevar el duro trabajo del campo. Las ofrendas se realizan desde hace miles de años. Los egipcios y los incas sacrificaban animales o personas, y las ofrecían a sus dioses. Las personas con fe en la divinidad piensan que al entregar algo valioso o querido a los dioses, estos prestarán atención a sus ruegos.
En definitiva tenemos que la Pandorga está ligada a la Virgen del Prado, la fiesta sin la Patrona no existiría. Estamos hablando del núcleo originario y del carácter religioso de la misma. Sería interesante estudiar la implicación religiosa de los que participan, con respecto a los que solamente se implican por pura diversión.
Ciudad Real a 15 de julio de 2021
Las tradiciones deben evolucionar con la sociedad…..
Yo también creo lo mismo Charles.
En cuanto a La Pandorga, lo que vale la pena sin duda es conservar el folklore como riqueza de cada parte de España.
Pero la Pandorga se ha convertido en otra cosa, borrachera, borrachera y borrachera.
Ah por cierto, me parece una tontería monumental, el dinero gastado en las letras instaladas tanto en la Plaza Mayor como en la Puerta de Toledo.
Disiento de su opinión. Cada año, leo sus artículos con ocasión de la Pandorga y aún no veo qué relación tiene la advocación de la Virgen del Prado con la Pandorga.
En muchas culturas, era común hacer una fiesta para dar fin al trabajo de segar. Y eso es la Pandorga.
Pero no estaríamos hablando de Pandorga, sin la existencia de la Virgen del Prado. El carácter popular de la fiesta está íntimamente relacionado con la Patrona. El pueblo desea agradecer a su Virgen del Prado, el final de las labores de siega y recolección. Entramos en el campo de la devoción, pues para los cristianos la vida es un caminar hacia Dios. La Virgen los acompaña en todo momento y actúa como protectora. Es por este motivo por lo que el pueblo realiza ofrendas a su Patrona.
La Virgen del Prado actúa como protectora, no solamente de las personas sino también de los campos y productos sembrados en ellos. El pueblo en agradecimiento realiza una ofrenda. Esta tiene su origen en el vocablo latino offerenda, que referencia a aquello que se ofrecerá. Normalmente se hace para pedir algo que se anhela, en este caso que las cosechas sean buenas y poder sobrellevar el duro trabajo del campo. Las ofrendas se realizan desde hace miles de años. Los egipcios y los incas sacrificaban animales o personas, y las ofrecían a sus dioses. Las personas con fe en la divinidad piensan que al entregar algo valioso o querido a los dioses, estos prestarán atención a sus ruegos.
En definitiva tenemos que la Pandorga está ligada a la Virgen del Prado, la fiesta sin la Patrona no existiría. Estamos hablando del núcleo originario y del carácter religioso de la misma. Sería interesante estudiar la implicación religiosa de los que participan, con respecto a los que solamente se implican por pura diversión.
Si dice usted, que «las ofrendas se realizan desde hace miles de años» y luego lo liga a la advocación de Virgen del Prado y la fiesta sin la patrona no existiría, es que no entiendo nada.