El emprendimiento frente a la despoblación. Es el resultado de las políticas de desarrollo rural que se estimulan desde el Gobierno de Castilla-La Mancha a través de ayudas que impulsan la puesta en marcha de proyectos que generan empleo y propician que la gente se quede a vivir voluntariamente en los pueblos; acciones que se realizan desde los propios actores que viven en el territorio, siguiendo la metodología Leader.
En total, en el periodo de programación del Programa de Desarrollo Rural, han sido ya más de 180 millones de euros los inyectados a los 29 grupos de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, englobados en RECAMDER, cuantía que revierte directamente en el territorio.
Así lo ha indicado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, que se ha trasladado hoy hasta Molina de Aragón (Guadalajara) para la firma de los 23 proyectos de emprendedores impulsados desde el grupo Molina de Aragón-Alto Tajo.
“Cada vez que ponemos un euro a disposición de los grupos de desarrollo rural se genera 1,5 euros más de inversión privada y hasta más de 2,5 millones de euros de inversión global, público-privada en el medio rural”, ha dicho, algo fundamental, porque “conseguimos que la gente emprenda y decida a quedarse a vivir en uno de nuestros pueblos”.
El Señorío de Molina es una comarca en la que “nos toca afrontar de verdad el reto demográfico, más allá de las palabras”, porque tiene unos 10.000 habitantes censados en un territorio similar a la mitad de la Comunidad de Madrid, ha recordado el consejero.
Es una zona en la que “de verdad” hay que “hacer política de Desarrollo Rural, como está haciendo el Gobierno regional”, con un compromiso a través de la Ley de Despoblación, que incluye incentivos fiscales para quienes quieren emprender o vivir en los pueblos más pequeños, ha remarcado.
Desde 2015, gracias a los Grupos de Desarrollo Rural se están poniendo en marcha proyectos que “demuestran que se pueden hacer muchas cosas en las zonas rurales”. Como los 23 de este grupo de desarrollo rural, 13 de los cuales se han firmado hoy en un acto en el salón de la Iglesia de Santa María Conde, en el que han estado presentes los emprendedores y los representantes de la asociación de desarrollo rural, con su presidente, Jesús Alba; junto al alcalde de la localidad, Francisco Montes; los delegados de Guadalajara y Molina de Aragón, Eusebio Robles y José Antonio Herranz, respectivamente, el delegado de Agricultura en la provincia, Santos López y la directora general de Políticas Agroambientales, Silvia Nieto, entre otros.
El hecho de que sean los territorios quienes elijan el modelo de desarrollo es, para Martínez Arroyo, “uno de los mayores orgullos” porque está “comprometido con esta estrategia, esta metodología y esta forma de entender las cosas”.
Por ello, ha agradecido a todos los participantes, “el compromiso con el territorio y vuestra tierra, porque sin vosotros no sería posible esta realidad que somos”.
De manera posterior, el consejero ha conocido alguno de los proyectos puestos en marcha en esta comarca, como el de Carmen Martínez y María Ramos, dos mujeres jóvenes que han abierto un centro de salud integral danto servicio a los habitantes del medio rural.
Ayudas para la truficultura
Martínez Arroyo ha recordado, además, que el Gobierno regional “ha cumplido el compromiso” que hizo en abril de 2019 de ayudar a los agricultores y propietarios forestales para forestación de tierras con más del ocho por ciento de pendiente, para forestación de superficie adehesada y para impulsar el cultivo de trufas, “un cultivo muy rentable” que ayuda al desarrollo rural, porque exige la presencia en el territorio durante todo el año para su cuidado.
“Hemos resuelto la convocatoria y se van a forestar más de 1.000 hectáreas en Castilla-La Mancha”, ha señalado el consejero, que explicaba que, frente a los 3,7 millones de euros que se iban a poner a disposición, finalmente se han destinado 4,9 millones para que ningún proyecto se quede fuera. Dos de esos millones son para proyectos de Guadalajara, que era la provincia de referencia para la trufa. “Entre todos hacemos que este medio rural tenga futuro”, ha finalizado.