La desigualdad de género está en la base de la discriminación que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo y se manifiesta de múltiples formas: pobreza y exclusión, precariedad laboral, brecha salarial y de pensiones, falta de oportunidades o vulneraciones de derechos, como las agresiones sexuales o la violencia de género.
La desigualdad de género provoca mayores niveles de pobreza y exclusión social y se evidencia en datos: más del 63% de las personas atendidas por la organización humanitaria en la provincia son mujeres.
Por otra parte, las consecuencias de la pandemia causada por la COVID-19 están afectando a todas las personas, pero está teniendo un mayor impacto en las mujeres. En un avance de las conclusiones del Boletín sobre la Vulnerabilidad Social nº 24 de Cruz Roja denominado ‘El impacto de la COVID-19 en la población atendida por Cruz Roja en el Programa RESPONDE’ y que se presentará el próximo 11 de marzo, los datos ponen de manifiesto que existe un impacto negativo de género por la pandemia, que se lee en todas las variables analizadas: las mujeres atendidas en RESPONDE refieren peores indicadores de salud, mayor afectación por la COVID-19, más desempleo, menos ERTES y menos ingresos que los hombres.
A este mayor impacto, es necesario añadir la sobrecarga de trabajo que ha supuesto para las mujeres las tareas domésticas y de cuidados durante el confinamiento. La corresponsabilidad entre los dos miembros de la pareja sólo se da, en el mejor de los casos en el 29,4% (en la tarea más compartida: el cuidado de menores u dependientes).
Por último, hay que subrayar el impacto del confinamiento en la violencia de género: el 1,7% de las mujeres atendidas en el programa RESPONDE señala haber sufrido violencia de género desde la declaración del Estado de Alarma.
Intervención general de Cruz Roja con las mujeres
En el ámbito del empleo, Cruz Roja trabaja desde la mejora de las competencias personales y profesionales de las mujeres con el fin de aumentar su empleabilidad. En 2020, 1.254 mujeres participaron en proyectos de formación y empleo en la provincia de Ciudad Real, y 65.410 en todo el Estado; del total de personas insertadas, en la provincia, 561, el 56,15% han sido mujeres, esto quiere decir que de las mujeres que participaron en el Plan de Empleo, más del 25% consiguieron un puesto de trabajo, 139 con contratos superiores a seis meses.
Entre las actuaciones que lleva a cabo la organización humanitaria con mujeres y niñas desde los programas de inclusión, muchas llevan implícito el objetivo de fomentar su empoderamiento, como los grupos para mujeres víctimas de violencia de género que favorecen su recuperación emocional, la superación de la violencia sufrida y la construcción de redes sólidas de apoyo mutuo. El apoyo a mujeres migrantes busca que estas construyan sus propias redes y obtengan herramientas para el libre ejercicio de sus derechos.
Otras de estas actividades con mujeres son talleres de autodefensa, de autocuidado y sexualidad, formaciones en igualdad de oportunidades y para la prevención de violencias machistas, así como actividades de ocio y expresión de emociones de una forma lúdica.
En total, durante 2020, Cruz Roja en la provincia de Ciudad Real atendió a más de 10.000 mujeres; 262 dentro del programa ‘Mujeres en dificultad social’ y el proyecto atención y protección a víctimas de violencia de género, ATEMPRO.
Gran parte de esta labor se realiza gracias a la participación del voluntariado, siendo Cruz Roja la mayor organización de voluntariado en España con más de 250.000 personas voluntarias, 3.261 en nuestra provincia, y el 64% de ellas son mujeres, 4 puntos por encima de la media nacional. La Organización impulsa la perspectiva de género para que esté presente en su política organizacional y en sus programas y proyectos, lo que además permite hacer más eficaces sus intervenciones.