Alfonso González-Calero.- A finales del pasado mes de enero fallecía en Madrid Santiago Ramos Plaza, escritor, hombre bueno y sensible, volcado en la cultura, la escritura, lo artístico y el bienestar de su tierra. Creo que merece unas líneas, aunque sean con retraso, en este digital de Ciudad Real.
Había nacido en Alcázar de san Juan (1944), y estaba siempre enormemente vinculado a esta villa, aunque residía en Madrid. Santiago era, sobre todo, un hombre dulce, atento, educado, sensible, culto; una excelente persona, y un buen escritor. Lo conocí a través de Pepe Corredor Matheos, y teníamos otros buenos amigos comunes: Paco Morata, Manuela Sanz, José Fernando Sánchez Ruiz, etc.
Sus primeras poesías aparecieron en Antología 1º (1973). Además de ese había publicado los siguientes libros de poesía: “De poeta por la feria” (1991); “La Navidad de la calle Torres” (1992);”En el cuarto cerrado del amor” (1999); “Al aire de doña Acacia”(2001); “Alcázar de mis cenizas” (2002),“Canciones de mi patio” (2004),“La luz de una casa que se apaga” (2004), “Las Veletas” (2005), “Las Máscaras” (2007),“De Nochebuena a Reyes” (2008), “Témpora de Cuaresma” (2009) y “Luna de miel en tren” (2014).
Y en prosa: “Alcázar al fin y al cabo” (2007); “Alcázar de la vieja luz” (2010) y su último libro publicado, que yo sepa, que fue “Calle Torres 15”, que apareció en enero de 2019.
Tuvimos el placer de publicarle en Almud, hace un par de años, un precioso libro de poemas: ‘Veladas con mi muerte y con mi amor’, que se abría con una espléndida ilustración de Lorca, que Santiago poseía y que había adquirido, supongo que bastantes años antes. Un libro que era un enorme diálogo con la muerte (imagino que el cáncer que se lo ha llevado ya estaba con él cuando lo escribió) pero lleno también de amor y de poesía de la buena. Dejo aquí la Dedicatoria que Santiago puso al comienzo de este libro:
A mi muerte y a mi amor,
que se disputan mis sueños
como verdaderos dueños
de mi dicha y mi dolor.
A mi muerte y a mi amor,
al final de la velada
esta noche celebrada
en señal de despedida,
bebiendo de una bebida
por ambos envenenada.
Guardo de Santiago un recuerdo muy entrañable. Que descanse en paz
Oportuno y merecido recuerdo. Q.e.p.d….