Marcial González Rivero, presidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas “Aldea de Ciruela”.- Con ello se evita que los “invasores e invasoras”, provistos de armas de asalto, tales como móviles y cámaras fotográficas, y espoleados por su malsano interés por la historia local, puedan asaltar el torreón y destruir el tesoro que, durante tantos años ha sabido “cuidar con esmero” la Administración.
Desde 1147, un siglo antes del nacimiento de Villa Real, existe documentación sobre el castillo y la aldea de Ciruela. En 1195 pasó a manos musulmanas, siendo recuperada en 1212 por las armas cristianas. Desde entonces, cambios de propiedad y deterioro. Abandono, olvido e indiferencia.
En el blog “Mancha Ignota”, una visitante deja su testimonio: “Hace una semana regresé a Ciruela para poder, en esta ocasión, contemplar con detenimiento lo que queda de este interesante castillo. Ciruela ni siquiera tiene un cartel en condiciones, para muchos pasaría desapercibido.” Y ahí entramos la asociación vecinal, para conseguir devolver a la ciudad esta parte tan interesante de su historia.
¿Y qué se ha conseguido?. Pues un respaldo espectacular de los medios de comunicación (gracias a todos) y apoyo de la ciudadanía, que continuamente contactan con nosotros para pedir información y apoyo a visitas guiadas.
¿Nada más? También se ha conseguido “provocar” la desaparición de una pieza romana, de más de una tonelada de peso, con ayuda de maquinaria pesada, que nadie ha sabido (o querido) localizar, cual si fuese la piedra de un mechero.
Y, ahora, el lujoso alambrado gallinero del conjunto histórico, en pos de garantizar la conservación: la del patrimonio, la de la salud de los asaltantes y, de paso, la de la cebada y la cinegética. Nunca una obra ha servido para tanto.
La Ley de Patrimonio de CLM, en su Exposición de Motivos, recoge que “tiene por objeto la conservación, protección y enriquecimiento del Patrimonio Cultural existente en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, para su difusión y transmisión a las generaciones venideras y el disfrute por la actual generación.” Es decir, a través de la conservación y protección conseguir el disfrute de la ciudadanía.
¿Qué se había hecho para conservar? ¿Qué hacemos ahora? ¿Y el disfrute? Respuestas sencillas: hasta ahora, nada tangible; ahora, vallamos el bien; y del disfrute, quien quiera que lo haga desde lejos, y que se olvide de acceder al otero para ver de cerca las ruinas y disfrutar de las vistas hacia la vega del jabalón o hacia el volcán de la Zurriaga.
Se debe aceptar que el vallado es lícito, recomendable incluso (por cierto, poco tacto el demostrado por ayuntamiento y delegación de Cultura al no informar de esta acción a nuestra asociación, único colectivo que ha demostrado públicamente su interés e iniciativa para rescatar del olvido este patrimonio histórico) ; pero la literalidad de la ley también reconoce el derecho que tiene la ciudadanía al acceso, “…/…la visita deberá ser gratuita durante cuatro días al mes, en días y horario prefijado, el cual debe ser objeto de difusión.” Y ahí nos tendrán: pidiendo, exigiendo, que se lleve a efecto de forma inmediata. Pueden contar con la asociación para colaborar en este asunto.
Mientras, quedamos anhelantes a la espera que Patrimonio declare el conjunto como Bien de Interés Cultural. Estamos seguros que así será, viendo su autorización para que la propiedad lo proteja de invasiones.
En ese momento se abrirá un panorama diferente, en el que el ayuntamiento y la Junta se marcarán el objetivo de un nuevo Alarcos. Confiamos en ello.
Esperemos que tengan más suerte con lo de las visitas que el convento de las Terreras, que sigue cerrado a cal y canto.
Lo triste es que no es el único lugar manchego maltratado, podéis comprobarlo en muchas de las entradas del blog que se comenta en la noticia (Mancha Ignota): http://manchaignota.com
Adjunto enlace a la entrada de Ciruela en ese blog:
https://manchaignota.blogspot.com/2016/10/ciruela.html
Proteger, disfrutar y compartir el patrimonio……
Pongo enlace al blog que hace referencia la noticia (Mancha Ignota):
http://manchaignota.com
Y en concreto, al artículo sobre Ciruela:
https://manchaignota.blogspot.com/2016/10/ciruela.html
Lo triste, es que no es el único lugar manchego que se encuentra olvidado por las administraciones o desconocido por todos. Podréis comprobarlo simplemente dando una vuelta por algunas entradas de ese blog.
No entiendo el afán de las gentes de Ciudad Real por vallar todo lo que puedan, les gustan más las vallas que a D. Trump.
Tan necesario es poner limites de paso a todo lo que ven, yo provengo de una provincia donde puedes pasear por donde quieras y no tienes que ir bordeando vallas todo el rato, de verdad es necesario esto, o es que somos tan destructivos que debemos acotar todo.