Jesús Millán Muñoz.- Esta serie de artículos de y sobre la Mancha, no es un intento realizado con acritud, ni con vinagre y sal. Sino, que viendo prácticas y conceptos, que me parecen, limitados y débiles, intentar mirarnos a nosotros mismos en el espejo y observar, qué y cual es la realidad en la que somos y habitamos. Para intentar mejorar lo bueno, mejorar lo menos bueno… ¡Pero sea como sea, debe ser un esfuerzo de todos y entre todos, de todo y en todo, de los unos y de los otros, de tirios y troyanos…!
– Extremadura tiene una Web que se titula “Red de Extremadura en el mundo”, me pregunto si la Mancha también tiene una Web parecida o similar a ésta.
– Extremadura ha averiguado, según una información de prensa digital, el talento que van a perder con la pandemia. No sé si los datos son ciertos, me pregunto, si la Mancha ha averiguado este factor. Si lo están haciendo otras comunidades regionales. Pregunto y me pregunto.
¿Se puede averiguar el talento que cada región de España y de España se ha ido a otras regiones o a Europa o al mundo, en estos diez o veinte o cincuenta o cien años…?
No solo habría que averiguar hacia dónde marcha el capital de dinero, sino también el capital de personas, y dentro, de éstas el capital de talento en un marco geográfico, sea un país o sea un continente…
– Existen tablas de comparación, teniendo en cuenta, distintos variables, el lugar que ocupa cada región de Europa en el conjunto, es decir, de las doscientos y pico regiones, se puede consultar dichas clasificaciones año tras año, y ver el lugar que ocupa cada región. Hagan la prueba con la Mancha, y examinen y analicen los distintos vectores o factores. Y, después, aprendan y aprendamos, qué podríamos hacer o qué deberíamos realizar, dentro de nuestras posibilidades para ir ascendiendo en esa escala. Qué hacen otras regiones de Europa, y que nosotros podríamos realizar, qué iniciativas. Qué realidades podríamos copiar, qué empresas o negocios, cuales de los existentes, podrían ampliar sus nichos de mercado y sus producciones paralelas a las que hacen o que podrían construir con sus tecnologías que disponen. Etc.
A veces, en algunos ámbitos se piensa, se dice, que quizás a ciertas regiones, existen colectivos e ideologías que en el fondo las dejen que siempre estén en la última de la fila, en multitud de parámetros, para entre otras cosas, no ser competencia para otras regiones, para ser un vivero de votos en una dirección, porque no tienen una mentalidad adecuada, etc. No sé, que afirmaciones son verdaderas y en qué grado, pero si creo que los manchegos y los que habitamos esta tierra, merecemos ya, que debemos despertar del sueño o duermevela de siglos que arrastramos…
– Creo o valoro o autoevalúo que ha llegado el momento, de que esta serie de columnas sobre la Mancha, con este título, quizás tengan que terminar. El título y la forma, pero no la reflexión sobre la Mancha, ahora, con otro título, quizás, con otra visión, continuaremos fijándonos, quizás, en vez de narrar-historiar tan ascéticamente, bienes y males de estos terruños, haya que irse fijando, en los claros y las luces, en nombres concretos, y, en medio, como chorizo dentro del bocadillo, de pan de pueblo, pues ir narrando, colores diversos, blancos y negros y grises, posibilidades. Quizás, un título, no totalmente acorde: Ciudad Real en su metafísica, pueda servir ahora, diríamos de nuevo frasco de la realidad, quizás, salvo excepciones, en vez de fijarme tanto en un lugar, bueno, mil palabras no es tanto, pero interrelacionar lugares y pesares y pensares de esta Calatrava que tuvo la desgracia de perderse los archivos, en una de tanta guerras que hemos padecido, la llamada de la Independencia, dicen, que los Archivos de la Orden de Calatrava estaban en Consuegra, y que los franceses, que iban acompañados de soldados de toda Europa, quemaron los papeles, quizás, para borrar lo que se llevasen, quizás, sin darse cuenta, quizás, para matar la pequeña historia. Y, desde entonces, nos hemos quedado huérfanos, cuánto necesitaríamos, enviar mensajeros y viajeros, que recogiesen en los mil archivos del mundo, pequeñas referencias a nuestro lugar, la Mancha, a pequeñas aldeas y pueblos, para intentar reconstruir nuestra historia, nuestra autoestima, necesitamos aumentar la autoestima…
Necesitaríamos aprender y aprehender tanto de otras regiones de esta Península, de otras regiones de Europa, tendríamos que copiar ideas y mentalidades, tendríamos que despertar del sueño, no estar siempre pensando con las heridas y traumas del pasado, y mirar más bien para el futuro. Tendríamos que pensar y repensar, que los vientres de nuestras mujeres, abuelas y bisabuelas y madres y, solo han servido para criar hijos que han emigrado a otras zonas del mundo. Tendríamos que volver a tener mayor autoestima colectiva de nosotros, y aprender-aprehender de todo y de todos. Y, lo bueno que se haga en algún lugar del mundo, nosotros coparlo aquí, en la medida que podamos. Así crearemos trabajo, así crearemos valor, valor económico y cultural y social y, sobretodo autoestima individual y colectiva. Debemos y nos debemos ese respeto a nosotros mismos, debemos y nos debemos querernos a nosotros mismos. Esto es y han sido estos once columnas con este título. Los que se sientan manchegos, como los que no, los que hayan nacido aquí y se sientan manchegos, y los que hayan nacido aquí y no se sientan…
Mientras me afeito, dos manos en las teclas, una mano en la máquina de afeitar, voy recordando el silencio de los siglos. En este tiempo de mirar y remirar, cada generación, debe indicar algo, dicho con prudencia y modestia y amor. Ahora, que voy a entrar o ya estaré, cuando este pájaro de palabras anide en las redacciones electrónicas de algún periódico de la Mancha, ahora que estoy y estaré ya, en mi tercera etapa de existencia, la tercera edad, ya en la jubilación, quizás haya que reflexionar, sobre lo que somos en la Mancha, lo que la Mancha es en nosotros, lo que somos en el mundo, nosotros los de la Mancha, que somos Castilla y somos España… Paz y bien…
