Siglos de misterio envuelven la Colegiata de Santa María La Mayor de Alcázar de San Juan, quizá el templo con la actividad litúrgica más antigua de la provincia de Ciudad Real. El lugar atesora la fuerza telúrica de las civilizaciones antiguas, desde Roma hasta el Imperio español, y quizá uno de los secretos más apasionantes de la literatura universal: el lugar donde fue bautizado Miguel de Cervantes.
El curioso contempla la pila donde según la tradición fue bautizado el Manco de Lepanto y la copia de la partida bautismal del hijo de Blas de Cervantes Saavedra y de Catalina López, fechada en 1558, cuando se acerca el sacristán del templo. Su explicación, soberbia, ayuda a contextualizar la pugna entre Alcázar de San Juan y Alcalá de Henares, la misteriosa existencia de los dos migueles y sus aventuras en la batalla de Lepanto, pero pronto la atención se centra en los arcanos de este magnífico templo, que antaño albergara la capilla funeraria del Dúque de Béjar, a quien Cervantes dedicó el Quijote.
El guía apunta a los restos de origen románico de la colegiata y su posterior utilización como mezquita. Se trata de una de las escasas iglesias castellanomanchegas donde se pueden admirar los restos de un arco de la mezquita junto a un pórtico renacentista y unas columnas románicas, separadas tan solo unos metros de los restos romanos y visigodos expuestos bajo las planchas de cristal en el suelo de la sacristía.
No se debe dejar de admirar el retablo y sus pinturas de Miguel Barroso, así como, ya camino del camarín, la interesante colección de objetos litúrgicos y religiosos, incluidos antiguos y espectaculares mantos. Pero la sorpresa vendrá en el propio camarín de la Virgen del Rosario, una maravilla rococó de exquisita factura, embaldosada con cerámica de Talavera, que convierte a este lugar en una joya dieciochesca única en la provincia.
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El templo más antiguo de la localidad, de orígenes inciertos…..
Una joya, que, no por antigua, menos importante, una maravilla para los que hemos tenido la dicha de contemplarla.
Saludos a todos los alzcazareños, un abrazo.