Cuando no me visita la diosa inspiración (cosa muy frecuente) recurro a mis vísceras, localizo vómitos y los hago productivos en blanco papel …digital. (esto me suena…¿lo habré dicho alguna vez?) Paso al tema en si:
{mosgoogle}Y quizás hay quien opina, que esto no deja de ser un insulto, para aquellas que sobradamente preparadas y valiosas (grado superior a validas), quedan relegadas, (se pudiera dar el caso, QUE SE DA) ante una treintañera sin currículo por el mero hecho de … y que todo esto, no es mas que una farsa, sustentada en humo, pudiendo hacerlo en roca firme.
Digo esto, porque durante veinticuatro años que llevo entrenándolas, se bien (o creo saberlo)insisto, SE BIEN, que no les hacen falta leyes de paridad matemática. Absurdo.
Entreno a personas de ambos sexos y precisamente por eso digo, que cuando les toca a ellas entrar en la sala, sé que la clase será diferente. Será un divino juego, en las que todas intentarán llegar mas allá que ayer. Cada una, limitada por sus posibilidades, herencia genética, volumen muscular, sobrepeso o lo contrario, pero…
Habrá lucha (cada una con y contra si misma), habrá esfuerzo (rara vez se escaquean), habrá momentos de distensión para hablar de sus cosas, pero no necesitan que el entrenador les diga: continuamos. Van, a lo que van y el esfuerzo no las asusta.
Cada día, piden mas repeticiones, mas series y mas cortas las pausas. Saben que es una carrera “per se” y contra la ley de la gravedad y saben que se puede vencer.
Responden con rabia y apretando los dientes a los retos del entrenador, que les pide cinco repeticiones mas, una mas , una mas, otra, otra, no pares… y entienden sobradamente, que les has arrancado ocho mas, de las que estaban dispuestas a dar… y lo han dado. Y agradecen ese sobreesfuerzo que les sacas, pinchando su orgullo.
No vienen a clase a hacer relaciones publicas ni a ligar, eso se lo puedo asegurar. En los grandes gyms (clases mixtas) quizás, pero aquí no se dedican a lucir la ultima prenda deportiva adquirida a precio de joya. Vienen a trabajar, porque en el momento que sus músculos no sostienen tal y como ellas quieren, saben que con esfuerzo se consigue.
Los glúteos, pecho, cuadriceps, tríceps, interior del muslo, papada y abdominal, la circulación arterial y la venosa de retorno, varices, y la jodida y odiada CELULIT…, se convierten en palabras mayores a partir de una edad y si se ha decidido luchar, es muy difícil frenar a una mujer, sencillamente porque su voluntad es irrompible.
En estos tiempos de pasotismo juvenil, de odio al esfuerzo, de varones que aceptan el paso de los años y la barriga cervecera, clases en las que es muy normal escuchar “joer profe, como te pasaste hoy”… los entrenadores volvemos a lo autentico y disfrutamos como enanos, porque ellas nos motivan, porque vemos que son de verdad, que van a dejarse la hiel, que quieren mejorar su aspecto , pero que no se les queda en la boca la frase, sino que están dispuestas a pagar.
Tengo guardado un pañuelo con el que sequé el sudor a mi esposa en los partos (coño, claro que estuve en los partos, aunque intentaron no dejarme) y no me negaran, que el sudor de una mujer, parece mas autentico.
No huele a Mahou 5 estrellas, ni a Larios con Coca Cola, ni a saliva untada en la frente, huele a … sangre incolora, que les sale de las entrañas.
Cuando digo esfuerzo, parece que digo mujer ¿verdad?
¿Recuerdan a su madre? ¿se rindió alguna vez? , ¿a su vecina, la que quedó viuda a los 30 y con tres “churumbeles”? ¿se dejo llevar por la inercia?
A su esposa, que cada día hace normal lo imposible, el trabajo, la casa, los suegros, sus padres. Son como maquinas, oigan y que conste que digo “como”.
Perfección alemana, fabricando motores que habrán de rugir cien años.
Incluso ellas, (que son las mas corporativistas del mundo mundial) distinguen entre mujeres y “nancys” de medio pelo y sacado a veces este tema, algunas de ellas consideran esta ley de la paridad como un posible retroceso, en una ascensión bestial en los últimos veinticinco años.
Ascensión, en la que pusieron mucho, mucho esfuerzo y currículum sobrado y de lo que se aprovechan algunas “jóvenes-jovenas promesas” cuya mayor virtud, es la preocupación por el lenguaje (incluso con la incorporación de “nuevos palabros” y sus caras parecen decir: ¿y para esto tanto sudor?
Pues esto es lo que hay. Es mi opinión.
Para crucificarme, cabeza arriba o cabeza abajo , los clavos se encuentran en este enlace: http://pabormi.miciudadreal.es/.