Ángel José Mozos Millán.– Domingo 10 de enero de 2021, 8:50 de la mañana. Apenas ha amanecido y voy trotando hacia la Fuente Agria, allí he quedado con un compañero para subir a correr por el cerro de Santa Ana.
Los árboles y los coches presentan una inmaculada capa de nieve de unos 4 centímetros y las aceras y calzadas también presentan amplias zonas nevadas, en parte por el reducidísimo tráfico existente. Es el último coletazo de la borrasca Filomena.
La ciudad dormita. No hay prácticamente nadie por las calles y se disfruta de un silencio muy relajante. Tras la “festividad” de Reyes, Filomena nos ha dejado 4 días de nieve y frio y la población parece estar disfrutando de un día de relax tras la resaca y preparándose para la vuelta a la normalidad del primer lunes tras las Navidades.
Pero ese silencio y tranquilidad de repente se ve truncado por el estruendo de un quad que atraviesa el paseo haciendo rugir de manera inmisericorde su motor. Fui motero y sé que lleva un escape modificado, el cual hace más ruido que el de serie. También sé que podría haber circulado dando menos gas, y por tanto haciendo menos ruido…eso me hace fruncir el ceño.
Reunido ya con mi compañero nos disponemos a subir al cerro. Nos gusta comenzar por la parte norte, por donde suelen escalar los que procesan este deporte en nuestra ciudad (aunque, por cierto, también vienen de fuera), así que subimos por el “Minero”.
Ya por las escaleras de nuestro querido monumento vuelvo a oír el rugido del quad, en este caso lejano y acompañado por otros. Distingo 3 ó 4. Empiezo a tener compasión por esas gentes que yo imaginaba apurando una hora más de cama en este día gélido y resacoso, por esos jóvenes que se preparan para una nueva serie de semanas levantándose a las 7 de la mañana. – SI yo los oigo desde aquí cómo sonarán en las calles de Puertollano…-
Continuamos nuestra ascensión acompañados constantemente del rumor de los escapes de los quads, cada vez más rugientes. Imagino que sólo la particular orografía de nuestra ciudad ha protegido a algún barrio de este incivismo, pero sin duda todo el centro y las 600 ya han recibido la llamada de un despertador tan imprevisto como desafortunado.
Nuestro paso es lento, correr por la nieve virgen es un placer pero es costoso, si bien nos ralentizaba más las continuas paradas de mi compañero para sacar fotos. La ocasión lo merecía, el espectáculo natural era impresionante.
Poco duraría la belleza de las imágenes que disfrutábamos, los quads se acercaban a nosotros. No los podíamos ver pero sí, por supuesto, oír. Cada vez estaban más cerca. Pronto dejamos de poder oírnos mi compañero y yo y, al fin, comenzaron a aparecer a nuestro paso.
Pasaron de uno en uno regalándonos un momento de estrés con el que no contábamos. Cuando pudimos alejarnos y por fin volver a podernos oír le dije a mi compañero: -increíble, no te puedes librar de ellos ni en el pueblo ni en el monte-
Al instante mi compañero, con la sonrisa de quien no quiere dar vueltas a algo me contesta: -bueno, es normal, eso sucede en todas las ciudades, ¿no?-
Entonces lo entendí. Llevo años moviendo la cabeza cuando veo pasar por nuestras calles quads, motos y coches con escapes modificados, con dispositivos de óxido nitroso, dando gas a tope, cruzando calles de manera suicida y derrapando en las rotondas y no podía entender que tarde tras tarde suceda así y que pasen los años y no sólo continúe igual sino que la situación empeore. El problema es que mis conciudadanos lo veían normal, inevitable.
Me limité a decirle: -no, no es normal. Yo no lo he visto en ningún otro lugar- Pero sabía que su respuesta me dejaría pensativo mucho tiempo.
Y es verdad. Por mi trabajo viajo mucho por nuestra geografía y, aunque sí he podido ver algún irresponsable al volante, no me ha dado la impresión de que eso sea una tónica mantenida y permitida en ningún pueblo o ciudad en los que he estado. Y, por supuesto, nada de escapes modificados. Es más, hablando del caso concreto de los quads, me consta que su uso está prohibido o restringido en muchas ciudades, como vehículos especiales que son.
