Facundo Zapata Vállez es el vecino más longevo de Aldea del Rey. Tiene, ni más ni menos, que 98 años de vida, y el Ayuntamiento ha querido rendirle un pequeño homenaje en la Residencia de Mayores ‘Ramón Zamora Morales’, en la que reside actualmente, “por ser un ejemplo de ilusión, fuerza y trabajo”.
Homenaje que, según el primer Teniente de Alcalde, Cándido Barbas, “la Corporación Municipal, en este año tan especial, ha instaurado por unanimidad el reconocimiento a la persona más longeva de la localidad”, por primera vez. Debido al protocolo COVID, la placa fue entregada a la directora, en las puertas del centro, para que se la hiciera llegar a Facundo, posteriormente. Las autoridades locales pudieron dialogar con él a través de una ventana.
El alcalde de Aldea del Rey, José Luis Villanueva, junto a miembros de la Corporación Municipal, han sido los encargados de hacerle entrega de la placa conmemorativa, con la que el pueblo de Aldea del Rey, ha querido hacerle un reconocimiento público, algo que las restricciones sanitarias han impedido que se haya podido realizar con la presencia de sus seres queridos, familiares, amigos y vecinos; también, en dicho acto y a través de video conferencia, participó uno de sus dos hijos, el mayor de ellos, Luis Zapata, quien dijo de Facundo que además de ser “un buen padre, ha sido siempre una buena persona y un hombre de pocos problemas para nadie”.
Facundo Zapata, nació el 7 de agosto de 1922, en Aldea del Rey, “trabajador del campo toda la vida”, tuvo dos hijos, Luis y Aniceto, de 71 y 69 años respetivamente, quienes por circunstancias laborales tuvieron que emigrar de la localidad en la década de los cincuenta, cuando contaban con unos diecinueve años, aunque mantienen una relación muy habitual y directa con el pueblo, “yo estoy empadronado en Aldea” y “raro es el mes que no bajamos una o dos veces”, ahora cuando las medidas sanitarias lo permiten, confiesa Luis, quien dice tener muchos y buenos recuerdos de su padre en la niñez, a pesar de ser años duros de faena en el campo, “de salvar la pellica y el pico”, trabajando “en la huerta y en los olivos”, para solo “tener para poder comer”, sin aficiones, pues el tiempo solo se podía dedicar al trabajo “a su familia, sus huertas y sus cosas”, se podría decir que eran una familia, “feliz y contenta, pues en aquellos tiempos no había mucho donde elegir”.
Recuerda Luis, como su padre con el carro y las mulas, recorría los pueblos del entorno, vendiendo los productos que cosechaban, mientras que la madre, con los pequeños, quedaban “pendientes de la huerta”, pues “andaba siempre en la carretera”, eso hizo que fuese “muy conocido por todos los pueblos”, y siempre fue “apreciado por ser buena persona y buen vecino, también en el campo”, nos dice su hijo que “siempre ha congeniado bien con todo el mundo y nunca se ha llevado mal con nadie”.
Tras la muerte de su madre, en el año 2005, Facundo pasó a vivir con Luis, pero el verano de 2019, tras una enfermedad del anciano, que lo postró en una silla de ruedas y la edad avanzada del propio Luis, hizo muy difícil su cuidado y tomaron la decisión de alojarlo en la Residencia del pueblo. Por último, Luis Zapata, agradece al ayuntamiento la deferencia que han tenido con su padre.
Por su parte, José Luis Villanueva, también tuvo palabras de felicitación a todas las personas mayores de la localidad, asegurando que, desde el equipo de gobierno, que él preside, “vamos a seguir trabajando para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores, a los que siempre debemos estar agradecidos porque hoy somos lo que somos gracias a ellos”