Santos G. Monroy.– Llega uno a este caserío como quien se baja de una máquina del tiempo en pleno siglo XVIII. Situado muy cerca de Ciudad Real, en la carretera de Aldea del Rey, la finca de La Puebla es un bello conjunto de construcciones que evocan las postas dieciochescas, los paseos a caballo de nobles de pelucas empolvadas y los afanes de los gañanes y segadores de La Mancha.
Aún asombra el grado de conservación de este conjunto arquitectónico a las orillas del río Jabalón, en un paraje de gran riqueza medioambiental. El núcleo residencial está cubierto un soberbio aunque irregular empedrado, y sobre los recios portones de dos de sus casas lucen un escudo de armas y un reloj de sol fechado en 1805, flanqueado por dos faroles.
Al otro lado de la carretera (ojo a este peligroso cruce de la CM-4111 con la carretera de Pozuelo de Calatrava, escrutado por un radar de tráfico), se sitúa la enigmática y olvidada ermita de Santa Marina, vinculada a la aldea de Ciruela, totalmente aislada y solitaria sobre la tierra de labor.
La ubicación y porte del caserío de La Puebla, así como el detalle del reloj de sol, invitan a pensar que más allá de su uso como residencia señorial y complejo agrícola quizá fuera en algún momento casa de postas y venta.
El lugar, aparentemente abandonado, debiera por tanto contar con alguna protección administrativa que preservara este valioso legado, y se antoja ideal para su recuperación como establecimiento turístico. De hecho, la finca, de 103 hectáreas y de propiedad privada, fue puesta a la venta en febrero de 2020. Quién sabe si algún día los viajeros pararán de nuevo en este evocador e histórico cruce de caminos.
Poco conocido lugar a pesar de su cercanía. Más información y fotos:
https://manchaignota.blogspot.com/2017/03/la-puebla.html
Sorprende lo muy cuidado que está a pesar del poco tránsito que aparenta tener.
Bueno, la realidad es que no hay una fórmula mágica que nos permita conservar nuestra cultura y nuestra historia sino que, del mismo modo que cada patrimonio tiene sus peculiaridades, cada uno de ellos tiene sus formas de conservar y de actuar sobre ellos……
Acabo de leer en el libro «Los 40 campos de concentración que Franco creó en Castilla-La Mancha» que en esta finca estuvo uno de ellos.