Esta sección sobre árboles singulares de Ciudad Real, ofrecida en colaboración con la Concejalía de Medio Ambiente con la pretensión de dar a conocer parte del patrimonio natural de la capital, recopila el catálogo elaborado por José Arrieta, jefe de sección de Parques y Jardines.
Motivo de la singularidad.- Es una frondosa de gran desarrollo y antigüedad. De acuerdo a la zona de la ciudad donde se encuentra (Plaza del Pilar), este árbol podría tener unos 90 años.
Porte y descripción del árbol.- Su porte es en forma de copa ovoidea y amplia, muy densa y con un desarrollo regular y homogéneo en todas las direcciones.
El árbol se encuentra ramificado desde unos 3 metros de altura, su tronco es grueso, cilíndrico, macizo, con pocas protuberancias, rugoso y muy agrietado. El tronco se dividía en dos ramas principales o cimales, pero una de ellas hace unos 10 años se partió a causa de una tormenta, los cimales que le quedan se encuentran bien anclados, bien formados y dirigidos y las ramas secundarias y terciarias se encuentran distribuidas homogéneamente a lo largo de las ramas principales y en todas las direcciones.
Estado de conservación general.- El árbol se encuentra en un aceptable estado de conservación y bastante robusto en su brotación, no se le aprecian plagas ni enfermedades. El tronco del mismo tiene algunas pudriciones y oquedades importantes, sobre todo debido a antiguas podas de desmoche, debido a esto actualmente se le realizan podas de reducción y control de su copa, de limpieza y de saneamiento. No se aprecian raíces espiraladas, ni estáticas, aunque si algunas superficiales de importancia. Su floración y fructificación son buenas y consistentes y su desarrollo y tasa de crecimiento está de acuerdo a la que corresponde para su edad y la zona climática donde se encuentra.
Descripción del entorno.- Se encuentra en la zona solada de la Plaza del Pilar frente a la salida de la calle Montesa. Se encuentra en la zona sureste de la plaza, en un alcorque de 2 x 2 metros con un tratamiento superficial en arena caliza, el resto del entorno es de baldosa de hormigón gris. Este árbol se encuentra pegado a la calzada que rodea la plaza, teniendo bordillos de la misma como parte de su alcorque.
Se puede apreciar el mismo, desde las calles Montesa, Hernán Pérez del Pulgar y Ramón y Cajal y desde la Avenida del Rey Santo.
EL OLMO DEL PILAR
Hay árboles que están firmemente enraizados en nuestra memoria.
Me contaba mi amigo José Luis, profesor en la universidad, que allá por los años 60 este olmo ya era enorme y lo recuerda especialmente porque cuando jugaba al rescate con otros chicos este árbol era la cárcel en la que esperaban, los que habían sido pillados, a ser rescatados. ¡Cuánto echará de menos ahora esos juegos infantiles! ¿Qué recuerdos tendrá este árbol?, ¿hasta dónde profundizarán sus raíces?. ¿Sabrá que bajo la Plaza del Pilar se encuentra un maar enorme, antiguo cráter hidromagmático? Sobre este terreno peculiar se construyeron edificios históricos y singulares que han ido derribándose para dar paso a otros… que es la eterna evolución (o involución, que dirían algunos) en el devenir de las ciudades.
El olmo de la plaza del Pilar ronda ya la centuria y sigue tan fuerte y robusto como hace 50 años. Sus hojas son verdes y brillantes y su copa proyecta una gran sombra que cobija a los que no quieren ser rescatados de su adicción al móvil… el nuevo juego del siglo XXI.
Bajo él los taxis, los peatones, el autobús urbano pasan incesantemente. Todos hemos sido testigos de los cambios en nuestra plaza del Pilar. Yo también jugaba en la estrella del suelo a dar saltos de punta a punta. Ahora ya la estrella parece haber encogido. Recuerdo las fuentes, los kioskos de tebeos y chuches, la barandilla que separaba las dos plazas y en cada una de ellas una escultura de la familia García: el Cervantes, de García Coronado y el Quijote de García Donaire y entre ambas la tapa conmemorativa (mal llamada por algunos “alcantarilla”) que nos cuenta brevemente la historia de la ciudad que fue villa y aldea y que surge en torno a algo tan importante como el agua, del pozo de don Gil.
Ya lo sabes. Cuando pases por el Pilar mira al olmo, busca la estrella y descubre en la placa nuestra altura, sobre el nivel del mar 😉
I L G
Al final de La calle Calatrava, en frente de la residencia de ancianos Santa Teresa Jornet, había un puño enorme, pero ahora está vencido sobre el edificio y solo se ve el trocito.
No se qué pasó.
Una pena porque era imponente y estaba lleno de vida.
Segundo paisaje bonito después del Prado. Contribuyen los espectaculares árboles y la hostelería allí montada, que por cierto no frecuento, pero es también espectacular
Pino, perdón.
La plaza de la Puerta Santa María también hay unos cuántos árboles singulares.
En la Plaza de la Puerta de Santa María, algunos de los árboles están realmente en mal estado, huecos los olmos y los pinos con pinta de estar enfermos. No vendría mal echarles un vistazo por parte del ayuntamiento y subsanar las deficiencias
Simboliza, en el lenguaje de las plantas, el «amor fiel»…..