Los restos humanos hallados ayer en Santander, desmembrados y en avanzado estado de descomposición, podrían ser los de una mujer guatemalteca de 28 años desparecida el pasado mes de agosto en Ciudad Real, donde residía con su pareja, un hombre colombiano de la misma edad, que fue detenido en Madrid tras interponer una denuncia por la desaparición de la joven y que se encuentra en prisión.
Los hermanos de la joven habían denunciado también su desaparición en Ciudad Real el pasado 26 de agosto, al no tener noticias de ella, después de que se fuera a Santander a pasar unos días con su pareja, con antecedentes por violencia de género y otros delitos.
Fue entonces cuando arrancó la investigación en la capital cántabra, que determinó que la pareja había alquilado un piso en una zona próxima a las Estaciones, en el centro de la ciudad y muy cerca de donde se han encontrado los restos, perdiéndose la pista de ella el 20 de agosto, mientras que él había sido visto solo por varios testigos en días posteriores.
En la inspección de la vivienda donde se alojaron, en la que ya no residía el hombre, la Policía encontró «abundantes restos de sangre», lo que unido a otras investigaciones llevaron a la detención del sospechoso el día 27 en Madrid, por un presunto delito de violencia de género.
Estos detalles han sido dados a conocer hoy en rueda de prensa por el jefe superior de la Policía Nacional en Cantabria, Héctor Moreno, que ha precisado que la confirmación de la identidad de los restos no podrá determinarse hasta que se practique la autopsia y se realicen las pruebas de AND, dado el estado de descomposición en que se encontraban, hasta el punto de que tampoco ha podido determinarse aún que se trate de una mujer.
Moreno ha precisado no obstante que es «altamente probable» que se trate de la joven desaparecida y de que haya sido víctima de una caso de violencia de género a manos de su pareja, estos extremos no podrán determinarse con total seguridad hasta que concluyan las pruebas forenses.
Según ha relatado, tras encontrarse los restos de sangre en la vivienda alquilada, la búsqueda se centró en localizar al presunto agresor, un hombre que, aunque en estos momentos residía en la capital manchega con la mujer, se mueve mucho por distintas ciudades españolas.
Sin embargo, fue el propio sospechoso el que se presentó en la Comisaría del Distrito Centro de Madrid para denunciar la desaparición de la joven, siendo detenido al disponer ya la Policía de indicios suficientes de su participación en los hechos.
El juzgado de Violencia de Género de Ciudad Real en el que se centralizan las actuaciones lo considera presunto autor de un delito de homicidio por esta causa.
Las evidencias de que el «escenario del fatal desenlace» era el piso de Santander, donde se habría producido la agresión, llevaron a «días intensísimos» de investigación a la búsqueda del cuerpo, en los que se rastrearon lugares como el sistema de residuos urbanos, el mar y distintos parajes de la ciudad.
Finalmente ayer, tras tener que suspenderse la búsqueda el día anterior por falta de luz, se localizaron los restos de un cuerpo completo, desmembrados y diseminados en bolsas en una zona próxima a la Peña del Cuervo, donde habrían sido arrojadas desde la altura.
La autopsia se está realizando hoy y se tomarán las muestras para cotejar el AND con sus hermanos, dado que los padres de la supuesta víctima no residen en España, un proceso «largo» que permitirá confirmar las hipótesis en las que se ha basado toda la investigación, según ha recalcado Moreno.
De esta manera, si se corrobora que se trata de la desaparecida, sus familiares, pese al «dolor», sabrán lo que ha pasado y podrán enterrarla, y la actuación judicial permitirá disponer de una «aportación fundamental» como es el cuerpo para disponer de una «base sólida» para la acusación.
El detenido no ha mostrado «ninguna colaboración» con los investigadores y ha contando una historia «confusa» para «volvernos locos», ha dicho Moreno, que ha precisado que en principio no se baraja que haya otros implicados en los hechos, aunque «no se descarta nada».
En la investigación han participado las comisarías de Ciudad Real, Jefatura Superior de Policía de Cantabria, con la colaboración de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de la Jefatura Superior de Madrid, la Comisaría de Distrito Centro de Madrid, unidades especializadas como los GEO (Grupos Especiales de Operaciones) y la Comisaría General de la Policía Científica.
En la rueda de prensa ha comparecido también la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, quien ha precisado que aunque a estas horas no se puede dar a conocer muchos detalles del suceso, los datos de los que se disponen apuntan a un asesinato machista que, de confirmarse, sería la 34 mujer víctima en España este año y la 1.067 desde el 2003.
En este sentido, ha condenado este tipo de crímenes que suponen la «máxima expresión» de la violencia contra la mujer, y ha instado a los ciudadanos a denunciar cualquier indicio de este tipo para poder «erradicar este tipo de violencia, una «asignatura pendiente» como país, ha dicho.
Es condenable que mueran mujeres a manos de sus parejas y exparejas…..
Hay que condenar toda violencia sea de la clase que sea y no sólo la de los hombres hacia mujeres, sino toda.
Charles demagogo chiringuitero barato