El número de desempleados bajó en 7.687 personas en el noveno mes del año, un descenso que deja la cifra de parados en 178.088 en Castilla-La Mancha, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social publicados hoy.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) celebra que Castilla-La Mancha sea la comunidad autónoma en la que más haya bajado el paro en septiembre gracias al empuje de la campaña de la vendimia y al alza del sector servicios, pero el sindicato subraya que la contratación temporal ha marcado la creación de empleo y recuerda que hay 15.086 desempleados más que en septiembre de 2019.
CSIF incide en que el mercado laboral no sólo no ha recuperado el terrible impacto causado por la crisis sanitaria del coronavirus, que entre marzo y abril destruyó 23.278 puestos de trabajo, sino que aún corre el riesgo de los efectos de la segunda oleada y mantiene los mismos problemas coyunturales evidenciados con anterioridad a la pandemia.
El más visible es la contratación temporal, que alcanzó el 94,8 por ciento con un aumento de más de dos puntos respecto a agosto. Es una pauta cronificada dentro de un mercado laboral castellanomanchego marcado por la estacionalidad, la dependencia a determinados sectores y la falta de un tejido industrial sólido, lo que impide la creación de empleo estable. A ello se suman las diferencias entre provincias y el aumento del paro femenino (64%).
Con estos indicadores, CSIF vuelve a cuestionar la concesión de dinero público a CCCO, UGT y Cecam, entidades que han percibido más de 41.2 millones de euros desde 2014 por parte del Gobierno regional. El Consejo de Gobierno aprobaba el pasado 22 de septiembre una nueva subvención directa asociada al Plan Regional de Empleo y Garantía de Rentas de Castilla-La Mancha 2018-2020, aunque finalmente la adjudicación por valor de 1.125.000 euros fue publicada este martes bajo el epígrafe del Plan de Medidas Extraordinarias para la Recuperación Económica de Castilla-La Mancha.
