La vicepresidenta de la Unión Europea de Mayores (ESU) y presidenta nacional de AFAMMER ha analizado los desafíos en materia de salud que tiene que afrontar la Unión Europea tras la pandemia del coronavirus.
Carmen Quintanilla ha participado en la videoconferencia organizada por la European Senior Union (ESU) para abordar el desarrollo de una Unión de Salud Europea basada en la solidaridad y la colaboración intergeneracional.
En este encuentro europeo han estado presentes la Comisaria Europea de Salud, Stella Kyrikiades; el vicepresidente del Comité de Presupuestos, Siegfried Muresan; el presidente de los Estudiantes Democráticos Europeos, Carlo Giacomo Angrisano y la presidenta de la ESU, An Hermans.
El 31% de los mayores europeos viven solos
Carmen Quintanilla destaca que existen 89 millones de personas mayores de 65 años, y que el 31% de ellos viven solos. “La soledad que sufren 27 millones de mayores en Europa implica enfermedades crónicas, aislamiento social y una desprotección total para estos mayores que viven en soledad”.
Por otra parte, destaca que la sensación de soledad aumenta en las personas mayores que viven en el medio rural debido a la dispersión geográfica que caracteriza a las zonas rurales.
Por ello, la también presidenta de la Confederación de Federaciones y Asociaciones de Familias del Medio Rural pide que la Unión Europea aplique más medidas que combatan la brecha digital entre el medio rural y el urbano y se fomente la alfabetización digital de las personas de edad.
“En Europa tan solo 1 de cada 5 personas mayor de 65 años utiliza internet al menos de forma ocasional en comparación con el 98% de las personas de 16 a 29 años”, destaca.
Una estrategia sanitaria donde los mayores puedan decidir
Quintanilla ha realizado una serie de propuestas ante la Comisaria Europea de Salud, para que la Unión Europea desarrolle una estrategia sanitaria donde las personas de edad tengan la libertad de decidir cómo quieren pasar sus últimos años.
“El Plan de Acción sobre envejecimiento saludable impulsado por el Parlamento europeo ya recoge la necesidad de que las personas mayores sean las que elijan si quieren estar en una residencia o estar en sus casas recibiendo los cuidados prolongados de la ayuda a domicilio”, afirma.
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Por ello, la vicepresidenta de la ESU pide que la Unión Europea garantice el derecho a la salud y a los cuidados de larga duración en condiciones de igualdad y que se reconozca el derecho al empleo de los cuidadores para que ellos también tengan garantizada su calidad de vida.
“Pido que se garantice el derecho a la salud y a los cuidados de larga duración en condiciones de igualdad y que las decisiones médicas se basen en principios éticos basados en la dignidad y en la obtención de un mayor nivel de bienestar y de calidad de vida”, destaca.
Favorecer estrategias farmacéuticas y de investigación sanitaria
Quintanilla considera necesario el impulso de una estrategia farmacéutica de investigación para proteger la salud de todos los europeos y luchar contra futuras pandemias sin tener que depender de terceros países a la hora de comprar nuestros medicamentos.
“En esta crisis sanitaria la salud mental y el bienestar de las personas mayores ha afectado a su salud mental y calidad de vida. Y se ha visto claramente que la vacunación nos está ayudando a ver la luz al final del túnel”.
Una plataforma europea para la participación de las personas mayores
La vicepresidenta de la ESU ha propuesto la creación de una plataforma digital para la participación y el voluntariado después de la vida laboral de las personas de edad.
“Esta plataforma puede vincularse a proyectos ya existentes que estén orientados a la participación cívica europea, donde los mayores participemos en actividades voluntarias y transfronterizas utilizando sus conocimientos, capacidades y experiencias”.