José Luis o la soledad pastoril de quince horas entre veredas

Luis Mario Sobrino Simal.- Mediodía. Voy paseando por un camino cercano a Ciudad Real y encuentro una escena poco habitual en estos tiempos: un pastor con su rebaño de ovejas pastando tranquilamente… Aprovechó una parada del “equipo” y me acercó a saber algo de su oficio «en peligro de extinción»

Se llama José Luis y es pastor y ganadero a la vez, es decir, es dueño de sus ovejas, unas 600.

José lleva más de 30 años en esta labor y no confía en el futuro de la misma por lo que me dice que cree que es un oficio “en vías de extinción” pues la juventud no quiere hacerse cargo del tema por lo sacrificado y mal pagado que está tanto su sueldo como la venta de sus animales…

En estos tiempos de pandemia y antes de ella, se queja de que hay mucha diferencia entre lo que le pagan por un cordero, no llega a 4€ el kilo y el precio que pagamos en la tienda, unos 15€…

Le preguntó por su horario y con una gran sonrisa me dice que se levanta sobre las 5 y empieza su jornada, kilómetros de marcha y pastoreo entre su pueblo natal, Porzuna y la ruta que tenga cada día…  “Ahora estoy entre Corral y Alcolea, andando todo el día y suelo terminar sobre las 8 de la tarde que las dejo en la majada. Se anda despacio, aprovechando las veredas que hay y así…».

Termina diciéndome que no le ve futuro a la profesión pues hay gente que viene a ver pero no a aprender y eso se nota. Hoy día hay muchas explotaciones en las que se les echa comida a los animales con máquinas e igualmente se les ordeña. Todo como si fuera una oficina, pero el pastoreo es más, hay que cuidar a los animales y ver si comen bien y si tienen enfermedades…

Lleva dos perros ovejeros que le acompañan y cuidan de su ganado.
¡Un placer conocerle José Luis! Y ¡suerte!