http://unmundomejorparaloscaracoles.blogspot.com/
¿Dónde están los frikys cuando se les necesita? ¿Usted lo sabe? Yo llevo unas semanas rastreando la red en busca de los primeros capítulos de la serie «Estados alterados» que «echan» los lunes en La Sexta y apenas he encontrado unos fragmentos en Youtube.
Bueno, a decir verdad, con el botón de muestra de Youtube he tenido más que suficiente. Antes de continuar he de decirle que le escribo desde Alemania y tengo esa tonta morriña que se tiene cuando se está fuera de casa. Por eso no he podido ver la serie en su momento y por eso suelo dedicar las primeras horas de la mañana a rastrear España desde mi ordenador y, ahí, afortunada y desafortunadamente, caben muchas cosas: «Estados alterados», un, dos, tres, responda otra vez.
{mosgoogle}A mi juicio, personajes como Maitena y sus personajes han hecho un flaco favor a la tan mal entendida lucha por la igualdad de género y, aunque sea un poco precipitado decirlo ya que sólo he visionado 15 minutos de serie, creo que «Estados alterados» contribuye a la causa del empobrecimiento de la digna causa que, a día de hoy, sigue siendo justa y necesaria. Porque sí, es cierto, que la situación de la mujer adolece de una gran discriminación aún en estos tiempos que corren. A veces sufre la discriminación negativa y a veces la positiva. A mi juicio, las dos son igual de peligrosas.
Si bien es cierto que los comics de la argentina son frescos, ligeritos y espontáneos, no me resisto a decir que, como individuo que soy, como mujer que alguna que otra vez se ha visto discriminada negativa y positivamente, considero que las tiras cómicas de esta argentina han contaminado sobremanera eso que llaman «el universo femenino».
En ese «universo»también tienen cabida las mujeres histéricas y desesperadas, exitosas profesionalmente y fracasadas en lo que al as de corazones se refiere. Las mujeres que no saben quererse. No seré yo quién niegue ese «también» pero, como le digo una cosa le digo la otra, lector, esas viñetas me parecen gratuitas, distorsionadas y contaminadas.
Claro que existe el universo femenino; como también existen el masculino y el animal y el cibernético y el infantil y el matemático y el literario pero éste que ve Maitena y explota hasta límites insospechados peca de cuadriculado, idiotiza al lector a través de lo que se han atrevido a considerar «humor inteligente» y, al menos a mí, ni tan siquiera me entretiene, me irrita.
Como mujer que soy, he comenzado el artículo pagando mi ira con quien menos lo merece, con los frikys y, también como mujer, ahora echo balones fuera y culpo de mis primeros párrafos a Maitena que, sobre todas las cosas, me pone de mala leche.
Lector, espero que haya detectado la ironía de estas últimas líneas porque, como mujer, también soy tremendamente insegura. No es que lo tenga a usted por imbécil y piense que no detecta la sensibilidad de mis palabras, sencillamente, soy una de esas mujeres inseguras que pululan por el mundo.