El responsable de Vino de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, Alejandro García-Gasco Alcalde, ha participado en una reunión con el sector en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, donde se ha solicitado a la Administración medidas urgentes y más presión a la Unión Europea porque el sector está tocado de muerte.
A esta reunión asistió el sector al completo, y la subdirectora general de Frutas y Hortalizas y Vitivinicultura, Camino Arroyo Pérez, acompañada de Esperanza Orellana Moraleda, directora general de Producciones y Mercados Agrarios. La esperanza del sector es que en el próximo Consejo de Ministros se tomen medidas excepcionales.
Durante el desarrollo de esta reunión, desde UPA han matizado que, tras leer el informe de la Comisión Europea donde se preve un futuro esperanzador para el sector, según mejore la situación de la pandemia, deja a los viticultores con un regusto amargo y un claro pesimismo, que podría traducirse en la falta de voluntad por parte de la Comision Europea para poner medidas y fondos excepcionales. Desde la organización agraria inciden en que, a pesar de este horizonte social optimista, también se hace patente que la Unión Europea “no va a poner ni un euro”; mientras que el Ministerio de Agricultura insiste en la autorregulación por parte del sector, norma de autorregulación para el sector del vino como el control de rendimientos, almacenamiento, entre otras.
Asimismo, desde el departamento ministerial se recuerda que, con menos superficie cultivada en el pasado, se está produciendo más, todo ello a pesar de los meses que la sociedad lleva sufriendo la COVID; con lo que inciden en recomendar un sistema de autorregulación. “Desde UPA ya hemos dicho en muchas veces que el sector debe autorregularse, pero vivimos una situación excepcional que requiere medidas excepcionales. Esta autorregulación debe ser proporcional, escalonada”.
En la organización agraria insisten en la defensa cerrada del sector, por su supervivencia y futuro, recordando que la mejor radiografía son los precios del sector del vino, además de las existencias. “Que las cojan, tanto con IGP, de mesa o DO, y que lo defiendan, que lo enseñen a la Unión Europea”, enfatizan desde UPA, conscientes de que la situación actual derivará en un futuro dramático.
Porque es abril, “el viñedo viene brotando, no entiende de crisis de mercado, ni pandemias. El sector necesita que le digan que se va a hacer algo: el almacenamiento no nos sirve, quizás la destilación para no llegar a tantas existencias si no se ponen medidas. Quizás la autorregulación pueda ser el futuro, producir lo que somos capaces de vender, pero siempre y cuando haya correspondencia con los precios de la uva. No nos sirve apretarnos el cinturón y reducir producciones si al final tenemos fronteras abiertas y no hay compromiso vía precios para el viticultor”.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores exigen al Ministerio esa capacidad de presión sobre la Unión Europea porque todavía hay cierto margen, para que los agricultores sepan a qué atenerse. “Si hay que ser más ambicioso con los rendimientos y producciones, pero siempre a cambio de precios. Lo que no vamos a permitir es que unos nos apretemos el cinturón y otros tengan manga ancha”. UPA, por otra parte, ha insistido al Ministerio para que presione a las Comunidades Autónomas sobre el control de rendimientos, o el fraude, presión sobre la trazabilidad que evite situaciones como las que se han vivido en el sector. En la organización agraria consideran que el aspecto sancionador fuera más duro, con sanciones más potentes, al defraudador no le merecería la pena.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha se exige al Ministerio que se siga presionando al Consejo del día 26 de abril “porque la copa se sigue viendo medio vacía”. Podríamos tender a una autorregulación gradual, porque debemos ser conscientes de que se ha aumentado la producción un 24 % con respecto al año pasado y otro tanto con respecto a las cuatro últimas cuatro campañas, y eso a pesar de los topes de producción. Las medidas urgentes son más que necesarias si no queremos ver cómo los viticultores emigran a otros cultivos.
Finalmente, en esta reunión se ha abordado la integración del PASVE dentro de Plan Estratégico para la PAC a partir de 2023. El PASVE no estará solo en la nueva PAC sino integrado en el plan estratégico con medidas sobre cambio climático, de sostenibilidad medioambiental para el sector del vino. “Estaremos vigilantes, hemos remitido nuestra propuesta con medidas de adaptación al Green Deal y De la Granja a la Mesa. Provocará un gran esfuerzo al viticultor y merece una contraprestación adecuada”.