Biografías: entre la literatura y la vida

Manuel Alberca: Maestras de vida. Biografías y bioficciones. Ed. Pálido fuego, Málaga, 2021; 596 pags.;

Alfonso González-Calero.- Hemos hablado ya en diversas ocasiones de nuestro paisano (y amigo) Manuel Alberca Serrano. Nacido en Arenales de san Gregorio (CR), en 1951, es catedrático de Literatura española en la Universidad de Málaga.

La primera vez que lo mencionamos fue en 2015 con motivo de su espléndida biografía sobre Valle Inclán (La espada y la palabra) que había recibido el premio Comillas de Biografías el año anterior. Posteriormente volvimos a hacerlo con motivo de su libro: La máscara o la vida. De la autoficción a la antificción (de 2017).

Alberca se ha especializado en el género biografías, bien con ejemplos prácticos, y muy bien trabajados, como es el caso de la ya mencionada sobre Valle; o bien en la modalidad de ensayos sobre la naturaleza de biografías, autobiografías, memorias, del género biográfico, en una palabra, de lo que esta obra que acaba de salir y ahora comentamos viene a ser un excelente compendio.

Partiendo de la lectura de centenares de biografías y autobiografías, así como de libros sobre el tema tanto en francés como en inglés, Alberca nos propone en este libro una teoría del género y unas pautas para intentar des cifrar, con criterio, cuando estamos ante un buen libro en este registro y cuando no.

Y además Alberca se moja y pone ejemplos y nos habla de los, en su criterio, buenos y malos ejemplos en este tipo de obras en la producción española más reciente.

Parte de la consideración, pertinente, de que es éste un género “híbrido, a caballo de lo histórico y lo literario” y cuyo objetivo es “conocer la verdad de la vida de una persona y acertar a contarla de manera amena y legible, sin alterar su condición histórica”.

El libro define la especificidad del género biográfico (si bien muchos de sus ejemplos se centran, según reconoce el autor en biografías de escritores); a continuación pasa a hacer una breve historia del mismo; para luego repasar sus numerosas variantes.

En los últimos capítulos en el autor nos ofrece sus criterios para que podamos distinguir lo que puede considerarse como “una buena biografía”, e incluso ofrece consejos a posibles escritores que quieran adentrarse en estos horizontes para sortear algunos peligros y logar el mayor acierto posible en su tarea. Como el autor señala en algún momento conseguir una buena biografía no requiere sol o seguir un patrón previo correcto, sino ‘talento’ y esto no se consigue simplemente conociendo unas normas.

Para Alberca podrían ser buenos ejemplos en el arte de la biografía el británico Lytton Strachey, el austriaco Stefan Zweig o el francés André Maurois. Entre los nacionales destaca sobre todo a Manuel Chaves Nogales (biógrafo de Juan Belmonte) o Jose Pla (del pintor Manuel M Hugué) y menciona elogiosamente en distintos momentos a José Benito Fernández (biógrafo de Panero y Sánchez Ferlosio); Gregorio Morán (de Suárez), Jordi Gracia (de Ortega y Ridruejo); Anna Caballé (de Umbral); Emilio La Parra (de Godoy y Fernando VII); o José Lázaro (de Martin Santos), entre otros varios.

Una escritura ágil, y limpia, una exposición clara y ordenada, y un muy buen conocimiento del panorama español y europeo en la materia son otros tantos ingredientes que configuran, además de la propia sabiduría del autor, un manual que se lee muy bien y del que se saca provecho para ulteriores lecturas.

En cualquier caso, la mejor comprobación de que Alberca es un maestro en estas lides es su biografía sobre Valle Inclán, que yo recomiendo vivamente a quien interese el personaje y todavía no la conociera: está editada por Tusquets, en 2015) y el autor la presentó en las bibliotecas de Ciudad Real y Toledo (en este último caso, acompañado por quien firma estas líneas).