En nuestra ciudad no sólo les permitimos circular a cualquier hora (incluso un domingo al amanecer) sino que les dejamos que modifiquen sus escapes y que circulen a todo gas. Idem con motos y coches, y con la música de estos…no podemos estar más alejados del civismo.
Esto me hace pensar que no sólo lo vean como normal o inevitable mis conciudadanos de “a pie”, sino que las propias autoridades del ayuntamiento y policía municipal deben considerar lo mismo. Y no paran de resonarme las veces que nuestra alcaldesa defiende nuestra ciudad como un lugar para vivir y para crear empresas con empleos de alta cualificación.
Entonces me doy cuenta de que sí hay gente que no lo ven normal, gente que ha visto o vivido otras circunstancias, o al menos las anhelan y luchan por ellas. Sepan nuestras autoridades que los trabajadores con alta cualificación se están marchando de nuestra ciudad. Los que tienen medios económicos radican su residencia en otras localidades y vienen exclusivamente a trabajar. ¿Podría haberles animado el hecho de que en las noches de primavera y verano les despierte un coche con la música a un nivel infernal a cualquier hora de la noche? ¿o que el estruendo de un quad estropee un buen momento en una terraza con su pareja, amigos o familia? ¿O que motos, coches y quads pasen a toda velocidad por calles en las que los peatones tienen que transitar a pocos centímetros de ellos? ¿o que no sepan si alguien de su familia será arrollado por un vehículo que realiza derrapes en una rotonda?
No, señores, no es normal. Y si les seguimos dando cancha ya sabemos quiénes integrarán nuestra ciudad: los anormales y quienes no puedan marcharse.
Cuanta razón llevas. Años y años de Calvario llevamos los que vivimos en el Centro sufriendo a esta gentuza por llamarlos de un modo suave.
Y nadie hace nada. Ni están ni se les espera que hagan nada.
Es eso a lo que se referían tus amigos al comentar que es «normal».
Normal….por qué nadie hace nada…ni lo hará jamás.
Vivimos ya en un pueblo resignado.
Todos los progres sois unos moralistas y unos amargados. Dejad a la gente vivir como le de la gana. ¿No hay problemas mucho mas graves en el pueblo, como el 30% de paro, la delincuencia, ser el supermercado de drogas de Castilla la Mancha o la corrupción de la corporación municipal, que te dedicas a escribir sobre estas tonterías?
Los que salís a correr tan especialitos como siempre os molesta todo y cuando digo todo es todo, deja que la gente disfrute de su afición como quiera, es verdad que no comparto lo de circular rapido por las calles del pueblo, pero creo que tampoco sabes de lo que hablas diciendo que coches llevan oxido nitroso, me parece que has visto mucho A todo gas.
Cuanta razon llevas, no hay nada mas que rojos amargados y putos domingueros que no dejan disfrutar de nada, el campo es de todos y cada cual lo disfruta a su manera
El articulista parece que tiene poco conocimiento de como está el pueblo. Un dominguero se permite decir tantas gilipolleces, deja vivir en paz so progre.
Te va a preguntar a ti antes de qué tiene que escribir. Él escribirá sobre lo que le venga en gana o le afecte personalmente y si no te gusta lo tienes fácil, no entres a leerlo y mucho menos a comentar bobadas vamos tú y los 4 tontos que escribís mamarrachadas todos los días. Quiero pensar que sois el mismo tipo con distintos nicks… espero no equivocarme porque sino el nivelito es bien preocupante.
Tú eres como Hobbes pero con mejores formas pero igual de mafioso. Si no te gusta que tenga una opinión distinta te fastidias. Menudo facherio este de izquierdas. Qué ascazo.
Al señorito le molesta el quad, pero cuando ellos van haciendo el ganso por la calle sin mascarilla echando sus efluvios a los convecinos, eso no molesta; o cuando van en tropel por arcenes de medio metro con el peligro que tiene para el tráfico, eso no molesta, pero al caballero le irrita que haya gente en la calle un domingo por la mañana.
