Alfonso González-Calero.- Manolita Espinosa (Almagro, 1935) es una mujer volcada en el libro, en la palabra, en la reflexión, en la comunicación. No la concibo sin su escritura, sin su vocación permanente de diálogo, sin su búsqueda poética, en lo profundo y en lo sencillo, bien sea de la naturaleza, del camino o del alma de los otros, donde busca incesantemente la verdad y la belleza.
El pasado año 2020, con tantas tristezas y tragedias como ha acumulado, ha sido para ella especialmente fecundo pues le ha permitido publicar dos títulos: Las sandalias del caminante y Universo del diálogo, perfectamente complementarios, en los que se resume esta actitud ante la vida y ante el arte.
La mirada de Manolita frente al mundo no es la altiva o lejana de quien tiene todas las respuestas y de quien está interesado sólo por su verdad. Por el contrario, es aquella que quiere encontrarla junto con el otro, el amigo, el vecino, el caminante que va a su lado (aunque, por su edad, esto sea ya más metafórico que real). Ella es consciente del dolor, y del mal expandido por el mundo; pero lo es también del valor salvador de la palabra; de la potencialidad de una mirada, de una sonrisa, para deshacer todo el odio o todo el frío acumulado en una escena, en un momento de tensión.
Y eso es lo que hace con sus textos, por lo general breves de ambos libros: un poco más extensos los de “Las sandalias del caminante” y decididamente breves los de “Universo del diálogo”.
Y todo ello, hecho con la hondura poética de quien lleva más de cuarenta años buscando la perfección de la palabra a través de la sencillez y el desnudamiento de todo aquello que no sea esencial.
Bibliotecaria, incasable animadora a la lectura, defensora de su Almagro natal, de sus riquezas y sus tradiciones, Manolita Espinosa nos recuerda desde la atalaya de su experiencia, la importancia del silencio y la meditación; que no es en absoluto incompatible con el diálogo, con el encuentro, con el hecho de compartir con el otro, con los otros, los dolores pero también las esperanzas de esta vida, de cada vida.
Ha hecho muy bien, en mi opinión, el Ayuntamiento de Almagro en apoyar la edición de ambos libros, que vienen, por lo demás avalados por excelentes apoyos: Las sandalias del caminante con un prólogo del prestigioso crítico andaluz Guillermo Busútil, y Universo del diálogo con otro a cargo del periodista almagreño, radicado en León, Francisco José Martínez Carrión.
A sus ochenta y muchos años sigue siendo un faro de la intelectualidad y creatividad en toda La Mancha. Muy recomendables…..