La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha reclama retirar aceite, planificar la producción y limitar el rendimiento de aceituna en plantaciones intensivas como medidas básicas de regulación del mercado. Asimismo, de cara a la próxima campaña, se demanda un cumplimiento de la ley de la Cadena Alimentaria para que “los precios de venta no sean inferiores a lo que cuesta producir”. Hay que recordar que el olivar tradicional supone un 86 % en la región.
Mejorar la gestión del mercado del aceite de oliva. Ese es el objetivo que debe perseguir el Real Decreto que está preparando el Ministerio de Agricultura para la aplicación del artículo 167 bis del Reglamento de la Unión Europea regulador de las normas de comercialización del aceite de oliva. Son muchas las medidas que ha propuesto la organización agraria, tal y como se explicó en la última sectorial celebrada en la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural.
Según informa la UPA, este documento despierta «grandes expectativas» en el sector; la organización ha presentado alegaciones encaminadas a mejorar su eficacia. Entre otras, propone la retirada de aceite, la planificación de la producción y la limitación del rendimiento de aceituna en plantaciones intensivas, como medidas básicas de regulación del mercado.
La secretaria de Organización de UPA Castilla-La Mancha, Elisa Fernández, que partició en la reunión en la Consejería como responsable de Aceite, recordaba que incluir al sector olivarero en el artículo 167 bis del reglamento 1308/2013 de la UE “puede ser una de las últimas posibilidades de conseguir un equilibrio real en la cadena y, por lo tanto, es necesario analizar con detenimiento su efecto”. En este sentido, se solicitó la necesidad de controlar la fijación de precios por encima de los costes de producción de cara a la próxima campaña, para que no se dé la circunstancia de que los agricultores vendan el aceite por debajo de lo que les cuesta producir.
Desde UPA destacan que el gran perjudicado por las anomalías del mercado del aceite de oliva es el olivar tradicional. De ahí que nuestras alegaciones hayan estado enfocadas hacia la protección y mejora de este tipo de explotaciones, recordando la importancia social y económica, así como para evitar el despoblamiento, de estas explotaciones en la región; “algo que no debemos perder de vista”, ha indicado Fernández, “más teniendo en cuenta que suponen el 86 % en la región”.
Desde la organización agraria se recuerda que las tres medidas de gestión de mercado que necesita el sector son limitación de rendimiento de aceituna por hectárea a nivel de parcela tiene que ser considerada clave para limitar la producción en olivares intensivos y súperintensivos en aquellos años que la situación lo necesite. “Pero también reclamamos la retirada de aceite de oliva hasta la campaña siguiente y/o destino a uso no alimentario; así como la planificación de la producción mediante cosecha temprana en función de las variedades”. Igualmente, desde UPA creen necesaria la “regulación del rendimiento de extracción de aceite de la pasta de aceituna como medida de control complementaria”.
UPA, junto al resto de organizaciones que forman la Interprofesional del Aceite de Oliva, ha trabajado para establecer un mecanismo de regulación del mercado para el sector. Como conclusión de esos análisis y estudios, entienden que el momento de desencadenamiento de las medidas debería ser cuando la suma de los stocks más el aforo de producción para la campaña superara en un 20-25% la comercialización media de las dos últimas campañas, en lugar del sistema propuesto por el Ministerio en el actual borrador de Real Decreto.