Buenas tardes. El artículo tiene razón. Yo, que no soy de aquí, en esta localidad aprecio un incivismo que no he visto en ningún lugar. Con carácter general cada vez hay más población marginal y quinquillera y menos población con educación cívica aceptable lo que unido al abandono del pueblo por parte del gobierno municipal da como resultado la situación que tenemos. Qué lástima.
Puertodovale
Hablar de civismo hace que muchos aludidos utilicen el término ‘libertad’ para defender la ley del embudo, lo amplio para ellos y lo estrecho para los demás. Enhorabuena Ángel por mostrar tu malestar ante una situación muy normal en Puertollano, que se produce simplemente por permisibilidad de aquellos que tienen que hacer cumplir la norma, que en muchas ocasiones pueden ser parte de los incívicos, incluso de los que se atreven a escribir aquí a intentar insultarte con una palabra tan positiva como pogre.
Si ves un quad puedes decir, un tonto con un quad.
Si ves dos quad puedes decir, dos tontos con dos quad.
Y asi sucesivamente. Lo puedes decir sin temor a equivocarte, solo conozco en Puertollano una honrosísima excepcion, los demas, ecologistas supermodernos que disfrutan abriendo gas para sentir el viento en la pantalla de plastico de sus cascos. Horteras.
Pero cuando lo veas paralo y se lo dices
Angel me gustaria saber que tipo de motero eras, supongo que llevarias un vespino e irias dando pedales para no hacer ruido para no molestar, por cierto las motos de reparto te pareceran molestas tambien que hacen mucho ruido parecen un ejambre de abejas, por si se lo quieres añadir al articulo.
Y no solo por el centro de la ciudad , hasta por el cerro. Estropeando la naturaleza … solo pasa aquí .
Toda la razón del mundo. Es contaminación acústica y debería ser sancionado. Incivismo total y absoluto. Repulsa total a estos irrespetuosos del medio ambiente y de la sociedad.
El uso de quads es un problema que afecta a los espacios naturales de toda la provincia…..
No sólo no es normal , si no que no es legal.
Quads y motos de enduro constantemente infringiendo la legislación tanto de tráfico cómo medioambiental.
Estos vehículos tienen prohibido circular fuera de caminos reconocidos para la circulación de vehículos a motor . Sin embargo desde la misma población se les puede ver circular por pistas y senderos, incluso campo a través.
Es obligación de la policía municipal, SEPRONA y Agentes Medioambientales evitar estas prácticas que aparte de ilegales destruyen la naturaleza y ponen en peligro a otras personas y animales.
Como autor del artículo creo que tantos comentarios merecen unas líneas.
Lo primero es aclarar que no es que unos quads me molestaran en una salida a correr. Para nada, yo todos los domingos me cruzo con ellos o con motos y, aparte de que pienso que hay sitio para todos en el monte, mi opinión al respecto no creo que merezca una publicación en un medio público.
Para concretar mejor: mi queja es sobre las molestias y peligros que estos y otros suponen para toda la población, en particular para los niños, mayores y trabajadores a turnos (pocas ciudades contarán con un porcentaje similar de estos entre sus conciudadanos). Por cierto, no me encuentro entre ninguno de esos colectivos. Soy de esas personas que se preocupan por los demás y por eso aquella mañana no dejaba de pensar en las miles de personas que se despertaron con tal estruendo.
La susodicha salida el 10 de enero es simplemente una anécdota que me ayudó a entender el por qué de la perpetuación y agravamiento del problema y una herramienta narrativa que quise usar para ilustrar mi visión. No obstante, veo que hay varias personas que no lo han entendido bien, por lo que creo que no ha sido muy acertado y pido disculpas, sobre todo al colectivo de corredores, sobre los que se han cargado las tintas injustamente.
Con respecto a si no me preocupa el porcentaje de paro en nuestra población, así como otros problemas como la delincuencia o la droga, quisiera hacer notar que precisamente ese es el trasfondo del asunto del que hablo.
