La Fiscalía Provincial de Ciudad Real ha pedido una pena de 39 años y tres meses de prisión para A.G.R., acusado de hasta siete delitos, entre ellos un delito de atentado y cuatro de homicidio en grado de tentativa, por su participación, en agosto de 2016, en el tiroteo contra siete agentes de la Guardia Civil que se personaron para registrar su vivienda en Argamasilla de Calatrava, en el desarrollo de un operativo para evitar nuevos enfrentamientos entre dos clanes gitanos de Argamasilla y Puertollano.
El juicio se desarrollará los días 20, 21 y 22 de abril a las 10.00 horas en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
El fiscal solicita para el encausado ocho años y tres meses de prisión por el delito de atentado en concurso ideal con el delito de homicidio en grado de tentativa; siete años por cada delito de homicidio en grado de tentativa; dos años por el delito de receptación; y un año por el delito de tenencia ilícita de armas. Además, en concepto de responsabilidad civil, solicita una indemnización de un total de casi 14.000 euros por las lesiones y secuelas sufridas por los siete agentes.
Por otra parte, el ministerio público pide una pena de tres meses de prisión para otra procesada, M.A.C., por un delito de resistencia grave; y el sobreseimiento provisional respecto de las procesadas S.G.C. y R.G.C., al entender que en modo alguno queda acreditado que sean autoras de los hechos y delitos descritos en la acusación.
En el escrito de acusaciones, consultado por este digital, el fiscal relata que el objeto del registro domiciliario era intervenir armas, objetos e instrumentos relacionados con los previos acometimientos para evitar nuevos enfrentamientos entre dos clanes gitanos con residencia en Argamasilla de Calatrava y Puertollano.
Siempre según la fiscalía, una vez que se efectúa la entrada –se trataba de una residencia en la calle Cantarranas de Argamasilla de Calatrava– y tras gritar los agentes hasta en dos ocasiones «Guardia Civil, alto, Guardia Civil», el procesado A.G.R., con clara intención de vulnerar el principio de autoridad y de acabar con la vida de todos los agentes que habían accedido al domicilio, provisto de una escopeta de caza de cañones paralelos, procedió a efectuar desde el fondo de la cocina dos disparos contra todos los agentes que se encontraban en el pasillo de la vivienda, alcanzando a varios de ellos, lo que hizo que cayeran al suelo y tuvieran que retroceder y refugiarse en las habitaciones que había a ambos lados del pasillo.
Los agentes tuvieron que repeler la agresión efectuando siete disparos procediendo el procesado a huir de la vivienda por una de las ventanas refugiándose en el tejado de la vivienda colindante, donde fue detenido no sin antes forcejear con los agentes que habían procedido tras él.
Durante la intervención de los agentes, prosigue el fiscal, y para garantizar la seguridad del resto de moradores de la vivienda, se procedió con la mínima fuerza indispensable a desalojar a la procesada M.A.C.R. y a sus hijas, momento que la primera arremetió de forma «virulenta» contra los agentes empleado violencia física y verbal contra los actuantes aunque sin llegar a causarles lesión.
Una vez detenidos los procesos, la Guardia Civil intervino un rifle, una escopeta y munición, adquiridas por el mismo acusado con conocimiento de su origen ilícito.
Como consecuencia de los disparos efectuados por el procesado resultaron lesionados, con diversa consideración, cinco agentes; y como consecuencia de los hechos por golpes y forcejeo con el procesado resultaron lesionados otros dos.
Una vez detenido los procesados, se efectuó el registro de la vivienda hallando 7 botellas de aire comprimido para armas de aire, 140 cartuchos metálicos, un cargador de rifle y un rifle para el cual no tenía licencia.
Uno de los agentes sufrió heridas múltiples por proyectiles de pequeño tamaño en ambos miembros inferiores precisando para sanar primera asistencia facultativa consistente en cura local, tratamiento profiláctico con antibiótico y vacuna antitetánica tardando en curar 25 días impeditivos.
Un segundo agente sufrió herida por pérdida de sustancia de 5 milímetros de diámetro en tercio medio de cara anterior de pierna derecha en relación a impacto de perdigón y erosión en cara externa de codo derecho.
Otro de los heridos presentó contusión con escoriaciones en codo derecho y dos lesiones contusas puntiformes en cara anterior de brazo en relación con impacto de plomos precisando para sanar primera asistencia facultativa tardando en curar 12 días impeditivos.E
El cuarto de los agentes heridos sufrió cuatro impactos puntiformes a nivel de cara interna de muslo derecho y dos impactos en cara postero-externa de tercio distal de muslo derecho precisando para sanar primera asistencia facultativa consistente en cura local, tratamiento profiláctico con antibiótico y antinflamatorios tardando en curar 11 días impeditivos.
Un quinto agente sufrió lesión por perdigón en frente y muslo izquierdo precisando para sanar primera asistencia facultativa consistente en cura local, vacuna, tratamiento profiláctico con antibiótico y antinflamatorios tardando en curar 19 días impeditivos. Los otros dos agentes del operativo no fueron alcanzados, pero presentaron distintas contusiones y esguinces.
El procesado estuvo en prisión provisional por estos hechos desde el 6 de agosto hasta el 14 de octubre de 2016, día en que quedó en libertad provisional.