Una detective privada que a instancias de la defensa del acusado siguió los pasos de la presunta víctima de violación en Porzuna de 2018 ha alegado que «siguió su día a día» y que, apenas un mes después de la denuncia, se la pudo ver participando en las celebraciones del pueblo.
Así lo ha testificado este miércoles ante la sala durante la celebración de la segunda sesión del juicio que se está repitiendo en la Audiencia Provincial de Ciudad Real a instancia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, que declaró nula la sentencia absolutoria impuesta al acusado en noviembre de 2019.
Ha explicado que la observó los días 13, 15 y 25 de mayo y el 14 y 25 de septiembre. El 13 y 15, ha asegurado que se pudo ver a la joven participando en las fiestas patronales donde estaba «integrada con su grupo de amigos» y que el 14 de septiembre se fue a otra localidad a un concierto.
También estuvo haciendo comprobaciones de la zona donde supuestamente ocurrieron los hechos denunciados, ha añadido. Concluyendo que, en su opinión, que estaba lo suficientemente en el pueblo para que si hubiera pedido ayuda la hubieran escuchado.
En la sesión han declarado también dos de los tres amigos que estuvieron con la joven momentos antes de encontrarse con el acusado. Ambos han coincidido en que no notaron que la joven se fuera coaccionada a ver al acusado tras intercambiarse unos whatsapp, que los dos han alegado no haber leído.
«Estaban entre risas», ha manifestado la dueña de la casa en referencia a la denunciante, añadiendo que hablaban entre ellas de que la joven se iba a «encontrar con ‘el pollo’ en la quesería» y que le escribiera: «ya voy quesito».
Por su parte el chico que estaba con ellas ha asegurado que las escuchó a ambas decir que la presunta víctima «se iba a follar con ‘el pollo'» un lenguaje «que le parecía inapropiado para chicas de su edad».
«VENGO DE ECHAR UN POLVAZO»
Unos testimonios que se han unido al de otro joven, amigo tanto del acusado como de la presunta víctima, que ha contado cómo se encontró con el primero momentos después de supuestamente haber ocurrido la agresión. «Nos fumamos un cigarro y me dijo que venía de echar un polvazo», pero que no le dijo con quién.
Asimismo, ha asegurado que se mostró tranquilo en todo momento y que no fue hasta la mañana siguiente cuando supo por boca de la joven que había sido violada.
Finalmente, la sala ha escuchado al amigo del acusado que lo llevó hasta el lugar de la supuesta cita que acabo con la denuncia de agresión. El joven ha asegurado que lo dejó con el coche y que pudo ver como los dos se fueron «en plan pareja».
Previamente ha declarado un agente de la Guardia Civil que inspeccionó del teléfono móvil del acusado para comprobar si había algún vídeo de contenido sexual con el que, según la joven, fue amenazada para que acudiera a encontrarse con el presunto agresor.
El agente ha manifestado que se encontraron cuatro archivos que habían sido compartidos a través de whatsapp y que habían sido borrados días antes de la agresión, pero no se pudo determinar que tipo de archivo eran.
El juicio finaliza este jueves con las periciales y las conclusiones.