Me explico: cuando una familia se marcha a vivir fuera de Puertollano no sólo se van ellos sino también el dinero que gastan aquí, o sea, los empleos locales que generan (tiendas, bares, alquileres, suministros,…), máxime si son familias con un nivel adquisitivo por encima de la media. Además, con su marcha se eliminan también a uno (o, probablemente, dos) trabajadores de las listas de empleo y aumenta automáticamente el porcentaje de paro de nuestra localidad. Es decir, que si se marchan 50 familias podemos contar con un descenso del empleo probablemente superior a los 100 puestos. Luego desciende el dinero en circulación, los empleos, aumenta el paro,…los otros problemas llegan solos y para colmo los sufren quienes no tienen medios para marcharse.
Luego sí que me preocupan. Tanto que, con el ánimo atraer nuevos trabajadores, llevo años intentando traer a nuestra ciudad un nuevo modelo de trabajo que está creciendo mucho en toda nuestra geografía: el coworking. Pero, ¿saben qué me dicen donde lo comento? ¿se lo imaginan? exacto: que la imagen que da nuestro pueblo no es atractiva para que la gente venga de fuera a trabajar. Como, de hecho, así ha manifestado en su comentario «Angel», que no es nativo de Puertollano, al cual, junto a los otros comentarios de apoyo, quedo agradecido.
Y, por último y aunque sé que esto ya sobra, sí, fui motero y dejé de serlo porque perdí a un gran amigo, así que ruego respeto.
Mientras lo fui y a pesar de que era joven respeté la seguridad y el descanso de mis vecinos y procuraba que mis compañeros hicieran lo mismo. Ya entonces consideraba que sólo había excusa para excederse un poco el día de la Mineros y os aseguro que aún así yo no me tomaba esa libertad.
Por tratar rápidamente otro comentario: las motos de reparto de dos tiempos. Efectivamente tienen que evolucionar, son un anacronismo. Aunque entiendo que es un proceso lento y hay que ser sensibles a todas las circunstancias.
Hay que ser pacientes, pero evolucionar, y la sociedad ahora demanda más civismo. Si no avanzamos vamos hacia atrás y entonces, como ya he dicho, los problemas vienen solos.
Sepan que les aprecio a todos, incluso a quienes han realizado un comentario negativo, todos somos puertollaneros.
Que se entienda, por favor, no tengo nada en contra de las motos, coches y quads, sólo en contra de su mal uso.
Entiendo y respeto a quienes los tienen (en mí despiertan también admiración) pero creo que se deben (y se pueden) disfrutar sin perjudicar a los demás.
A/A.: ANGEL MOZOS
Yo también soy asiduo con bici y running por la zona chimenea.
Cierto es que en el silencio del monte el ruido ensordecedor de los quad y motos es grande.
Afortunadamente el cerro es amplio para que todos podamos disfrutarlo.
Recalcas que tu principal queja es……CITO TEXTUALMENTE
«mi queja es sobre las molestias y peligros que estos y otros suponen para toda la población, en particular para los niños, mayores y trabajadores a turnos (pocas ciudades contarán con un porcentaje similar de estos entre sus conciudadanos).»
Te has parado a pensar al ruido y molestias que ocasionan tener cantidad de terrazas de bares en exteriores de calles con los ruidos que ello ocasiona a vecinos en mañanas, tardes y noches.
Has valorado el peligro que ocasiona que parte de esas terrazas ocupen parte de la carretera donde constantemente pasan vehículos.
El incivismo sólo hay una manera de controlarlo y es haciendo valer las normas y conductas que por ley se aprueban.
Aquí es donde viene el problema…..
No se puede aplicar el ancho del embudo para algunas cuestiones y para otras el estrecho del mismo.
De todas formas coincido con los comentarios de algunos usuarios; la situación actual de esta comarca parece destinada a convertirla en una comarca marginal.
Ya sabemos las consecuencias que conllevaría esta situación.
No hace falta ni que te justifiques. Se te ha entendido perfectamente, y muchos te damos toda la razón. Que no se trata de ir en contra de un colectivo, por cierto, tan llenos de personalidad y en general de gran corazón, como es el de los moteros. Se trata de algunas personas y acciones incívicas en concreto, que ponen en peligro la salud de los demás y al medio ambiente. Y el que no quiera entenderte así, será porque se dan por aludidos y se creen que el mundo les pertenece solo a ellos.